Hoy comentaré, mis aventuras por los bares/pubs del barrio universitario y por mis compras en una multitienda en el centro de Santiago.
Lo primero ocurrió el jueves. Resulta que yo además de mi carrera, asisto a un Diplomado de Filosofía que es en horario vespertino, es decir, de 18.30 a 21.30. La verdad es que no es mi intención vanagloriarme de asistir a esa Cátedra ni mucho menos, ya que más que aprender filosofía, he conocido gente nueva, y sobre todo he aprendido a relacionarme mayoritariamente con hombres, un graaaan logro pa' mi, que estudié en colegio de puras minas, y hasta ahora, mis amigas eran solamente ladys femeninas, (ni tan ladys algunas, pero bueh).
La cosa es que ese día, llegué a la clase tarde. Iba con el corazón en una mano y la botella de agua en la otra (jajaja agua que después me oxidaría). Abro la puerta y lo primero que veo entre la multitud de cerebritos que hay ahí adentro, es la sonrisa de C.(nombre e inicio de nombre ficticio). y yo me dije a mi misma "bah, jajajá, y a éste que le pasó?". No lo entendería hasta la hora del break.
En la hora del break C. me recuerda la promesa que habíamos hecho hace dos semanas atrás y me dice "Oye vamos a tomar cerveza hoy, te habría llevado a mi depto. pero está muy desastroso" a lo que yo le reclamo y le digo que "quiero un vodka naranja, pero la cerveza no estaría mal". Tira unas bromas que me hacen reír a carcajadas. Después entre talla y talla, entiendo la sonrisa que me tiró al abrir la puerta y me dice "Sabes? yo llegué, y no te vi, y le pregunté a S., porque no habías ido, me acordé de nuestra promesa, y justo cuando me dijo, que no sabía de ti, abriste la puerta y sonreí". Yo le dije, que cómo se le ocurría que no iba a ir, que era una mujer de palabras y blablablá. No se pasen rollos, ya que horas después entre cerveza y cerveza, confirmé lo que creía: Mi nuevo amigo era Gay...
Así con la onda. Salimos de clases, llegamos al bar, me siento en una silla que estaba mala y porrazo al suelo. Jajajaja la verdad es que aún me sonrojo al pensarlo, ya que pensaba "¿Cómo tan mala cuea?!!!" el famoso "trágame tierra" de la miss 17, era poco para lo que había vivido. Es que lo cúatico fue que era mi primer carrete con puros hombres (eran cinco hombres, más la lady que les escribe jejeje). y me caigo, pero lo peor fue que entre esos hombres, estaba la pesadilla que ha hecho tanto sufrir a una amiga mía, con el que NO hablo hace meses y puta, mala cuea, me caí, delante de sus ojos y me imagino que aún se debe reír de mi, aunque mi esperanza es que no lo recuerde, porque él estaba con otro compañero de antes que nosotros en el famoso bar.
Me paré dignamente riéndome. Y todos urgidos por mi jajajaja. Me preguntaban si me había roto algo!! Si querían que fuéramos a una clínica!! y yo pensando entre mi "jajajaja esto es lo bueno de ser la única representante del sexo débil, aquí" pero aunque pensará eso, no se me pasaba la plancha, en serio. Pero prometí, continuar, hacer como si nada hubiera pasado y divertirme, porque pucha que lo necesitaba...
De aquella noche, tengo muy buenos recuerdos, me reí, me reí muchisimo, aprendí de su "seudointelectualidad" y saqué ciertas conclusiones de carretear con hombres:
- No pelan a nadie del sexo opuesto (o quizás era porque estaba yo allí)
- Hablan de sexo, mucho más directo que nosotras.
- No te miran feo si ya vay en el cuarto vaso de cerveza.
- Hablan del futuro como si fueran dueños de él.
- Son fríos, a excepción de mi amigo C.
Obvio que no soy tan tonta pa' creer que de esos cinco tipos que estaban ahí puedo extraer conclusiones universales, pero bueno así era ESE grupito. Regresé a casa, todo iba bien, inclusive la "once" que me sirvió mi mamá que incluía un rico pie de limón que me había mandado de regalo una tía. Como reitero, todo iba PERFECTO (post-caída, claro). hasta que decido ver mi e-mail, y el maldito facebook.
Prometí no escribir mucho de amor aquí, ya que sino TODAS las entradas se volverán enteramente mamonas, como en mi ex-blog, que aún mantengo privado, y sinceramente no pretendo eso. Pero bueno a grandes rasgos, les puedo contar que vi fotos de alguien a quien quiero muchisimo, hace muchisimos años (comparada con la edad que tengo, igual es harto), bien feliz con otra mina. No me juzguen, ni me digan nada porfis, ya me he torturado mucho con el tema, donde la única culpable soy yo y mi fuck corazón. De ahí en adelante, me bajo la pena, hablé con mis amigas por msn, anhelé un abrazo con devoción y agradecí que al día siguiente tenía sicólogo, pero mi ego estaba (está) herido.
Pucha que se siente bien escribirlo. Reconocer que es el ego el que tengo herido, saber que si pongo un poquito de mi parte, podría incluso olvidarlo, pero parece que aún no quiero cerrar ese capítulo.
Al otro día, me levanto con una caña del mal y con los ojos hinchados, porque estoy segura que lloré mientras dormía. Le cuento al sicólogo lo que había hecho desde los 15 días en los que no nos habíamos visto y le cuento a medias lo del episodio de las fotos, porque él -para mi mala cuea nuevamente- es bien amigo de mi susodicho.
Me voy con pena a almorzar, y decido ir de compras, ya que recuerdo que el martes es el cumple de mi mamá y aún no le compro nada. Eligiendo los regalitos, me dan ganas de hacerme un auto-regalo, y me voy a mi sección favorita de la tienda; los accesorios. Elijo dos collares y un esmalte como los de la foto y me doy cuenta que soy una completa mujer, con corazón y demasiado sensible, pero que he aprendido a desenvolverme con el sexo opuesto, un poco más distendida, no cómo la pendeja de quince que convive día a día conmigo.
Amé mis accesorios nuevos. La calidad de la foto no es muy buena. El primero es un collar con hartas perlitas y que suena bastante, después viene un esmalte color caramelo de Colorama y el segundo collar que es una líbelula, las que por cierto, me gustan mucho.
Mis saludos a quienes pasen por aquí.
