Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

lunes, 31 de marzo de 2014

El arribismo y/o clasismo chileno.

La entrada que les escribiré hoy, estaba reservada para varias semanas más, pero la contingencia esta vez fue primordial, a la hora de tomar la decisión de publicarla. Este fin de semana que recién pasó, se llevó a cabo en nuestro país, el festival de música "Lollapalooza". No me referiré ni a su música, pero si a lo acontecido a una de sus artistas; la chilena Anita Tijoux.

Se ha divulgado en diferentes redes sociales que mientras la cantante desarrollaba su show, un grupo de asistentes, comenzó a vociferar: "Cara de nana".  En su propio país, con gente de su misma nacionalidad, pero no con su misma color de tez y/o rasgo/color de ojos. Eso me recordó a unos dichos de Juan Cristóbal Guarello - que valga decir hasta antes de esa tremenda entrevista, me caía pésimo- dijo que eso de andarse mofando de cierto color de piel, de ciertas condiciones sociales (ej: nuestro "reconocido" humorista Coco Legrand) se debía a que "Todavía hay gente que se cree más porque nació en un mundo de privilegios". No pudo expresarlo mejor, siento yo. 

A mi esto desde que tengo uso de razón me ha llamado la atención. Lo he expresado en público y se lo he dicho en la cara a personas que yo siento que no están haciendo nada más que "abusar de su condición de clase". Y ojo que esto aplica "hacia arriba, como hacia abajo", o sea, desde quién abusa de su largo linaje aristocrático, hasta quien abusa de su condición "proletaria".  

En las noticias, cada cierto tiempo nos enteramos que a las nanas les prohiben, por ejemplo, ingresar a piscinas sin su delantal de trabajo, o se les conmina a una habitación lo más escondida posible dentro del hogar. Y ni hablar de que sus retoños se críen con los herederos del hogar, es inapropiado. Es más, en vivo y en directo me he topado con la frase de mano de una persona dueña del privilegio...  "Somos iguales, pero tan distintos". Atroz gaia'

Cuando la frase debería ser así... 

¿Y qué ocurre con el arribismo chileno? Ese que es tan común y del cual nos sobrarían ejemplos para analizar. Siempre recuerdo que en 2010, mientras acompañaba a mi mamá al traumatólogo... escuché una conversación entre una madre y su hija y el guardia del recinto, la pequeña se llamaba Diana, y el guardia le dijo:  "Ah, Diana como la Bolocco" a lo que la madre ipso facto responde: "No, Diana como la princesa". En esa escena se me hizo concreto que esa intencionalidad social de ponerle nombres extranjeros a los hijos, viene de la mano, la mayoría de las veces, de una cuestión arribista. Queremos que el heredero surja por medio de su nombre, que sea "alguien" en la sociedad. 

¿Y el apellido? Aquí hay millones de ejemplos más, uno que se me viene a la mente en este momento, es que al emprendedor con apellido "Echeverría" se le abrirán millones de oportunidades más que el de apellido "Soto". Simplemente porque el primero cuenta con una cuenta de ahorro de visibilidad y se transforma en  una especie de eficacia probada. Una soberana estupidez. 

¿Y que ocurre con ocupar las marcas top? Este tema si que es interesante encuentro yo. La clase alta ve en Channel, YSL y tantas otras, una forma de demostrarle a la sociedad hasta donde llega tu capacidad de solvento económico y, por su parte, la clase baja, ve en Nike, la capacidad de endeudamiento en millones de cuotas. Sin embargo, ambas apuntan a lo mismo: aparentar.

Cuando los celulares llegaron a Chile a mediados de los noventa, era usual escuchar el mito de que habían personas que en los semáforos se paraban con un ladrillo en la oreja para hacer creer a los demás que ellos también contaban con uno de esos aparatitos tecnológicos. Hasta que llegó Faúndez. Ese archi-conocido spot, donde un "simple" técnico de ascensor, al lado de muchos ejecutivos sacaba su "humilde" joyita. Hoy, siento que esto mismo aplica a la conocida marca de la manzanita. 

Y tantos otras anécdotas ¿No? Y ojo que no pecare de Cura Gatica aquí. TODOS inmersos en esta sociedad neoliberal hemos caído con la tonterita de la apariencia... y lo más probable es que sigamos haciéndolo. Con más o menos consciencia, esto seguirá igual. Sin embargo, lo que no puede seguir es que a alguien simplemente se le discrimine por una condición inherente a su persona. Que importa que la Anita Tijoux triunfe en lo que mejor sabe hacer con su canto: reclamar ante la discriminación, si total para una parte importante de la sociedad chilena, siempre será la carita de nana, la morochita con los ojos rasgados, esa chilena que hay que esconder y basurear. Terrible lo encuentro yo. Terrible y de una violencia tremenda. ¿Que opinará la OCDE de esto?  y  ¿Que pasa con el abajismo? Tema para otro post, cuando la contingencia mande, obvio jajaja.

Muy ilustrativa ¿No? 

Una vez fuimos a la casa de una compañera a realizar un trabajo. El papá de otra amiga nos llevó al lugar. No, nos dejo bajarnos del auto. Esa imagen quedó grabada en mi. Y esto me lo recordó.


Muchos cariños.

lunes, 24 de marzo de 2014

TAG: 10 cosas sobre mi

Al igual que la vez anterior, otra vez me animé a realizar un "TAG" tras una entrada con un tema sensible y medio escabroso. Hoy les contaré 10 cosas sobre mi  que ustedes quizás no saben, algo mucho más light y narciso. Debo confesarles que en Agosto de 2012, la linda Chio me concedió este premio donde debía contar 7 cosas sobre mi. Y siendo sinceras, tuvieron que pasar casi 2 años para que yo pudiera pensar y pensar que cosas de mi, serían más o menos interesantes de leer y que no les hubiera contado ya.  Hoy me animé y terminé la lista que empece en Enero de 2013 y que hasta hoy en la tarde solo llevaba 3 puntos añadidos. Así no se puede.  
Tiempo después, también leí esta entrada en el blog de Maca (Si lees esto, te digo que extraño tus entradas... :'( ) y en los comentarios prometí copiárselo. Y aquí vamos! 

1- Soy llorona: Sinceramente no les podría decir desde cuando, pero se me hizo latente un día que salude a una persona en la calle y al no obtener respuesta mis ojos se llenaron de lágrimas. O la vez que en la casa de una amiga, al ver una escena romántica me paso lo mismo. O también, cuando alguien dice algo lindo sobre mi y si esto me toma por sorpresa es peor. Yo le llamo mecanismo de defensa y he intentado acordarme si esto me ocurría antes de caer en un estado emocional desfavorable y sí, soy llorona de nacimiento, jajajaja. 

2- No me gustan los gatos: He expresado públicamente esto en un par de entradas en las que he comentado brevemente mi miedo a los gatos. No me gustan por dos razones y ambas responden a temores infantiles. A los 7 años, una hermana de mi mamá tenía un gato siamés que era tan pesado y cargante que cada vez que yo iba con ella a la casa de mi tía, el gato no encontraba nada mejor que rasguñarme muy feo y molestarme, cuando me dejaban en el living sola y dejaba de hacerlo cuando había gente a mi alrededor. Era super desesperante, porque no me creían que el gato pesao' me molestaba a sus espaldas hasta que me dejaba rasguñones super feos. Mi salvación fue cuando en Agosto de 1997 el gato se enamoró y no volvió más. Y lo otro, es porque un primo que me cae pésimo un día me dijo que su gato era mucho más inteligente que mi perrita Mily. Ahora entiendo que eso fue una tontera, sobre todo considerando que mi primo me doblega en edad, pero nunca se cayó del árbol (o sea, no maduró), pero me acuerdo y me da pena-rabia.  Eso sí hay una excepción... una vez conocí un gato de la raza de Garfield que era un amor y me robó el corazón. Su dueño era el peluquero de mi perrita y hasta ella estaba loca por él. Es que los animales no conocen diferencias, por eso la mayoría son adorables. Ah,  y también es probable que en mis cachureos, encuentren cosas de gatos que me regaló la mamá de mi primo que me cae mal en mi infancia. Ellos sí que son catlovers. Y a mi me gustan esas cosas, por algo siguen aquí. 

3- Me gusta cantar: No soy experta en canto, pero me encanta cuando me dicen que dentro de todo soy "afinada", jajajaja. En un concierto yo voy a cantar, por eso trato de aprenderme las canciones antes. Lo mejor es que ahí las pifias, la mayoría de las veces y si el sonidista amigo y su amplificación acompañan, esto pasa super piola. Cuando me prepare para la Confirmación, lo hice en una parroquia conocida por sus cánticos ubicada en la calle Suecia y yo iba feliz a la misa, porque nos dejaban cantar en el coro y hacer "segundas voces". Ah y mi sueño "cantante" era hacerlo alrededor de una fogata y como saben las que me leen hace tiempo, eso lo cumplí en Melipeuco. Aún conservo un sueño eso sí, en este aspecto de mi vida, pero eso mejor me lo reservo. 

4- Mucha gente alrededor me agobia: Es mi resabio de timidez latente. Si hay mucha gente que no conozco, lo más probable es que yo me quede ahí tratando de pasar lo más piola posible. Incluso en las reuniones familiares me pasa. Y no es que sea una anti-social, para nada... Puedo hablar con gente que no conozca y desenvolverme muy cómodamente, pero eso no puede exceder un máximo de 4 personas por vez. Si hay alguna más, me pongo nerviosa y hasta tatareo. Ah, si... y evito ir a tiendas muy colapsadas y cosas así, porque ahí no me pongo nerviosa, pero ver mucha gente me estresa y me enoja (Ejemplo: Ir al super, a las 8 de la tarde, el primer sábado del mes. ¡¡Del terror!!) 

5- Me muerdo las uñas: También se lo he comentado a alguna de ustedes en alguna entrada. No me siento orgullosa ni mucho menos de esto, pero es algo ya casi incontrolable. Comencé a hacerlo cuando iba en segundo básico, imitando la "mala costumbre" a una amiguita de la época. Para mi, esto no fue tema, hasta que apareció el boom de los esmaltes con miles de colores que yo, por razones obvias, no podía lucir. Aunque un tiempo igual los usé, hasta que cache que estaba dando jugo. Eso sí, le digo "casi incontrolable", porque el máximo de tiempo que he estado sin morderlas han sido 2 meses, pero como se demoran en crecer, basta que lo haga una vez, para que todo se vaya a la miercale'. Una vez vi en la tv, un tratamiento de uñas postizas que parecían "injerto" de uña (no esas típicas de plástico) y por más que he buscado en Chile, no lo he encontrado. Pienso que si las vieras bonitas, no lo haría más. 

6- Si algo me molesta lo hago notar: Yo digo que si algo me molesta la Quintrala que vive en mí, sale a la luz. En general, soy una persona bastante "dócil" y de buen carácter, eso, hasta que alguien me diga algo que definitivamente no busca otra cosa que herirme, yo, como mecanismo de defensa, contra ataco. Debería haber sigo abogada, jajajaja. Aunque hay una excepción... si la cuestión, de verdad verdad, me hirió, lo más probable es que me quede callada y se me haga un nudo en la garganta que consecuentemente lleva al punto número 1 de esta lista. Si eso ocurre, hay dos vías: No pesco más a la persona que lo hizo (eso, claro si la persona no me importa) o bien, la próxima vez que me lo encuentro, le expresaré mi malestar. Si algo aprendí en las terapias, es que no hay nada peor que quedarse con esa rabia adentro. En serio, hace mal. 

7- Soy obsesiva: Una vez leí que esto era casi una característica de los geminianos y lo he confirmado con un par que he conocido personalmente, jajajaja. Si me interesa alguien y ojo, que esto no aplica solo en el aspecto amoroso, lo más probable es que quiera saber más cosas de esa persona. Yo se que ustedes saben esta característica, jajaja. Es cosa que nombremos París y los franceses. Así también, aquello aplica en objetos: pañuelos, aros y artículos de librería, siempre serán mi top one. 

8- Soy muy estructurada: Para todo. Para cocinar, necesito instrucciones. Para leer, necesito contar las páginas y los colores que usaré para subrayar si es que esto es fotocopia. Para vestirme, lo pienso el día anterior. Para escribir, me hago una pauta. Para viajar a cualquier parte (cercano o lejano a casa) me hago una ruta o un mapa mental. Algunas cosas de mi pieza, deben estar alienadas. Y podría continuar, pero mejor no, jajajaja. Y ustedes saben, que hay cosas que han ocurrido en mi vida que como a todos nos ocurre, no he podido controlar y eso es lo que más duele. De hecho, el porrazo es el doble, para personas con esta característica. 

9- A veces hablo sola en la calle: De chica que tengo un amig@ imaginario. No tiene nombre, sexo, ni características. Es como un alter-ego no más. Sabe tantas cosas mías, que ojala nunca nunca las cuente. O que la persona que me haya escuchado haciendo esto, no piense llevarme al Peral. Ahí estaría perdida, jajajaja. Yo lo asocio, a que cuando chica jugaba sola y en esos juegos típicos de la infancia, cumplía multi-roles. En fin, me cae bien ese "ser" al que le hablo, porque su boca siempre permanece cerradita, jajajajajaja, broma. 

10- Si ando extremadamente feliz me da verborrea: Si me ocurrió algo que entra en la categoría de "muy bacan", lo más probable es que lo cuente hasta aburrirme y hablo que hablo y nadie me calla. Y hablo más rápido de lo común. Y sí, yo hablo muy rápido, PERO no tan rápido como otras personas que he conocido por allí en la vida.   

Bonus track:  Y como paso tanto tiempo en el que pude concretar esta entrada, la lista se sobrepaso en dos y como dejarlas fuera, cierto? 

Soy chucheta: Al igual como ocurre con el ítem "uñas", de esto tampoco me siento orgullosa. De hecho, ha sido la lucha más grande que ha emprendido en mi vida, mi mamá y el clásico de "Anda a lavarte la boquita con jabón" aún sigue latente en mi mente. Una vez de hecho, lo hizo. Tampoco soy ordinaria, que conste, jajajaja. Sin embargo, hay garabatos que los digo y escribo de manera inconsciente. De hecho, en algunas entradas, no los edito, porque sería raro "leerme" sin ellos. No sería yo, se los juro. Cuando hablo con personas que recién conozco y que obviamente, no quiero que se hagan una idea errada de mi persona, mi mente va "traduciendo/reemplazando" estas malas palabras por palabras más adecuadas. Imagínense como lo hago, cuando estoy con alumnos/as, jajajaja. Aunque ahora que escribo esto, me doy cuenta que lo hago solo en contextos donde encuentro confianza. Este lugar es uno de ellos. 

Me río a carcajadas: Cuando era niña, mi vecina de al frente me dijo que las señoritas, no se reían de manera escandalosa, y yo, muy culpable, luche y luche contra esto, durante hartos años, hasta que me di cuenta que esto no se puede cambiar. Si se cambia, es finjido y si es finjido no es alegría po'. Mi mamá tiene una amiga, la Pame... que es super lady y ella si que se ríe fuerte y a mi me encanta su risa, porque es contagiosa. Y eso es lo mejor de la risa, creo yo, contagiarla. <3

Y después de esa frase muy "Coca-cola", jajajaja... dejare un espacio para mostrarles cierta parte de mi historia con imágenes de hace bastantes años atrás. Algunas reflejan lo que les acabo de contar. 

Sonrisa pepsodent y rulos aún controlados. 

Risa a TODO PULMÓN. 

Primeros pasos de cantante "en público". De hecho recuerdo que canción cantaba en ese momento (Bruta, ciega y sordomuda de la Shakira)

Pucha que me da risa mi cara de loca ahí. Con esta si que me llevaran al Peral. Se me habían "caído" unos cuantos dientes. Fue en mi cumple número 6 y salgo con la "Rosita Daniela" mi conocida y trillada muñeca de pelo verde. 

Me daba tanta verguenza sonreírle a la cámara (hoy es todo lo opuesto) que en la mayoría de las fotos salgo con la boca chueca. Amo la mochila, que llevo ahí, una gata como la Hello Kitty, que me regaló mi tía que les conté más arriba. 


Otra foto que demuestra mi "seudo-sonrisa" o boca chueca. 

Yo ya me case, esa foto lo demuestra, jajajaja. 

A los 14 años con mi primo bebe que hoy tiene 12. Como pasa la vida. 

A los 16. Con el mismo "monito" de arriba. Mi pelo extra largo.

Y tras esto, me despido. Espera no haberlas aburrido. Cuéntenme si coincidimos en algo que sea, jajaja.
Muchos cariños!

lunes, 17 de marzo de 2014

Derribando prejuicios: los cementerios.

Toda escritura, tiene un contexto. Y hoy comenzaré con una nueva "sección" del blog. Intentaré, por medio de mi opinión ir derribando diferentes prejuicios y a su vez, leer vuestras posturas frente a estos "polémicos" temas. Siempre con buena onda, obvio.. jajaja. ¿Por qué prejuicios? Porque pienso que todos los seremos humanos, somos muy prejuicios frente a diferentes temas, sobre todo si somos ignorantes a ellos. Es más, me atrevería a parafrasear que "El que este libre de prejuicio que tire la primera piedra", jajaja. 

Partiré entregándoles mi opinión en torno al tema de los cementerios, especialmente, los de su modalidad "parque". ¿Por que hoy? Porque hoy se cumplen 5 años desde que lamentablemente, me tocó conocer la realidad de estos "camposantos". Sí, un día como hoy, murió mi prima Claudia y nació su sobrino Claudito, la dualidad de la vida latente. Ella descansa, en el cementerio "Parque Rengo" tan conocido hace algún tiempo en los medios de comunicación, porque la administración tomo la errática decisión de poner sobre las lápidas la deuda que mantenían los familiares con el Parque a modo de "amenaza". Ahora, siendo justos, estos mismos "comunicados" yo también los he visto en el Cementerio General.  Si no lo recuerdan, esta era la imagen: 

Ojo: "Para no perder lo que ha pagado" 


Ahora bien, el prejuicio que intento derribar es: "Las personas que prefieren comprar una sepultura en los cementerios parques, son por lo general, personas que intentan escapar y disfrazar el tema de la muerte".  La primera vez que escuche esto, fue en la TV a Elisa Zulueta en el programa "Chile lindo". Lo recuerdo, porque a mi no me cabía en la cabeza que una mina tan inteligente, dijera algo tan lleno de prejuicio. Después entendí que aquella opinión era mucho más común de lo que me imaginaba. 

Para mi una persona que escapa de la muerte, es una persona que NO habla de la muerte con sus seres queridos, por la absurda creencia de que si se habla, pronto ocurrirá... algo que las abuelitas le llaman "llamar a la muerte". O las personas que tienen la ilógica creencia de que si uno se compra una sepultura con antelación, está llamando anticipadamente a ese destino manifiesto que de todas formas igual nos llegará a tod@s en algún momento. Ambas he tenido la mala suerte de escucharlos en vivo y directo. 

Como he escrito en numerosas ocasiones en el blog, en mi entorno familiar, la muerte siempre fue y ha sido tema. Y que les apuesto que a muchos de mis cercanos, más de alguna vez, se les ha ocurrido pensar lo que escribí en el párrafo anterior. Incluso, sobre la muerte de mi papá, aún lo dicen... de esta forma: "Ay, pero si Víctor siempre hablaba de que se iba a morir pronto" y tras ello una cara así como: "Se lo buscó. Llamó a la Doña muerte". Y es verdad, mi papá siempre siempre siempre, habló de la vida de nosotras, si es que él partía. Nadie nunca se imaginó que esto sería pronto, ni en un accidente. O quizás, él sí. Lo que la mayoría de las personas no saben, es que mi papá hablaba constantemente de la muerte, porque él mismo, perdió a su mamá en un accidente de tren. ¿Ven? Hay una explicación contextual y está muy lejos de ser solo una superstición. 

Retomando el tema de los parques. Una vez leí, que este tipo de cementerios habían llegado a Chile a principios de los ochenta, idea copiada, obvio, desde el exterior. En ese aspecto, intento comprender que comprar una sepultura en un parque, debe ser para las personas más conservadoras, una idea demasiado "post-moderna". Esta bien, lo respeto. Cada uno se banca la muerte como puede. Sin embargo, no me vengan a decir a mi que intento disfrazar la muerte, porque prefiero la paz que te entrega un parque rodeado de árboles y sonidos de animales, a uno sombrío y lleno de cemento. 

Y no es que no conozca la otra realidad. Mis abuelos maternos, descansan en el Cementerio General y mi hermana hasta febrero del 2012 también, por lo que durante 22 años de mi vida, yo iba a visitarlos muchas veces en el año. No es un caso aislado y no estoy dando mi opinión a diestra y siniestra. Además, científicamente está comprobado, que estar rodeada de naturaleza, te ayuda a superar la difícil primera etapa del duelo. 

Y eso es lo que quiero intentar plasmar aquí. No es casualidad que los parques cementerios se preocupen por sus áreas verdes, incluso, el parque donde compraron mis papás - mucho antes de que todo ocurriera-además de charlas psicológicas dicta charlas sobre paisajismo y jardinería. Todo ello, porque se busca que la comunidad entienda que el duelo, se trata a partir de una terapia integral. Sí, también he conocido parques que son un bodrio y que la idea de paisajismo, hace mucho que se les fue a las pailas. No quiero dar nombres, ni para uno, ni para el otro lado, si no, no faltará quien al leer esto, piense que es un "publipost", jajaja. Ah, sí... antes que se me olvide, otra de las frases que muchas veces he escuchado es esta: "No, yo no me compraría un lugar en el parque cementerio, me cargaría que tanta gente pasara sobre mi cuerpo y me pisara" Puede sonar, hasta chistoso... y creo que ni siquiera necesito dar argumentos para rebatir una opinión tan sin sentido. ¿Que parte de estar muerto no entenderá esta gente, digo yo? 

Antes de terminar, no puedo dejar de publicar esta entrada sin opinar en torno a las "rutas patrimoniales" que se ejecutan en los diferentes cementerios del mundo. Cuando vaya a París, uno de los primeros lugares que sueño con visitar, antes incluso que un café y el Louvre es el Cementerio de Montparnasse. Solo porque allí yacen los cuerpos de la Beauvoir, Sartre y Cortázar, pero no se me ha pasado por la mente tomar un tour. Mi idea es visitar y respetar la tumba.
La veo y me imagino ahí, con un ramillete de rosas blancas. 

Siento que muchos de estos tour, si que "farandulizan" el tema de la muerte. No debemos olvidar que tras esa tumba arquitectónica tan pintoresca, hay un cuerpo inerte que en algún momento, respiro, amo y vivió. Sinceramente, encuentro "afortunadas" a las personas que vislumbran el cementerio solo como una pieza de museo más. Conozco a varios, que incluso han intentado buscar, paradójicamente un "nicho cultural" en este tipo de recorridos "históricos". No obstante a lo que voy, es que no olvidemos que una tumba, es más que un objeto museístico, pues hay seres que han sufrido ahí mismo, donde tú, a lo mejor, contemplaras a modo de esparcimiento. 

Me puse tonta grave con el tema, pero es que se me eriza la piel al pensar que estos recorridos, han pasado por el lugar donde aún descansan mis abuelitos. Y quienes están a cargo, "lucran" en torno a algo que muchas veces, solo se sustenta por el morbo. ¿O acaso no ocurre eso con los recorridos nocturnos?

Y sí, llámenme prejuiciosa con esto último que exprese, están en todo su derecho, pero es una opinión que hace ene quería expresar, es algo meditado... no se me ocurrió "porque sí". 

Estaré atenta a sus opiniones, si desean hacerlas, obvio jajaja.
Muchos cariños! 

lunes, 10 de marzo de 2014

La "biblioteca"/librero personal

Muchos cambios. 
Antes de que comiencen a leer esta entrada, me imagino que se habrán dado cuenta que le hice varios "ajustes" a la plantilla del blog. El ancho de las entradas es notoriamente mayor y los colores son predominantemente celestes y azulinos. Así también, cambié la foto de perfil y su "introducción". He hecho 3 descripciones de blog, una en 2007 (recién saliendo del colegio) otra en 2011 (cuando abrí este blog y estaba con el alma destruida) y ahora en 2014, intentando ser un poco más "adulta-joven". 
A nivel país, ¡esta es una semana de cambios! y yo, no podía ser menos, jajajaja. Como modo de anécdota, antes de comenzar con el tema de hoy, el miércoles de la semana pasada, después de ese feo temblor, me puse nostálgica y me fui a leer el blog privado, donde escribí regularmente entre julio de 2009 y mayo de 2011 y  leí  mi experiencia del terremoto del 27F, el inicio del gobierno de Piñera... y en una de esas entradas de fines de 2010, esta muchachita escribía: "Y pensar que le quedan más de 3 años"  Mi intención no es herir ninguna susceptibilidad política, pero después de leer aquella inocente frase, solo se me vinieron dos cosas a la mente: 1- Que maravilloso es leer y a su vez recordar las opiniones de hace 3 años atrás. 2- ¡Que rápido pasa la vida! porque solo quedan unas cuantas horas para que Tatán, deje La Moneda.  Y con toda la esperanza puesta en el porvenir, solo pido que los cambios bienaventurados, lleguen de una vez a mi vida. No pido nada más por hoy, jajaja. 

Al llegar de mis vacaciones, me dispuse a ordenar mis cachureos (¿Alguien más hace esto en "vacaciones"?). Hace bastantes veranos que venía pateando ordenar el librero, hasta que me di cuenta que si no lo hacía de una vez por todas, definitivamente no podría traer ninguna obra nueva para la casa. En octubre intenté arreglar esta situación, comprando una repisa para apilar más libros. Sin embargo, esta en un dos por tres, estaba colapsada.  Ya no había solución, con el dolor de mi alma "humanista" debía deshacerme de gran parte de los libros de mi adolescencia. 

No se si lo he contado aquí, pero yo soy una "no lectora" en rehabilitación. Hasta octavo básico, yo, Aída, odiaba leer.  No había caso, con las lecturas del colegio y ni hablar de lectura como modo de esparcimiento... hasta que un día, vi la luz. No recuerdo como ni cuando, pero llego a mis manos "Pregúntale a Alicia", que básicamente es el diario de vida de una drogadicta que me hizo alucinar. Ahí descubrí el placer de leer y el nuevo mundo que se abre con las lecturas. Después de ese, vinieron muchos más y así y así... hasta hoy.   Mi caso de "rehabilitación" como le llamo yo, jajajaja fue por sí sola y eso es lo que yo les digo a todas las personas que conozco que no les agrada leer y culpan a su entorno de no haberles fomentado la lectura. Mi papá y mi mamá, nunca me incentivaron a leer. Ambos preferían que aprendiera matemáticas. Ni pensar en leerme un cuento, pero aquí estoy yo rompiéndole la mano a mi destino "numeristico" siendo una humanista rebelde y, obvio, cesante, jajajaja. 

Si no me creen, este era mi marcapáginas que encontré en un libro que me obligaron a leer en séptimo básico:
Mostraré esta imagen en mi charla motivacional lectora, jajajajaja. 

Superando mi etapa de no lectora, provino la de la adolescente devoradora de libros. Nunca me han gustado las "sagas" ni en su versión de libro y mucho menos en películas. Me gustaban las novelas de amor y sobre todo, las novelas históricas. A los 16 años, me incliné hacia la segunda palabra y decidí que me convertiría en una lectora de libros de Historia. Entre el colegio y la universidad, como toda estudiante de la disciplina, yo tenía una visión bastante errática de lo que era leer "Historia". Creo que en ese período, al único historiador que conocía realmente era a Eric Hobsbawm y solo porque en Cuarto Medio, al profe buena onda, se le ocurrió que resumiéramos las casi 700 páginas de "Historia del siglo XX". Como deben suponer, yo era una de las pocas nerds felices, con su decisión pedagógica. Ah sí y aún profeso un amor secreto hacia el famoso historiador británico.

En fin, entonces tras esa calurosa jornada de febrero, me enfrente a la disyuntiva: ¿De qué libros me deshago? Solo tenía una cosa clara... si no me acordaba de nada de nada del libro, se iría inmediatamente. El problema fue es que en su mayoría me acordaba de algo, jajajaja.

El otro problema es que soy acumuladora de libros. Es cosa que vea una oferta y ya estoy sacando la billetera para comprarme uno nuevo. ¿Le pasara esto a la gente adicta a comprarse ropa? Me imagino que sí, jajajaja. Y ahí van quedando en el olvido. El año pasado, como igual fue medio sabático, intenté catalogar los libros que estaban a medio leer y los que definitivamente nunca habían sido abiertos. Lo hice con la ayuda de estos auto-adhesivos:
¿Maniática yo? Jajajaja. 
Sin embargo, hace un par de meses, me di cuenta que aquel sistema no me servía de nada, ya que por mucho que supiera que los circulitos rojos eran los que nunca había hojeado, no tenía noción de cuantos realmente eran, todo esto, insisto,... para no volver a caer en la tentación de la oferta de un libro nuevo.  Y bueno, tras una larga jornada de orden del librero, les puedo contar que:

1- Di por descarte, 33 libros. En su mayoría son textos que me obligaban a leer en el colegio. Muchos de ellos igual me marcaron en mi adolescencia, pero nunca más volvieron a ser leídos... no merecen seguir empolvándose. Esa fue la lógica que encontré: "Otr@ dueñ@ lo disfrutara más que yo". 

2- De todos los libros, tengo 57 pendientes. ¿Ven? Si soy super acumuladora. Bastantes de ellos, son de Historia de la Edad Media, todo porque a fines de 2009 y comienzos de 2010, me dio con que a mi me gustaba el medioevo, así que me volvería medievalista y justo ese verano fui a Buenos Aires y me compré cuanto libro había en La Meca cultural de Sudamérica. A fines del primer semestre de ese año, mi carrera dio un giro hacia otro enfoque. Igual, los leeré. Lo prometo. Los otros restantes, son libros que me compraba o me traía de regalo mi papá. O bien, los que encontraba botados de barato en las ferias artesanales y/o persas. Una vez encontré un tesorito a mil pesos, era la primera edición que llegó a Chile de un autor francés que amo. Lo malo es que está en francés... igual mi idea en su momento, era regalárselo a "alguien" pero mejor no, así sigue siendo mi "joyita". 

3- Entre la repisa y el librero, tengo 151 libros. Para ser sincera, yo juraba que tenía muchos más. El año pasado, me enteré que la Biblioteca Nacional, se abrió por una donación de 100 libros que hizo un tercero. Esa información, la escuché de la profesora con la que trabajo en la ayudantía, y en ese mismo instante, todos los de esa sala, estábamos seguros que doblegábamos la donación. Ahora, quiero cumplir esa meta, pero primero, sí o sí, debo leerme los "pendientes" esa cifra NO puede aumentar. 

Con respecto a los libros descartados, aún no decido si donarlos a alguna biblioteca comunitaria, o bien, venderlos en San Diego. Cuando me decida les cuento, aunque me estoy inclinando por la primera opción. ¡No se imaginan cuanta falta hacen sus libritos olvidados en aquellas instituciones! 

Antes de irme, la foto del librero y la que hace un tiempo subí a mi cuenta de instagram de la repisa. 
El librero. Aún quedan algunos auto-adhesivos, la mayoría los arranque el día del orden.
Desde aquí, escribo.  En la repisa, están mis autores favoritos. 

Y ustedes... ¿Saben cuantos libros tienen? ¿Tienen pendientes? ¿Han hecho descartes?
Muchos cariños. 

lunes, 3 de marzo de 2014

Viajando con Aída: Lago Ranco - "Un rincón del paraíso" (Segunda parte y final)

Lo primero es lo primero. La idea era continuar con el recuento el lunes pasado, pero no pude. Febrero se me pasó volando y fue porque estuvo muy entretenido. En un solo mes viaje a 3 destinos diferentes. La semana pasada, fui a Viña... al Festival a ver  Fito Páez (y disfrute igual o más quizás con Laura Pausini, jaja) y este fin de semana que recién pasó, con la Lucy estuvimos en un matrimonio topissimo en una Viña en Santa Cruz. Ay el mes bacan. 

Y les seré sincera, la idea era hacer en un sola entrada el recuento, pero no pude seguir subiendo fotografías, ya que  se desconfiguraba todo y tuve que aplicar plan B. Debo interiorizarme más con  las herramientas de blogger. Lo sé. Ah sí, intentaré poner las imágenes en una versión más grande. Menos chachará y sigamos.

Domingo 09 de febrero:

Nos levantamos muy temprano, porque la idea era ir a conocer los alrededores. El destino eran los saltos de Nilahue y el río Riñinalahue. Tomamos un bus en el terminal y solo pudimos estar 45 minutos en el lugar, porque el bus rural de ida y vuelta pasaba una sola vez por el lugar. Aún así, ese día conocimos a una pareja que nos tomó fotografías juntas y a una mamá con su hija, que eran de Peñalolén y era su primer viaje juntas después de la muerte del esposo y padre de la nena (Sí, las coincidencias es algo que nunca me dejaran de impresionar. Ojala volvernos a topar acá en la comuna). Al regresar a Lago Ranco, mi mamá cumplió con su antojo de comer asado de cordero al palo (Por esos días, había un stand de los "Asadores de Rápaco. Muy recomendable). Yo no comí, porque no me gusta mucho la carne, pero me tome el mejor jugo de 
arándanos.  En la tarde, disfrutamos del Lago.

Saltos de Nilahue 

Con la mamá en los Saltos. 

La mamá cumple su antojo.  Notese la vista. 


Lunes 10 de febrero:

Este día íbamos a ir a los Saltos de Pichi-Ignao, pero no pudimos ir. Por desplazarnos 4 kilómetros un taxi nos cobraba lo que a todas luces parecía una estafa. Así que aplicamos Plan B y disfrutamos de las bondades del Lago y fuimos a conocer a una señora de ascendencia huilliche que días antes mi mamá divisó. Le llevamos unas galletitas que agradeció muchísimo. 
¿Se nota que yo era la que tomaba fotos? Jajajaja, es que es tremenda vista, no puedo obviarla. 

Un día antes ya había visto este lugar, tuve que regresar al otro día para fotografiarlo. Fijaciones de una geminiana po.

Martes 11 de febrero:

Este día lo había destinado a conocer el Museo "El tringlo" y la Iglesia de Lago Ranco. Ambos estaban cerrados. Es raro lo que ocurrió con esto. Como saben, yo de profesión soy Licenciada en Historia, por ende, esto debería haber sido uno de mis primeros lugares en la lista de lugares por conocer, pero no fue así. Yo sigo amando la Historia, pero ir a un Museo ya no es algo que me entusiasme tanto. Jajaja, como anécdota, en un verano, yo con 16 años pedí ir a Frutillar porque en la tele mostraron el Museo Colonial Alemán y yo DEBÍA conocerlo, obvio... y que no se malentienda, yo sigo con ganas de conocer muchísimos museos (Hola MoMa, Hola Louvre) pero no se si quiero continuar visualizando la propuesta con la dirección cultural y/o museográfica chilena. Algún día, analizaré más a fondo este tema. 
Continuando, este día mi mamá se compro un poncho para ella y a mi me regalo uno de lana natural, bello bello.  Fue el último día en ese maravilloso lugar.
Iglesia y cielo bello. Siento que la Iglesia sigue un patrón arquitectónico.

Me gusta mucho fotografiar flores, sobre todo las que crecen libres en el Sur. 

Afuera el hotel Phoenix habían 3 banderas flameando, multiculturalidad que le llaman. 


Miércoles 12 de febrero:

Comenzamos el regreso hacia Valdivia. Sin embargo, no nos queríamos ir sin conocer el otro lado de la ribera de Lago Ranco: Futrono. Así que al llegar a Valdivia, dejamos los bolsos en la hostal y emprendimos nuevamente el viaje. Estuvimos 4 horas en Futrono y la verdad verdad, no volvería. Lo que yo buscaba, siempre estuvo al otro lado de la ribera. Tomamos una buena decisión al elegir hacia el lado Sur nuestro destino vacacional.
Mi pelo sale con mucho frizz, pero es una de las pocas que salgo con la mamá en Futrono. 

Mi tía artista amateur me dijo que quería hacer un cuadro con esta imagen. 



Jueves 13 de febrero:

Este día estuvo destinado a disfrutar de las bondades gastronómicas de la capital de la Región de los Ríos.
Yo estuve en el año 2006 en Valdivia y ¡vaya como ha cambiado en 7 años! Ahora es mucho más "ciudad", cuenta con casino, hoteles, mall y una nueva costanera hermosa por una de las laderas del Río calle-calle. 
Antes de almorzar fuimos a la Kunstmann a beber. La idea ese día, era almorzar algo marino, así que no fue opción, por esta vez conocer la carta del restaurant, pero igual picoteamos unas empanadas de queso la cual incluía la mejor salsa del mundo. En serio, aún no me la puedo sacar de la cabeza. Y obvio que bebimos, si a eso íbamos poh. Mi mamá pidió una gran torobayo y yo una cerveza miel. No habíamos tomado desayuno, así que calculen ustedes los mareos que tuve después, jaja. En el almuerzo, fuimos al mercado de Valdivia y por esas casualidades, entramos al mismo local que hace 7 años atrás. A veces el destino te invita a recordar. 
Y por último y no menos importante... despedimos las vacaciones tomando oncecita en el Café Entrelagos. Ambas pedimos un chocolate caliente Entrelagos, que a su vez incluía un licor de frambuesa, muy rico. Y un pastel de chocolate sacher. Este último no lo terminé, pero no importa, porque mi mamá pudo con él, jajaja. 
Y obvio que tenía que traerme un "recuerdito" de la chocolatería y como era vísperas de San Valentín, estaba peor que Transantiago en hora peak. Compramos unos chocolatines con forma de corazón y unas mini-mermeladas de Arándanos, Rosa Mosqueta y Frambuesa. Estas últimas aún sobreviven. 
Quiero una ahora. 

La mamá en uno de los tantos lugares que hay para fotografiarse. 

La costanera que yo no conocía del Calle-calle. 

La esquina de la chocolatería. 

Fe-li-ci-dad. 

Hice como que estaba fotografiando la lámpara, pero no... la idea era capturar a esos viejitos bellos. Amour. 

Fueron unas bellas vacaciones. Fue un gran paso. Fue bacan regresar sanas y a salvo a la casa esta vez. Nada más puedo agradecer a quienes han leído mis aventuras vacacionales, no las quise olvidar, por eso el registro <3. 
Un abrazo.