Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

martes, 26 de mayo de 2015

#TAG: 30 cosas que nadie pregunta

Hace bastante tiempo que quería responder uno de estos TAG con preguntas "un poco más fuera de lo común",  que he visto publicados en varios en los blogs amigos. Este lo ví en este blog, buscando algún TAG que me interesara responder y que no hubiese visto antes. Menos chachara y aquí vamos! 



1. ¿Duermes con las puertas de tu armario abiertas o cerradas?
Siempre cerradas!!!  Uno de mis TOC es cerrar todo antes de –valga la redundancia- cerrar las pestañas. Una vez recuerdo que deje abiertas las puertas del closet y a mitad de la noche tuve que pararme y cerrarla, me perturbaba, jajaja.

2. ¿Tomas el shampoo y el acondicionador de los hoteles?
Sí, porque son GRATIS. Jajajaja, o sea, no lo hago por eso, porque de todas formas ya lo pagué en el check-in, pero la mayoría de las veces, me los traigo de “recuerdo” porque tienen el logo del hotel, jajaja.

3. ¿Te gustan las notas post -it?
Sí, las uso para todo! Anotar cosas que debo hacer, a corto, mediano y largo plazo. Tengo buena memoria a largo plazo, pero a corto me falla bastante. Jajaja, soy como los abuelitos <3.

4. ¿Cortas los cupones y luego los usas?
No, pero uso harto Groupon… vale?

5. ¿Preferirías ser atacado por un oso o un enjambre de abejas?
 Si tuviera que elegir, el oso. Tengo terror a las abejas, desde que la amiga de mi prima Claudia, murió porque fue atacada por una abeja, no sabía que era alérgica y falleció a causa de un paro cardio-respiratorio. Del terror. Además me imagino que con el oso sería más rápido, jajaja.
  
6. ¿Tienes pecas?
Sí! O sea más bien lunares.
7. ¿Siempre sonríes para las fotos?
Sí, siempre!
8. ¿Alguna vez contaste tus pasos al caminar?
Sí, la mayoría de las veces cuando ando aburrida. Eso sí, basta que me desconcentre una vez y dejo de hacerlo.
9. ¿Bailas aunque no haya música sonando?
Sí, jajajaja.. pero solo cuando estoy sola y en contexto de hacer el aseo, jajaja.
10. ¿Muerdes tus lápices?
Lo hacía más cuando era niña, pero aún me parecen irresistibles las tapas de los lápices BIC (que casi nunca uso).

11. ¿De qué tamaño es tu cama?
De dos plazas, porque duermo con mi mamá desde que papá murió. Y la mía mía, que casi nunca uso es de plaza y media y la odio.

12. ¿Cuál es tu canción de la semana?
“La edad del cielo” de Jorge Drexler.
13. ¿Está bien que los chicos lleven rosa?
Obvio! Abajo los prejuicios sexistas!
14. ¿Aún ves dibujos animados?
Sí, jajajaja. ¿Cuenta cómo dibujo animado Los Simpsons? Si es así, siempre los veré, porque me encantan.  Ah, y tampoco le hago el quite aún a Dora, la exploradora y Bob Esponja.

15. ¿Fuiste scout?
No, me daban miedo. O sea, no ellos, más bien las actividades que hacían, jajaja.
16. ¿Lo mejor que puedes comer para desayunar?
Juguito natural de cualquier sabor, más tostadas con palta y un tecito.

17. ¿A qué hora te acuestas habitualmente?
Uh, paso. Jajajaja, como a las 1:30 o 2.00 am?
18. ¿Cuándo eras niña de que te disfrazaste para halloween?
Como les conté en la entrada de los disfraces, mi mamá siempre me disfrazaba de bruja, porque era lo más fácil, jajaja.  Me vestía de negro, me escarmenaba el pelo y se veía aún más desordenado y me ponía el clásico gorro de bruja.

19. ¿Qué animal eres en el horóscopo chino?
Serpiente.

20. ¿Ves telenovelas?
Sí, son mi placer archimega culpable. Eso sí, no me esclavizo a ellas, si no la veo por semanas, igual me vuelvo a enganchar rápido, pero si las pillo en un horario libre, me hipnotizo viéndola hasta que se acaba el capítulo.
21. ¿Has usado un arma?
No, y ojalá nunca necesite hacerlo!
22. Primer concierto.
Jajajajaja, creo que fue uno de la Shakira por elección propia. Y obligada, tiene que haber sido de Inti-Illimani con mis papás.
23. ¿Cantas en la ducha?
Obvio!!!!!!! Hago los medios recitales con mi repertorio! Jajaja.

24. De niña ¿qué querías ser de grande?
Uf, creo que secretaria para tener disponibles varios papeles y lápices, jajaja.

25. ¿Crees en los fantasmas?
Sí, pero no. Esos que dan miedo, no.

26. ¿Usas pantuflas?
No, pero uso unas odiadas crocs falsas del líder para trajinar aquí en la casa y son lo más cómodas que hay.
27. ¿Alguna vez has llorado de felicidad?
Sí, y ha sido el mejor sentimiento que he experimentado.
28. ¿Has estado enamorada?
Sí, dos veces. Y aún no se me quita esa enfermedad, jajaja.
29. ¿té o café?
Té!!! El lady grey de twinings es mi favorito <3. Ah, aunque el café también me gusta, pero descafeinado.
30. ¿Puedes aguantar la respiración sin apretar tu nariz?
Sí!! Hay varias técnicas, me las enseñaron cuando hice el curso de natación.
Y esas serían las preguntas, quien quiera hacer el TAG que lo haga en su blog o me comparta sus respuestas en los comentarios!! J
Abrazos!

martes, 19 de mayo de 2015

Multi-emociones en una mañana cualquiera

Hoy iba a escribir algo completamente distinto, PERO, en la mañana viví una situación que quiero darle vueltas, porque a simple vista podría ser una anécdota más... sin embargo, siento que el miedo que experimenté, no puede quedar "solo ahí". 

Resulta que hace semanas estaba planeando ir a la renombrada exposición de Yayoi Kusama en Corpartes y como no quería pagar la entrada, sabía que tenía que ir en las mañanas y por ABC motivos recién hoy pude ir. Averigüe en la página que tenía que hacer y recomendaban llegar a las 9.30 am a retirar una pulsera que te permitía ingresar a la muestra. Planifiqué mi viaje, superé el temor de perderme en Las Condes (cuando era niña e iba con mi mamá, siempre nos perdíamos, así que desde ahí le tengo cierto "respeto" a desplazarme hacia esa comuna, jajaja) y voilá, tomé el metro hasta Francisco Bilbao, para hacer la conexión hasta Manquehue Norte, en la micro C07. 

Todo iba bien, logré sentarme en un horario que es prácticamente imposible... para matar el tiempo, saqué el libro que me estoy tratando de leer hace semanas y charaaaaaaan, al haber pasado no más de 4 cuadras, siento que me toman el libro como cuando te roban algo. Y quedé en shock. Como la mente es rápida, me imaginé mil cosas y después dije "Nah, ni cagando me estan robando el libro". Miro la cara de la persona y evidentemente era alguien con deficiencias mentales.Como estaba en shock, yo le decía con los ojos vidriosos que soltara el libro y él más lo tiraba (hasta que lo rompió. Snif.). De pura desesperación, le digo a una mujer con la que iba sentada que me ayudara. Nunca había pedido auxilio por nada en mi vida, pero en ese momento ni siquiera pensé lo que estaba ocurriendo... era como otra dimensión.

La cosa es que cuando ya me rompió el libro, me dice "DAME EL ASIENTO Y TE DEJO DE MOLESTAR". Y la cosa es que tanto yo, como la señora a la que le pedí ayuda, nos tuvimos que parar y cederle el asiento. Me fui a un rincón y me quedé full pegada. ¿Qué hubiese pasado si esa persona hubiese andado con alguna arma blanca y me hace daño de verdad? Porque evidentemente lo que viví fue una agresión, una afortunadamente "menor", pero agresión al fin y al cabo. El hecho... ¿Quedaría impune solo porque es una persona "enferma"? ¿Qué se hace en estos casos? ¿Cómo debería uno reaccionar?

En una se me acerca una señora viejita y me dice: "A mi una vez me tomo del cuello y me dijo "El asiento es solo para mi, párate". Otra después me contó que lo hacía solo con las mujeres. Y yo solo pensaba "Por la cresta, se que es una persona que no esta bien, pero mínimo debería ir acompañada, él debe tener familia y deben conocer sus reacciones violentas". Y sigo pensando lo mismo. 

Fue increpandonos a mi y a la señora  (a la que le pedí ayuda) todo el camino y se bajó en el Unimarc (trabajaba ahí, llevaba un poleron con el logo del super) de Manquehue con Los Militares, es decir, un paradero antes que yo, ni siquiera me imagino que me hubiese hecho si es que nos hubiésemos bajado en el mismo. Y sigo pensando si escribir algo o no, porque se que ese supermercado tiene un proyecto de integración laboral. que me parece PERFECTO, pero si sabemos que él tiene ese tipo de reacciones y si es que atiende a personas, es, potencialmente un "peligro". Por otro lado, pienso en su familia, en lo mierda que es este país a nivel de integración y me dan ganas de no decir nada. 

La cosa es que al bajarse... otra señora X de la micro, me BLINDÓ (abrió los brazos y se puso delante mío) y me dijo "Cuidado!!!!". Ni les cuento lo cagada de miedo que quedé. Le agradecí y me dice "Yo se que es enfermo, pero pucha que es molesto sentir este MIEDO todos los días". 

Me bajé y me puse a llorar!!!! Yo creo que fue por las emociones contenidas durante todo el trayecto. Y después pensé en lo afortunada que era por no tomar casi nunca ese recorrido. Después que me tranquilice, le pregunté a una persona donde quedaba la dirección a la que iba (Rosario Norte 660) y parece que él también iba en la micro y cacho mi situación... y me acompañó hasta CorpArtes. Buena onda el tipo. :) 

Cuando llegue a CorpArtes, tenía dos alternativas: 1- Seguir con la nube negra y con pánico. 2- Disfrutar. Preferí la segunda y fue todo perfecto. Les dejo fotos: 
Esta sala es maravillosa. 

Super seria porque solo me quedaban 3 segundos antes que se acabara mi tiempo para estar en la salita. 

Me adelanté a un curso de colegio y fue la mejor decisión, porque pude estar solita mucho rato en esta parte que era la que más me interesaba! 

Universo <3


Colores 





Haciendo paz, para verme... jajaja. 

Quiero una pieza así!!! Era como el paraíso de los colores. 

Era el lugar perfecto para una selfie po. :D


¿Qué me pareció la exposición? En una palabra; MARAVILLOSA. Nunca había experimentado tantas emociones al visitar una muestra. Siempre había escuchado/leído que el Arte era capaz de llevarte a sensaciones complejas y yo jamás sentí eso, en ningún lugar de estas características que había visitado. Es una seca Yayoi Kusama y de verdad agradezco a CorpArtes, por dar la posibilidad que al menos en una parte de cada jornada, dejen entrar gratis. A quien no la ha visitado, se las recomiendo a ojos cerrados.  


¿Les ha pasado una situación como la que relato? ¿Qué hicieron o que harían? 

Abrazos!

martes, 12 de mayo de 2015

El largo camino de superar la onicofagia

Esta entrada la tengo pendiente hace mil siglos. Ya, en verdad no tanto, pero quiero escribirla desde que cumplí 6 meses sin morder mis uñas, pero después se me ocurrió que sería más idóneo escribirla cuando cumpliera un año y ya tuviera más conocimiento de causa lo que significa dejar atrás la onicofagia que fue tan característica, durante 18 años de mi vida. 

Primero les cuento como partió todo: Típico que cuando uno es cabra chica, adopta muchas malas costumbres de sus pares, sobre todo si eres una niña tímida y por tanto, insegura. Cuando iba en segundo básico, me juntaba con una compañerita que se mordía todo el santo día las uñas y yo veía tanto placer en su cara cuando lo hacía que pensé "Oh, debe ser bacan, ¿Qué tal si lo hago yo también?". Mis padres obviamente se preocuparon por mi nueva conducta y recuerdo que en cada reunión familiar, alguien le recomendaba alguna estupidez para frenarme la cuestioncita, ejemplo: colocarme ajo o ají en las uñas mientras dormía. Nunca lo hicieron, menos mal, jajajaja. Y bueno, estas fueron mis impresentables uñas desde los 7 años. 
Sí, me las pintaba. Tomé esta foto en noviembre del 2011, porque las encontraba "bellas", jajajaja. 

Mi papá, siempre me impulsaba a dejar de morderlas. Onda, mi mamá me retaba por hacerlo, pero él me invitaba dejar de hacerlo, mediante "premios". Jajajaja, muy conductista en mi crianza, como pueden ver. La primera vez que recuerdo que intente de dejar de morderlas "en serio", fue en agosto del 2004 y en esa ocasión, mi papá me ofreció regalarme todas las monedas de 100 que tenía en su alcancía que en total eran como 20 lucas. La cosa, es que como nunca explicito cuanto tiempo tenía que dejar de hacerlo, yo al mes, me aproveche y le dije "Ya papi, lo logré dame mi premio". Y como era mega regalona de él, accedió y me las pasó. Adivinen: obvio que después de comprarme un secador de pelo con el dinero "ganado" (Ni idea porque elegí eso a mis 15 años) retorné en menos que canta un gallo, a mi manía. 

Después de aquella ocasión, todos los años intentaba dejar de morderlas, pero nunca superaba los dos meses, onda las veía largas y más ganas me daban de quebrarlas, porque la sensación era aún más "placentera". Ni decirles que nunca me resulto lo de pintarlas para que se vieran bonitas y así dejar de hacerlo. Menos efecto tuvo en mi, el clásico esmalte de mal sabor de avon. NADA me resultaba. 

Recuerdo que en 2011, venía casi todas las semanas a acompañarnos una querida amiga de mi mamá y siempre traía sus uñas esmaltadas y a mi me encantaba mirarlas. Un día le dije lo bonitas que se veían, a lo que ella me respondió: "Oye Paz, y por qué no te las pintas tú?" a lo que yo respondo "Pero Pame, coooomo, si las tengo horribles" y ella fue capaz de darme la confianza que nunca nadie me había dado y me dice "Ayyyy, mi hermana las tienes más cortas que tu e igual se las pinta". A mi nunca me ha importado mucho el que dirán, así que pase varios meses pintándome los "cachos" de uñas. Un día noté que realmente estaba dando jugo y la foto que vieron anteriormente, fue una de las últimas que capture. Mentira, en la Navidad del 2012, me hice hasta diseños en las uñas y todos se reían de mi "hazaña", jajaja. 

El 2013, como según yo, ya no pasaría por períodos de estrés por pruebas universitarias (pensando que desde ahí provenía mi "mal") , decidí nuevamente dejar de morderlas y partí un 01 de abril. No pase más allá de mediados de mayo. Les nombro este año, porque recuerdo que en esas semanas, en Zancada, subieron esta imagen en una entrada, yo la guardé y le puse de nombre al archivo "asi quiero mis uñas".
Sigo encontrando muy lindas las uñas de esta imagen.

Meses después me compré un computador nuevo y ahí quedo la imagen. Este año, como el computador nuevo se echo a perder (aún no he podido arreglarlo) volví al antiguo y ahí estaba la imagen... ni siquiera puedo expresar lo orgullosa que me sentí al descubrir que ahora, las tenía más largas de lo que me propuse en el 2013. Pequeños logros para cualquier persona, un gran salto para Aída. 

Y la pregunta del millón ¿Cómo lo logré? No lo se, jajajaja. Fue un cúmulo de situaciones que procedo a contarles:

1- De a poco, fui notando que cada vez que alguien me decía lo cortas que tenía mis uñas, a mi me daban ganas de esconder mis manos. Onda, ya me estaba afectando socialmente... algo que nunca, les juro que jamás, me había pasado antes. 

2- El 01 de mayo, fuimos al cumpleaños de una prima y una de sus cuñadas, estaba vendiendo esmaltes esika y hubo un color que me enamoró. Prometía hasta endurecer las uñas y yo me dije "Por qué no intentarlo una vez más, para lucir este bello tono? Aproveche de que mi mamá lo compró y estuve todo el mes de mayo usándolo. Como era clarito tipo nude, ayudaba mucho y pasaba más o menos "piola".
Se llama "rosado carnaval". Ya no lo tengo. 

3- Lo que si me ayudo bastante, fue no pensar al menos durante el primer mes que esto no lo haría NUNCA MÁS. Recordé que las veces anteriores, siempre caía en la tentación, porque el "Nunca más" me parecía inabordable, hasta iluso. En cambio el 2014, cada vez que le contaba a alguien de mi desafío, le bajaba el perfil y decía "Ah sí, lo estoy intentado, pero quizás no dure más de 2 meses". 

4- Cuando cumplí 3 meses y medio, me tome esta foto y supe que ya no había vuelta atrás, al menos  de manera consciente. Me estaba comenzando a gustar esto de lucirlas así:

AMO esta foto.
5-  Por razones obvias, después que tomé esa foto, muchas uñas se me fueron quebrando,  ya que hay que recordar que durante 18 años, nunca habían estado tan largas. Antes, cuando alguna se me quebraba, yo me enojaba y las mordía todas (Sí, 0 tolerancia a la frustración). Incluso, siendo sincera, en una semana colapsante de pega, que tuve a inicios de septiembre, me mordí "sin querer" una y dije "sería todo". Y no,  afortunadamente, lo superé. 

6- A mi me sirven MUCHO los premios, por lo que, mes a mes, me he ido comprando esmaltes "caros" (al menos para mi presupuesto). El primero que me compré fue uno que anhelaba hace mucho tiempo: el clásico "Ruby pumps" de China Glaze. Desde el 01 de junio del año pasado, que he ido acumulando una mini colección de esmaltes OPI o China Glaze, jajajaja... igual tengo de otras marcas, pero los premios para que sean "significativos" los reservo a esas dos, porque siento que les hago un "cariñito"a las otroras maltraídas uñas. Leseras mías. 

7- Como soy matea, desde el día 1 que decidí emprender este desafío, me he informado mucho del ítem "uñas". Hasta podría escribir "La historia de las uñas" (jajaja) o un libro de autoayuda, pero como no me gusta la psicología barata, decidí que era mejor escribir esta entrada y ojalá, humildemente, a alguien en el futuro le sirva.  A mi me gustaba mucho leer las historias de otr@s en los foros que leía en los primeros meses y bueno, acá está la mía.

¡Gracias por leer hasta aquí! ¿Conocen a alguien que haya superado la onicofagia? ¿Me recomiendan algún esmalte lindo? Jajajaja. 
¡Abrazos!

martes, 5 de mayo de 2015

Visitando con Aída: Valparaíso - Viña del Mar

Pensé harto si poner de título el ya clásico "Viajando con Aída", pero preferí crear una nueva sección para el blog y mostrarles ciertos lugares que me maravillan en diferentes contextos. Ojalá me resulte esta vez y no quede en el olvido como otras, jajajaja.

El fin de semana recién pasado, fuimos con mi mamá a la playita, inicialmente la idea era ir con mis primos y ella a Mantagua, pero los planes se fueron haciendo humo, así que decidimos partir solitas a un lugar que nos gusta mucho, como es el Puerto lindo y la ciudad jardín bella. Sacamos los pasajes en bus con antelación, reservamos una hostal también precavidamente, para darnos cuenta que en verdad no mucha gente viaja para ese destino en estas fechas, obviamente una ¡grata sorpresa!

Salimos de Santiago a las 9.50 am, para aprovechar al máximo el día... llegamos a las 11.30 am a Valparaíso, buscando una micro/colectivo que nos llevara hacia Cerro Yungay que es donde se encontraba la hostal que cumplía con las 3b y además, era atendida por sus dueños franceses ¿Qué mejor? Este lugar, me lo había recomendado una vecina en el año 2007, quien se había enamorado de la buena onda que se generaba en el lugar y pucha que tenía razón! Por abc motivos, nunca habíamos  encontrado cupo para arrendar, o bien, nos quedábamos en Viña, cuando íbamos en temporada del festival, pero cada vez que vuelva a Valpo y necesite quedarme, no lo dudaré y regresaré donde ellos.
¡Si incluso en la mañana siguiente pude repasar un poquito lo aprendido en el curso que tomé el año pasado! Fue bacan, se los juro.

Posteriormente, fuimos a comer chorrillana al J.Cruz, por lo que tuvimos que bajar el Cerro y charaaaaaaan a dos cuadras, estaba este mítico restaurant que nos gusta harto con la mamá. Hemos probado varios, entre ellos Cinzano -que odié- pero siempre que vamos regresamos al J. Cruz. Después de aquel almuerzo, decidimos subir el Cerro Bellavista en ascensor y visitar el Museo a cielo abierto.
La mami esperando la chorrillana, jaja. 

Perdón la chochera, pero ese día cumplí 1 AÑO desde que decidí superar la onicofagia. Debo un post de ello.

Ñam ñam, la inigualable chorrillana. 

Quiero una ventana así...

Adivinen que me recordó: ¡Caminito, obvio! 

Una de las pinturas, de no se quién... porque como pueden ver la infografía estaba rayada. 

"Más temprano que tarde, estallará la primavera" 

Hasta las farolas son lindas. 

Otro mural muy lindo. 

Este fue uno de mis favoritos... era en honor por lo que entendí a Matilde (la esposa de Neruda) y abajito decía uno de sus clásicos versos "Me gustaría hacer contigo lo que la primavera hace con las flores" 

Otro más... 

Peldaños coloridos... 

Paz y muchos colores... 

Mi mami in fraganti en el whatsapp, jajaja. Yo andaba mega libre, porque me volvieron a robar el celular y estuve 10 días desconectada. Fue bacan. 
Decidimos bajar caminando el cerro por la bajada de la calle Ferrari, por dos razones. Una porque queríamos seguir viendo los murales que hay por ese lado y dos... porque quería enfrentar al menos parcialmente el miedo que me da Cerro Florida. Resulta que el año nuevo de 2009, decidimos pasarlo allá, por lo que buscamos hospedaje y el único disponible estaba en aquel Cerro. Como buena santiaguina, no tenía ni la más mínima idea que aquella subida era muy peligrosa y hasta los colectiveros la suben con cuidado. Llegamos muy cerca de las 00.00 hrs, por el taco que se hace en la carretera...yo llamo a la señora con la que habíamos hecho el trato de la casa y me dice "Vienen en auto? Suban con mucha precaución y siempre enganchado" Le dije eso a mi papá quien iba manejando, por alrededor de 7 horas... subimos y experimenté el terror más grande de mi vida hasta ese momento. El miedo a volcarme ha sido terrible desde esa noche, se me hace un nudo en la guata cuando bajamos a estacionamientos subterráneos y más de alguna vez, he terminado llorando de pánico cuando nos hemos topado con un taco en una de esas subiditas (ah y consideremos que vivo en Peñalolén, así que varias veces me enfrento a ellas). Y ese es uno de mis mayores miedos para atreverme a hacer el curso de conducir. Lo llevo pateando desde ese día y ahora me veo en la necesidad de hacerlo y sentía que debía enfrentarlo, desde el mismo lugar donde todo partió. Y fue bastante óptimo, ya que la subida si bien es peligrosisima, no es tan macabra como yo la recordaba. Ahora solo me faltaría subirla, cuando vaya a la Sebastiana y ya daría por archivado ese miedo. Por algo se parte ¿no? 


Mural que le hacía honor a la Caperucita. 

                                                     Una de las bajadas del mal, jajaja. 

Después caminamos MUCHO y llegamos al Puerto mismo. Hacia mucho frío (al fin, sentí frío máximo) así que subimos alrededor de las 20.00 hrs a la hostal, nos tomamos un café con pastelitos y al merecido descanso.  Al dia siguiente, nos levantamos, tomamos desayuno preparado por los franceses de la "Maison de la mer" y partimos a Viña del Mar. 

He ido muchas veces a Viña, porque me encanta y alguna vez me gustaría vivir allí... pero no conocía el "Jardín Botánico Nacional" que queda en aquella ciudad y vaya que me perdía de mucho. Ese día, hizo mucho calor, así que pudimos disfrutar ene de las caminatas y los senderos... además como este "veraotoño", aún no se instala del todo, aún quedaba mucho verde que estaba en su esplendor. Me gustaría ir nuevamente en primavera, para ver el cambio de colores.  El valor de la entrada es de $2000 por persona y vale la pena pagarlo, porque está muy bien cuidado.

La entrada 

Otoño 

Verde 

Hay un sector dedicado a la flora de Isla de Pascua 

Con un Moai, obvio. 
Mami con fondo muy verde. 


Sector dedicado a la palma chilena. 

Sector homenaje a Japón 

El cerezo sin cerezos. 

Ni idea como se llama, jajaja... pero era linda. 


Todo el sendero, indicaba la laguna... así que este momento era esperado, jajaja. 


Lagnna en su esplendor con flores bellas.
¿Volvería? Siiiiiiiii, era muy relajante caminar por sus senderos y además porque según el plano solo caminamos una parte pequeña del jardín, más o menos dos horas y media. 
Alrededor de las 4 de la tarde, fuimos a almorzar al sector del casino de Viña y después obviamente bajamos a la playa a ver el atardecer. ¿Hay algo más maravilloso que ese proceso que nos otorga día a día el Astro Rey? 

En la playita, feliz y con frío... :) 

Sol comienza a irse. 

Amarillo lindo. 

Adiosito. 

Ya casi nada... 


Fin del día. 
Como ven, fue un finde super relajante, conocimos harto y caminamos ídem... jajaja. ¿Conocen estos lugares? 

¡¡Abrazos!!