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| La opción que habilitó mi red social favorita por estos días |
Hoy se cumple un mes desde que inicié mi cuarentena preventiva. Cuando comenzó el año, alguien se imaginaría que al iniciar el mes de marzo, todo podía cambiar tan abruptamente? La verdad, es que yo hasta fines de febrero, no le tomaba mucho peso al asunto, menos con una crisis de pánico que me ocurrió en esos días y que puso el foco en algo más importante: yo misma. Y bueno, como los tiempos de Dios y de la vida, o las energías, o lo que creas, son perfectos, empecé a ir a una psiquiatra de primer nivel y estoy medicada, porque si, me volvió el TAG, es decir, el trastorno de ansiedad generalizado, en gloria y majestad.
A diferencia de la vez anterior que lo presenté (2015) esta vez no lo vi desde el miedo, si no, desde el amor. Abrazo esta posibilidad que me da la vida de amarme una vez más y no dejarme en segunda ni tercera categoría. Siento que lo que pueda lograr -Dios mediante - de aquí al futuro, será mucho más fructífero, porque lo haré desde la mente al cuerpo y no desde el cuerpo a la mente, como fue la vez anterior.
Y relativo al tema de esta entrada, la cuarentena preventiva y el posterior cierre de fronteras, me hicieron anular mi viaje de vacaciones, que sería a contar del 20 de marzo a Río de Janeiro. Anhelaba tanto esas vacaciones, tanto, porque hace 3 años que no me desconecto realmente de una pega. Estar cesante, no es sinónimo de vacaciones. Ojo ahí. La cosa es que estuve un par de días triste, pero después, efecto del antidepresivo y del ansiolítico, y de mis ganas de salir adelante, me hice una lista de 18 cosas por cumplir en el tiempo que dure la cuarentena. De esas 18, ya he hecho 16. Así que ya me hice una lista más especifica después de que termine esas dos cosas que mantengo pendiente. Se las cuento por aquí, por si es que alguien que llega a leer esto, se anima a hacer algo parecido. En color verde las acciones ya realizadas y en color rojo, las pendientes, pero ya comenzadas:
1) Ordenar dos cajones de la biblioteca: son 4, pero yo ordené dos, que son los que siempre están más desordenados, porque nadie sabe muy bien que se guarda ahí. Ahora en uno hay cosas random (libro de la soup maker, cámaras digitales, calculadoras) y en el otro, hay lápices, plumones (somos dos profes las que viven en la casa) y muchas pilas nuevas.
2) Lavar chinitas (ballerinas): tengo varias que me he ido comprando en el laider y otros, probé con dos y quedaron bien lindas, así que vamos por más, antes que se vaya el solcito intenso.
3) Ordenar zapatos Lucy: mi mamá no es tan buena organizando, y yo me compré una caja gigante organizadora de color verde en el jumbolais y ahí ordené los suyos y los míos. Como ya estamos en casi cambio de estación (o de temperatura, porque el de estación ocurrió hace casi un mes, upsi) ya se guardaron las chalitas de ambas.
4) Ordenar cortinas de aros: todo el que conoce mi pieza desde la adolescencia, sabe que en una de mis ventanas yo tenía muchooooooooos aros colgados. Eran de mi época final escolar y de toda la universitaria. Eran de una onda que ya no me identificaba nada, así que escogí un par y los otros los boté.
5) Pedir a Lucy que lave dicha cortina: mi mamá es mas prolija con el lavado, así que después que adiós adiós aros, le pedí que me lavara la cortina.
6) Terminar otra temporada de Friends: a inicios de febrero me propuse ver las 10 temporadas de Friends, porque solo había visto algunos capítulos aislados. Terminé la tercera la semana pasada, así que ya voy en el capítulo 8 de la cuarta. Me ha encantado.
7) Ver Freud: vaya vaya, yo no soy fan de Freud. Pero esta serie me hizo acordarme que por allá por el 2009, yo amaba a Lou Andreas Salomé y como en la serie había una señorita de apellido Salomé, me acordé de Lou. En el 2009, en google, vi que vendían un libro sobre la filosofía de Lou Andreas Salomé que era de España, como en ese tiempo no existía buscalibre y yo era una pobre estudiante de Historia, me obligué a olvidarlo, pero, como todos merecemos una segunda oportunidad, le di un gusto a la Aída del pasado y encontré el mismo libro en buscalibre. Debería llegar a mediados de mayo, pero si por contingencia se demora más, no importa, ya he esperado inconscientemente (como diría el tío Freud, 11 años, jajaaja).
8) Terminar otro libro (papel): me zampé un libro de 1100 páginas. Los Diarios de la Alejandra Pizarnik, nada muy animoso, pero si me acompañó harto en estos días. Debe ser el libro más gordo que me he leído en mucho tiempo.
9) Ver algún curso online: busqué uno por coursera que me tinco y lo estoy haciendo, ya cumplí con buscarlo, he aprobado dos semanas y son 6, veamos como sigo en las que vienen.
10) Practicar letras de lettering en el libro: este libro lo compré hace un año, y ahí lo tenía, el domingo pasado comencé a usarlo. Y este es uno de los pendientes que aun no he terminado. Decidí dividirlo en dos partes.
11) Cambiar cuenta de spotify y reordenar listas: en septiembre del año pasado, cambié la cuenta (para aprovechar otros 3 meses gratis, rata, si XD) y en diciembre debería haber cambiado la cuenta anterior que tenía, pero no lo hice en su momento. Ahora tuve todo el tiempo necesario para hacerlo.
12) Comenzar cuaderno de contraseñas: hace un año, le recomendé a mi mamá, tener un mini-cuadernito (que yo le dí, ella no compra esas cosas, jajaja). La cosa es que yo también tengo muchas contraseñas en diferentes cuadernos, y ahora los ordené en uno que tengo en un lugar seguro, no se preocupen.
13) Aprender sobre Arcanos menores: en enero hice un curso de tarot inicial, sobre Arcanos mayores. Supuestamente seguiríamos con los menores en marzo, pero upsi, coronavirus. Así que me propuse leer del libro de la Dalia F. Walker sobre Tarot y estudiar sobre los Arcanos menores y así, por lo menos tener una introducción a ellos. Espero algún día finalizar ese curso de forma presencial o por zoom. La cosa es que solo he revisado y he tomado apuntes de los bastos. Este también decidí dividirlo en dos partes.
14) Terminar libro de Irene Nemirovsky: pedí un libro (por la BPdigital) de la Irene Nemirovsky, demasiado melancólico que se llamaba "Nieve en Otoño". Segundo libro que leo de ella, y me dejó la misma sensación, onda una nostalgia muy sincera.
15) Comenzar otro libro en la BPdigital: amo la BPdigital, y ya me he leído 4 libros este año por ahí. Bueno y en este punto, no solo comencé, si no que terminé otro libro que se llamaba "Pequeña y grande Simone de Beauvoir" de María Isabel Sánchez. Era cortito, con harta ilustración, pero si alguna vez tengo una hija, será el primer libro que le compre. He dicho, caso cerrado.
16) Ordenar caja de esmaltes: todo el que me conoce, sabe de mi obsesión por los esmaltes, al menos una vez al año me gusta ordenarlos por tipos, marcas, o tonos, y la verdad, limpiarle la boquilla para que cierren bien y no se sequen. No lo hacía de 2017, upsi.
17) Ordenar, limpiar y guardar chalas: relacionado al punto 3, este punto lo hice cuando me compré la caja organizadora que dejé en la bodega. Me quedaron hermosas las chalas ahí, jajajaja.
18) Buscar un programa tipo UC: si, quiero volver a bajar de peso. Y si, necesito nuevamente ayuda multi-disciplinaria. Anoté varios lugares, y sé que cuando todo esto pase (al menos el peak) será uno de los primeros lugares que iré, si es que sobrevivo. No es que asuma que moriré, espero no hacerlo - ni nadie, de mis cercanos, es decir, mamá y amigues- pero estoy en una parada desde hace mucho tiempo de no dar nada por sentado.
Y eso más o menos he hecho estas semanas, también vi la miniserie "Poco ortodoxa" y la tercera temporada de "Élite" y las típicas cosas de la casa y del teletrabajo. Algún día escribiré sobre esto, creo que ahí también tengo tips que les puede servir.
Un abrazo gigante, y todo pasará.
