Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

lunes, 29 de diciembre de 2014

¡Au revoir 2014!

Es el último lunes del año y tal como es tradición, hace ya 7 años, procedo a realizar mi balance.

Lo bueno: Fue un año tranquilo y eso siempre se agradece. Me encontré más estable y no me ocurrió nada completamente malo.

Lo malo: Sigo aprendiendo a vivir con los recuerdos que muchas veces provocan dolor. Aún tengo días en los que quiero desaforadamente apoyar mi cabeza en la pancita de mi papi y/o noches en que necesito un consejo de mi prima Claudia, pero estoy aquí... agradeciendo cada minuto de vida que tengo. 

Lo que me atreví: A realizar clases improvisadas. Antes, para una persona tan mega archi estructurada, como quien les escribe, estoy habría sido imposible. Fue una vez en la U', no creo que lo haría con la Historia, jajaja. 

Lo que no hice: ¡Adivinen! El curso de conducir.  Sigo en la ambivalencia que les contaba a inicios de primavera. Se que necesito hacerlo, pero ocurre que justo cuando voy a ir a inscribirme, se de algo o veo alguna impertinencia conductora que me hace retroceder años luz en mi decisión. 

Lo superado: Después de 18 años... deje de morderme las uñas. Comencé el primero de mayo, he tenido durisimas pruebas, pero no he recaído. Me hubiese gustado escribir como logre tomar la decisión de dejar de morderlas, pero siempre que comenzaba a escribir, pensaba "esto no es para nada interesante" y después recuerdo, que a mi misma, leer las historias de superación de la onicofagia de otros, me ayudó ene. Post pendiente, obvio.

Día que me gustaría olvidar: El 17 de septiembre, porque me sentí realmente sola. Y a mi me gusta en cierta forma estar sola por decisión, pero que te dejen sola, es terrible. Caso cerrado.

Día que quedara enmarcado: Por lejos el día que asistí al concierto de Jorge Drexler. Era mi pendiente por tantos años verlo cantar en vivo y lo que ocurrió después de su show, fue un plus que recordaré hasta viejecita. 

Lo nerd y académico más destacado:
a) ¡Leí 58 libros! 46 fueron parte del desafío que inicié en marzo. Aún me quedan 10 para terminar con los pendientes de siglos, pero me siento dichosa de haber avanzado un montón. 

b) El primer mes del año, comencé un curso de mi idioma favorito: francés. Siento que para no saber ni decir "hola" en el idioma galo, avance harto. Aunque como lamentablemente este se desarrollaba en el Colegio de Profesores, todo terminó de manera muy abrupta en agosto. Quiero retomarlo si hacen su versión 2015.

Películas favoritas:
Vi 38 películas este año. Todo un record para mi, jajaja. Y el film que más me gustó fue: "Love story" sobre todo, porque hace mil siglos que quería verla y al fin este año, la encontré.
Y de las estrenadas este año, me quedó con "Her", "Philomena", "Bajo la misma estrella" y "Si decido quedarme". Muy onda adolescente las 2 últimas, pero muy reflexivas a la vez. 

Probé:
a) El late harvest: yo odiaba el vino, hasta que tuve el honor de probar este maravilloso trago a inicios de junio. Hoy es por leeeeejos mi favorito. 

b) La carne mongoliana: Había comido carne salteada con verduritas, pero la preparación a la usanza china, es otra cosa mariposa. Lejos mi plato favorito de este año. He probado en varios lugares, pero me quedó con el que preparan en "La montaña china". Un restaurant medio pomposo que queda justo al frente del Estadio Nacional. 100 % recomendable.

c) El lomo salteado: Al igual que el plato anterior, este también tiene su que se yo. Comí solo una vez, pero lo sigo pensando y saboreando en mi mente, jajaja.

d) El ciboulette: Lo probé por primera vez en octubre y supe lo que era el amor verdadero, cuando mi paladar lo degustó. Aprendí a hacer una salsa maravillosa que tiene al ciboulette como ingrediente estrella y cada vez que la hago quedo como reina. 

Manualidades: 
El ítem pendiente de este año... no aprendí nada nuevo y tejí muy poco, comparado con años anteriores.

Lugares nuevos que conocí: 
Lago Ranco, Futrono, La unión y Santa Cruz. 

Espero del 2015:
a)Volver al aeropuerto. Tengo terror a mi reacción y no por viajar en avión, porque eso me encanta. 
b) Trabajar en serio, o sea, mínimo con sistema de salud. 
c) Aprender algo nuevo, en cualquier ítem. 
d) Retomar el curso de francés.

¿Y ustedes? ¿Lograron cumplir con sus desafíos? ¿Como pasará a su propia historia este año? 

Desde ya, les deseo un muy próspero año 2015 y de todo corazón, ojala que sigamos en contacto el que año que se avecina <3.

Abrazos!!!!

martes, 16 de diciembre de 2014

Ser reclamona por naturaleza

Tenía pensado escribir este post ayer, pero sinceramente estaba exhausta. Tuve que corregir 52 planificaciones en 4 horas, para lograr al fin, cerrar semestre. Ayer me despedí formal y simbólicamente de mi Universidad, cerré ciclos, visité cada uno de los lugares que más me gustaban y dije adiós de corazón. Sabiendo lo que me cuesta a mi despedirme, siento que hice bien con este ritual y me gusta saber que estoy soltando lazos emocionales con el lugar que sin duda, albergó muchos de mis momentos juveniles. Tengo puestas mis mejores energías de que el otro año, mi destino laboral, mejorará. Lo decreto y punto. 

La semana pasada, pensaba que una característica mía que nunca he comentado por aquí, es que me declaro una persona "reclamona". Incluso en mi época, de mayor timidez, lo fui. En mi año sabático (2007) como tenía tiempo de sobra, mi papá siempre me mandaba a realizar sus trámites y ahí comprendí que viviendo en Chile, no me quedaría otra que luchar contra la fauna de la burocracia. Una vez hablé hasta con un subsecretario del Ministerio del Interior, para que a mi papi, le reconocieran su exoneración política (lo despidieron injustamente en un trabajo a inicios de la dictadura). Fue chistoso y me sentí muy "empoderada".

Y la verdad, es que eso es lo más bacan de reclamar. Es una satisfacción tremenda la que te da saber que gracias a tu reclamo, no te hicieron lesa o no pecaste de inocente, ante una situación "X". Eso sí, reclamar tiene sus riesgos:

a) En uno de los lugares que siempre reclamo, es en el supermercado que hay cerca de mi casa. Es un Tottus y esta línea de mercados si que es reconocida por poner un precio en la góndola y marcar otro en la caja. O no respetar las ofertas/liquidaciones. Por lo general, voy los sábados al super, pero una semana de este año, tuve que ir todos los días y cada uno de ellos, tuve un problema de este tipo. Por ahí por el miércoles, la supervisora ya se sabía mi nombre y me pidió a nombre de la empresa, disculpas. Eso sí, hay una supervisora que me odia. Atiende los fines de semana y les juro que siento su mala onda energética hacia mi y eso nunca es bueno, jajaja. 

b) Hay veces que incluso reclamando, no sacas nada en limpio. Ya, esas veces... son las peores, porque además de sentirte atada de manos, sientes una frustración tremenda que no se quita, con nada. Una vez, vi un caso extremo de esto. Había una señora reclamando a una vendedora por el cobro extra en su cuenta de pago de una tienda de retail. La trató pésimo, se desesperó, se puso a gritar, a llorar... fue realmente heavy, y no se porque, sentí empatía por ella. Nadie reclama por bolitas de dulce y me imagino que para llegar a ese estado, tiene que haber estado realmente chata. 

c) No solo reclamo por mi y/o por mis familiares. hay veces que también he defendido a otros. La vez más latente que recuerdo, fue en el primer año de U'. Estábamos en la clase del profesor que me gustaba- pero en ese entonces no era así- y a él, no se le ocurrió nada mejor que cerrar la puerta con llave, para así evitar  que los estudiantes ingresaran tarde y lo desconcentraran. De partida, yo encontraba peligroso eso de que nos encerrara, onda imagínense un temblor fuerte... y dos, me dio mucha lata, porque a esa clase, asistían estudiantes de otras carreras afines que a veces llegaban un poco tarde, porque su facultad quedaba lejos de la nuestra. Y justo ese día, uno de ellos, llegó 5 minutos tarde, cuando el tope máximo de horario de atraso eran 10 minutos, o sea, tenía 5 minutos a su favor para implorar piedad. Tocó la puerta, el profe le abre, le dice que no puede entrar y le cierra la puerta en sus narices. Eso último, les juro que me emputeció... levanté la mano, me armé de coraje y dije: "Oye profe, nada que ver que no lo dejes pasar, si recién son las 14.35". Mis amigas quedaron en shock, porque no estaba desafiando a cualquier profe po, lo estaba haciendo contra el apodado"tirano". Menos mal una de ellas me apoyó y comenzó a reclamar también, a lo que el profe responde: "Les informo que la facultad de leyes, esta unas cuadras más abajo". Golpe bajo. No deje de molestarlo en toda la clase, haciendo preguntas complicadas. Y sí, de ahí me empezó a gustar. 

d) Hay gente que nos detesta. En serio. Me pasó una vez en un Jumbo. Quería yo, comprar una cortina de baño que estaba en oferta, justo hasta ese día que fui a comprarla. Me aseguré antes y le pregunte a la vendedora de ese sector si es que la oferta aún estaba vigente y me la corroboro. Llego a la caja y marca el precio real (alrededor de 3 mil pesos más). Le explico la situación a la cajera, a lo que me mira con cara de odio y llama a la supervisora. Ella, accede amablemente a ir a revisar, a lo que yo le digo, astutamente, que la acompañare. Ah, eso, un tips de reclamo de este tipo, es que siempre que vean un precio en góndola y otro en caja, acompañen a quien vaya revisarlos. Me paso una vez que retiraron el papelito de la oferta y quedo todo en nada. Mi mamá justo estaba detrás mío, haciendo sus propias compras y me contó que la señora que venía después que ella, empezó a decir "que te apuesto que ni se llevara el producto". Me respetaron el precio que vi inicialmente y deje con tremendo tapaboca a la señora reclamona de las reclamonas. 

Cabe señalar que siempre que reclamo lo hago con respeto y normas básicas de educación.  Hay gente que confunde reclamo con desborde incontrolable de ira y no po, eso no esta bien. Y ahí, yo no los defenderé, jajajaja. Nah, en serio, después de lo que me ocurrió con entel, el año pasado, reconozco que me cuesta ser 100 % cortés, como lo era antes, en este tipo de situaciones... pero cuando noto que me estoy poniendo muy pesada, el angelito bueno me dice "Aída, ella/él no tiene la culpa" y bajo las revoluciones. Y agradezco gentilmente cuando respetan mis derechos como consumidora. 

¿Reclaman ustedes o les da lo mismo? 

Mafalda, una vez más, me comprende. 

Abrazos!!!

lunes, 1 de diciembre de 2014

Inmersa en el siglo XVIII

Una de las etapas históricas que más me gusta de la historia, es la llamada por convención "Edad Moderna". Fue el ramo, en que mejor me fue en la U' y me encantan es sensación de que la sociedad en algún momento y/o pulsión histórica,  comienza a "despertar". Y bueno, me ha ocurrido que en las últimas semanas, sin querer queriendo (como diría el Chavo, chanana) me he empapado de fines del siglo XVIII y de eso quiero hablar hoy.

Todo partió el día que fui a ver "Adiós a la reina". Esta película esta ambientada en plena Revolución Francesa y se centra principalmente en una de las empleadas de Marie Antoinette. Se centra en esas últimas horas, antes que estalle la Toma de la Bastilla, con todos los miedos que enfrenataba esa situación para la monarquía francesa. Me gustó la película, una porque nos muestra una Francia mucho más realista para el período (en varios ocasiones, se muestran en primer plano, ratones, mala higiene, etc) y dos, porque es interesante que también se incluya, al menos para la reflexión, lo que ocurría con los servidores de palacio. Debe ser heavy, que de un momento a otro, se te destruya todo el mundo que conoces y pases a ser parte de un cuestionamiento social del que tu formas, pero a la vez, no formas parte. Eso es lo bacan de la historia pueh, no los manuales, nos los "datos duros" ni fechas, si no, estas "sutilezas"/"hilados finos", de las que generalmente se encargan los historiadores.

No me quiero ir al lado latero, pero si bien, a mi me encantó - y me sigue gustando - la representción de la S. Coppola,  en torno a la figura de la reina, pienso que es bueno, vislumbrar ambos lados: el más frívolo y el más realista. María Antonieta, ha pasado a la historia como la reina que se mofaba del pueblo con una frase que no podríamos aseverar, pero se ha olvidado que ella misma, intervenía en cuestiones que su propio marido escapaba: decisiones. Y eso, en una mujer, es triplemente admirable.

Unas semana después, me contactaron para hacer clases particulares y grande fue mi sonrisa, cuando supe que lo que tendría que preparar eran 3 contenidos, entre ellos, la ilustración y la revolución francesa. Me gusta esto de estudiar para una clase, porque uno va "refrescando" ciertos hechos que permanecían en alguna parte del cerebro medios empolvados. Me gusta este período, porque si bien, esta revolución, no fue precisamente del pueblo, si fue una de las primeras veces que
la sociedad PENSÓ: "Este orden no esta bien, es hora de cambiarlo". Y no solo, pensó, si no que también ACTUO. Son enormes los legados que podemos encontrar para nuestra sociedad actual, en este período y eso es nerdmente maravilloso.

Y el domingo, escogiendo uno de los últimos 10 libros que me quedan para el desafío, me tope con una novela biografica de "Madame Pompadour", quien además de compartir el gusto por esa rica torta que la honra, también aparece fechada, más o menos en este mismo período. Y por ello, siento que el siglo XVIII, me anda persiguiendo. Asi que no sería novedad que si usted me ve en la calle en los próximo días, ande caminando en plena Alameda con un modelito como este (da lo mismo
los 30 y tantos grado de calor, obvio... todo sea por la Historia).
Lo quiero así mucho. 


Un tanto cortita la entrada de hoy, pero muero de tuto. Estrés noviembre-diciembre le llaman. Lo bueno, es que estoy cada vez más cerca de quedar liiiiiiiiiiibre. 
¿Les ha pasado esto de que sienten que algo las persigue/se les presenta repetitivamente?
Abrazos!!!