Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

lunes, 24 de julio de 2017

¡No más visitas - por un tiempo- por favor!

Aviso al tiro que este post, es un tipo de descarga-reflexión. Jajajaja, o sea, casi siempre mis post tienen esa tónica, pero esta creo que se verá aún más acentuada. Dejando por expuesto esto, procedo a profundizar.

Resulta que una tía materna, estuvo por cerca de dos semanas en mi casa. Y me agotó. Que mala onda dirán ustedes, pero es que de verdad, no hay como estar cómoda en tu casa, sin presiones, sin tener que estar poniendo buena cara todo el día y tratando de hacer sentir bien a una persona, solo porque es visita. Recuerdo que una vez, un compañero de la Universidad (no daré nombres, porque a esta altura ya no sé quién pasa por aquí, misteriosamente, ups) me dijo que él prefería pasar todo el día en la Biblioteca de la Universidad, porque no quería llegar a su casa y tener que enfrentar a su familia que venía del sur. Era algo así como mediados de enero, estábamos en período de tesis, pero aún así, según mi yo de ese entonces, nada justificaba que no quisiera estar en su casa compartiendo con sus tíos y prim@s. 

Cuantas ganas me dan de mandarle un mensaje hoy por hoy y decirle: ¡Cuanto te entiendo! Es que haber, partamos. Mi tía, no es una persona dócil y que se adapte fácilmente, no no no, algunos de sus comentarios que me tenían mega-chata eran:

1- "Nosotros en la casa compramos esa marca y es mucho mejor"

2- "Nosotros en la casa almorzamos a tal y cual hora y es mucho mejor"

3- "No me gusta como cocinas los fideos, deberías dejarlos más rato"

4- "La quinoa parece fideos cabello"

5- "Yo en la casa, limpio todos los días la cocina, tú, deberías hacer lo mismo"

No hubo día que no quisiera decirle: "Perfecto, pero esta no es tu casa". Pero me mordí la lengua, solo para no generar la tercera guerra mundial. Ya, pero en serio, qué agote. Se que son comentarios de una persona mayor de 75 años, que no va a cambiar, que tiene sus estructuras y miles de etc's más, pero el problema es que mi tía, es de "alta demanda", no las dejas conforme con nada, nada es perfecto y siempre, por más que pongas todo de tu parte, habrá un "pero". Y eso me frustra. 

Tengo claro que hasta aquí, vamos en modo #puropelambre, pero, de verdad que para una próxima visita larga, me gustaría considerar lo siguiente:

1- No me podré poner mi ropa de "indigente" para andar en la casa.
2- No podré salir a lugares que quiera, a la hora que se me plazca.
3- No podré preparar la minuta, solo considerando mis gustos y los de mi mamá.
4- Tendré que acostumbrarme a hacer panoramas que la otra persona también quiera, aunque eso no me guste a mi. 

Y sí, suena individualista. Sé que lo es. Pero en el último tiempo, he recorrido un laaaaaaargo camino para darme cuenta que cosas me hacen bien y cuales no y definitivamente compartir mi tiempo/espacio con gente que no logra ceder un poco, es algo que prefiero evitar. 

Más encima, el viernes se fue mi tía y el sábado, vino mi primo a pasar la noche acá, porque queríamos ver una película juntos en Netflix. No sé si fue porque aún no recargaba energías, tras las dos semanas de la visita anterior, pero a pesar, de que este primo en cuestión es mi regalón, igual me incomodó, tener que estar congraciandolo en todo y no pudiendo ser yo misma, como en el día a día. ¿Seré yo el problema? ¿Seguiré agotada?  ¿Les pasa a ustedes?

Super  fino el humor, pero reals, no?

Dos cosas quiero dejar en claro, antes de terminar esta entrada:

a) Me encanta que vengan visitas "temporales". A comer algo rico, a tomar tecito, a almorzar junt@s,  que alteren mi modo de vida, es lo que me incomoda. A todo esto, tengo una prima, que odia todo tipo de visitas, excepto en los cumpleaños/navidades, etc... porque sabe que ahí le llevaras regalos e incluso algunas veces pide cooperaciones para dichas celebraciones (cumpleaños de los hij@s y propio) ¿Patudo, no?

b) Juro que no soy un grinch, pero necesitaba este desahogo.

¡Cariños!

lunes, 17 de julio de 2017

(ex) Señorita "intelectual"

Yo quería ser intelectual, con todos los estereotipos que venían acompañados. Excepto los lentes. Nunca me ha gustado como se ven en mi cara redonda los lentes ópticos, ni por muy estilosos que sean. Ya, pero en serio, yo soñaba con ser un ratón de biblioteca, que me invitaran a Seminarios/Conferencias y estar sentada en un podio, donde tod@s hicieran como que me escuchaban, o sea, en pocas palabras, creerme la muy muy, por pertenecer a la "Academia". Eso, claro, hasta que me "bajé del pony". 

¿Cómo me bajé del pony? A porrazos po. Descubriendo que con un mísero título universitario, no era nadie. Que habían 97893979 tras de mí, con el mismo título y quizás, hasta mejores ideas. Me dolió, claro, porque mi círculo, me había acostumbrado a los comentarios de "tú eres la más seca", "tú, tienes buenas ideas", etc, etc, etc. Eso obvio, contribuía a mejorar mi ego alicaído, pero cuando me enfrenté a la "bienvenida realidad", me di cuenta que eso valía callampa, para el mundillo laboral. 

Tiempo después, hasta me di cuenta que no solo valía nada en el aspecto laboral, si no, en la vida misma. Onda yo prefiero relacionarme con gente que quizás no tiene los mejores títulos, ni ha asistido a los mejores seminarios y sabe 5 lenguas (incluida una ya muerta). No. Prefiero escuchar las historias de gente que ha sabido enfrentar diversos tipos de adversidades o ha dado alguna lucha en algún aspecto de su vida. Para mi, ahí radica la inteligencia que necesita este siglo. Lo demás, está en Google. 

Ahora, como en todo, me gusta el equilibrio. También odio un poco a la gente que se jacta de no leer nada (tengo un primo que es profesor y me lo dijo innumerables veces) y que siente que igual se puede desenvolver perfectamente en la vida (con miles de horrores errores ortográficos de por medio, pero blah). Aún me sigue gustando mucho más la gente con la que puedo compartir gustos literarios, pero una cosa, no quita la otra. 

Hablando de lectura... Yo antes de verdad que no leía nada más que fuera de Historia o Filosofía. Sentía que lo demás era una soberana perdida de tiempo. De hecho, lecturas de ficción casi no sabía que existían, jajajaja. Pero desde que me desligué de esa "atadura intelectual", he disfrutado el tiempo leyendo estos típicos libros que nacen de blog's, como esa famosa saga de "Los juegos del hambre" al que llegué por recomendación de mi adolescente primo. 

Hace algunas semanas, íbamos en el auto de una de mis jefas y yo me puse hablar de que odiaba mi pelo si no lo alisaba. Pasamos todas las lindas cuadras de Santa María de Manquehue (já) hablando de mi cabellera, todas me daban consejos capilares, todas mayores que yo. Todas, excepto dos. Una, por tímida y la otra, porque en serio, se jura. Y ahí me acordé que ella una vez, cuando veníamos en la cromi, me comentó que quería irse al extranjero, hacer un magíster en inglés y blá blá blá. Yo no digo que no hay que tener aspiraciones, pero pienso que tienen que ser "aterrizadas". Ya, pero "personaje en cuestión", salió recién el año pasado de pre-grado, y obvio que aún no se pega el alcachofazo. Ya bueno, tampoco quiero hacer honor al deporte nacional del chaqueteo, pero lo que me llamó un poco la atención, fue su cara de desagrado (eso de mirar por encima del hombro) porque que atroz gaia' que estuviéramos hablando de algo tan frívolo como el pelo. 

Hace poco, empecé a asumirme como frívola y un poco vanidosa. O sea, no soy de maquillarme en exceso y la mayoría de las veces salgo camino al gym, a cara lavada, pero me encantan, los accesorios, los esmaltes de uñas y todo lo que brille, incluso fui más allá y dije que amaba el rosado, para desatar la furia de algunas feministas que no entienden el trasfondo del concepto. Y saben? Caché que no todo tiene que ser totalitario, blanco o negro, como lo que comentaba en la entrada anterior. Que disfruto de igual forma, leer la filosofía de la Beauvoir, como pintarme las uñas con rosa pastel. Y no pasa nada. 

Aquí Bob, muy intelectual. 

¿Adonde quiero ir con toda esta reflexión? 
1- Mi parte docente quiere expresarles que uno de tod@s, aprende. 
2- No porque diga que soy menos intelectual, he dejado de ser prejuiciosa en algunos casos. Es que cuando hacía la ayudantía tuve re-malas experiencias relacionándome con parvularias y con educadoras diferenciales. Y he comentado con otros profes y a todos nos pasa lo mismo, o sea, no es un simple pre-juicio. 
3- Es bacan poder escoger en una diversidad de temas y no encasillarme solo con uno. 
4- Ya, si igual en la Universidad después de leer a tipos inentendibles como Hegel, leía LUN. 
5- En serio, me veo patética con lentes. Y necesito un par, porque piti. 
6- Me voy a dedicar un tema, a lo Rumpy: "Cambia esa cara de seria, esa cara de intelectual, de enciclopedia, que te voy a inyectar con la bacteria, para que des vuelta como máquina de feria. Señorita intelectual yo se que tiene el área abdominal, que va a explotar como fiesta patronal, que va a explotar como palestino". Jajaja, típico que escuchaba esta canción de Calle 13, cuando iba en Cuarto Medio (cuando obvio que ya me creía la muy muy, porque era una de las pocas nerds que amaba la Historia) y se la dedicaba mentalmente a una compañera de ese entonces, nunca pensé que cegada, también me cabía como anillo al dedo a mi. Ya no, wiiiiiiii. 

Cuéntenme que opinan ustedes.

¡Cariños!