Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

jueves, 28 de diciembre de 2023

¡Chaolín 2023, holis 2024!

Un año más, que se va... cuantos se han ido ya? Jajajaja, lease con el tono de la canción clásica de Tommy Rey. Y llegamos a los últimos días de 2023, a diferencia de muchas personas yo no siento que el año se haya pasado volando ni esas vainas. Ayer comenté esto en una reunión y me dijeron: "ah, es porque tu teletrabajas, y al no salir de tu casa te cansas menos y hace que los días sean más lentos". Yo no creo, mi idea es que cada día trabajo para poder estar aquí y ahora, en el presente. Jajaja, después de esa reflexión, vamos a mi clásico recuento del año.  


Lo bueno:

Este año fue "parejito", por ahí por marzo, aprendí poco a poco a soltar expectativas, y me dejé sorprender. Entre ello: 

a) Me apareció una pega caída desde el cielo. Literal un día una amiga me dijo que postulara, yo lo hice con poca fe, y después de un par de entrevistas, me dijeron que había quedado. Era el tremendo desafío, porque era una pega que no había hecho directamente antes, era en otra región, y además, el campus que albergaba dicha institución, había sido el mismo lugar donde mi prima Claudia murió hace ya 15 años atrás. Tremenda oportunidad de sanación del lugar. La pega llegaba hasta diciembre, pero hemos hecho una buena pega, por lo que nos pidieron continuidad. 

b) Me hablaron caleta de enfermedades cuaticas, pero después de mucho ir y venir con ginecólogos, descubrieron que tenía un pólipo endometrial y que se podía tratar con pastillas. De ahí en adelante mi vida en cuanto a salud, mejoró. Tenía certezas. Si bien, este tema postergó algo que este año debería haber sido definitorio, elijo creer que fue la vida - y Dios- dándome una oportunidad de estar en mejores condiciones. 

c) Aprendí a perdonar. A mi manera, les soy honesta. Con mis límites y eso. Pero pude sanar heridas con mi familia extendida que venía cargando hace años. Y ha sido para mejor. Volví a las reuniones familiares, ahora hablo incluso por teléfono con algunos tíos que nunca pensé que lo haría, y ha sido un tremendo aprendizaje. 

Lo malo: 

Hubo días que me sentí super estancada, con una seudo sensación de una vida sin sentido. Ahora que lo veo en perspectiva, tuvo harto que ver las hormonas en ese proceso saben? Así que no, no sé si hay algo malo a relevar este año. 

Lo que me atreví: 

A ir al ginecólogo. Odio los gines. Este año pude comprobar que ese prejuicio, no es tan "prejuicio" en mi caso, pero que independiente de ello, los necesito. Así que primero:

a) Fui a una gine shuer loca, que se equivocó en pedirme la cura para el pólipo. 

b) Fui a un gine shuer serio, que me dijo que me tenía que operar urgente con un "raspaje". Menos mal no le hice caso.

c) Fui a una gine ni fu ni fa, con la que confieso me descargué por años y años de malos tratos, por lo que nuestra relación no es buena, pero al menos llegó al tratamiento adecuado, sin pabellón de por medio. 

Lo que hice y no hice: 

Aquí es cuando pongo mis propósitos que escribí a fines del año pasado y les cuento qué tal me fue: 

1. Volver a dejarme crecer las uñas. Sí, comencé sutilmente a morderme las uñas por allá por el 2020, pero este año, si que se descontroló. Tengo que volver a intentarlo. Iba super bien en mayo, hasta que un día se me enredaron un par de uñas y se quebraron y me dio la pataleta, jajaja, y las mordí nuevamente. Buu. Voy a intentar con gel el año que viene. 

2. Conocer las termas geométricas. Tengo un tío que vive relativamente cerca y no ando por la zona hace 6 años, así que saldaré este pendiente, dios mediante el 2023. Pueden creer que fui a la región solo por este propósito y gracias a que me dio una enfermedad allá que me tuvo recorriendo sapus y hospitales regionales, NO PUDE IR? Volví a intentar ir a ppos de diciembre, pero no pude por agenda. Ya se podrá saldar. 

3. Completar el ahorro para el "se vienen cositas". Me faltan 800 mil pesos para el "se vienen cositas". Esta no es solo una meta, es una exigencia, jeje. Lo logré, wiiii. 

4. Leer un libro de la lista de pendientes por mes. Se han ido acumulando demasiados, necesito retomar la lectura en papel. No lo hice, next. 

5. Tomar un taller, sugiero cerámica. Puede ser otra cosa, pero me tinca ene cerámica. No lo hice, next. Culpo a tooooodas las licencias que me fueron rechazando desde enero. 

6. Escribirme una carta a mi yo del futuro, el día antes del "se vienen cositas".  No existió el día que se vienen cositas, pero cuando sea, haré esto de la carta. 

7.  Estudiar un arcano por día, por 78 días seguidos. Sigo en mi plan de hacer lecturas, y a su vez,  adentrarme en el tarot de manera profesional (poco a poco). Tuve la intención, pero tampoco lo hice, quiero partir el próximo año haciendolo eso sí. Me sorprende día a día el tarot, merece que le dedique más mi tiempo y atención. 

8. Iniciar un proyecto por la ciudad, que se llame algo así como "un oráculo en tu día". La idea es ir dejando mensajes o cartas repartidas por distintos lugares, y que se vaya compartiendo por alguna red social.  Jajaja hasta compré el mazo, pueden creer? Pero no, no lo hice, porque las frases venían en inglés y me dijo un poco de paja traducirlas. Igual lo debo hacer, lo encuentro un proyecto lindo. 

9. Dar vida a un proyecto creativo. Sugiero un "letras de música para compartir". Unir alguna manualidad con mi amor por las letras. Ni siquiera me acorde de esto. Una vez vi una niña en IG que hasta bordaba las letras, ella me dio tiro, cancha y lado con este propósito. 

10. Retomar el ejercicio en bicicleta estática al menos una vez por semana. Mantener hidrogimnasia y comenzar yoga presencial, cuando me sienta preparada. En enero y parte de febrero, con una amiga nos juntábamos a hacer bicicleta. Nos conectábamos y eso. Después de mi enfermedad de mediados de febrero, no lo retomamos más, deberíamos volver a intentarlo, era bacan conversar con ella por videollamada y quemar calorías al mismo tiempo. No retomé yoga presencial, pero a cambio fui constante todo el año con hidrogimnasia y en febrero, sumé nado libre los sábados en la mañana. Me pongo un 7 en eso. 

Lo superado:

Ir a la ginecóloga. Ustedes no alcanzan a imaginar el miedo que me daba. 

Día que me gustaría olvidar: 

Hay un día que me sentí muy triste, pero ya ni siquiera sé que día fue. Solo recuerdo que fue un día de septiembre, en pleno inicio de primavera. No sé si me gustaría olvidarlo la verdad, porque después de vivirlo, pude depurar harta frustración y angustia, y eso me sirvió caleta. 

Día que quedará enmarcado: 

Varios días me hicieron feliz este año, cuando me avisaron que quedé en la pega que les comentaba más arriba, cuando tuve conversaciones geniales con gente bacan, cuando vi y presencié la felicidad de mi mamá de conocer a su excelencia, pero tampoco recuerdo fechas específicas, jajaja. En fin, que me gusta que sea así también. 

Lo nerd y académico más destacado: 

Este año leí la misma cifra de libros que el año pasado: 20 libros. Tuve hartos días de sequía lectora, pero igual tengo mis 5 favoritos, de menos a más: 

5. Terapia para llevar - Ana Pérez Montena 

4. La matrona del pueblo - Rocío Klenner Pacheco 

3. Príncipe Harry - En la sombra 

2. Donde estás mundo bello - Sally Rooney 

1. Violeta - Isabel Allende 

Películas y series destacadas: 

Este año vi, 16 películas y 16 series. Así de parejito, jaja. Mención honrosa eso sí a los 335 capítulos completicos que vi de Betty la fea, era mi pendiente de siglos. Menos chachará, de menos a más mis favoritas fueron: 

Películas:

5. La sirenita (live action) 

4. Barbie, la película 

3. 50 primeras citas 

2. ¿Estás ahí Dios? Soy yo, Margaret 

1. La memoria infinita 

Series:

5. Las combatientes 

4. Reina Charlotte: una historia de Bridgerton 

3. Betty la fea 

2. Mi otra yo 

1. Nada 

Manualidades:

Siguiente pregunta. Como todos los años, este año intenté nuevamente, bueno, intentar es mucho decir, pero digamos que tuve la intención de: 

Ser bordadora. No lo logré. 

Ser pintora de diamantes. Tampoco lo logré 

Lugares nuevos que conocí: 

a) Hijuelas: fue la primera semana de enero cuando tuve la oportunidad de ir a un centro de eventos en Hijuelas, en un sector que se llama "Romeral". De lo poco que conocí, me gustó. 

b) Panguipulli: era un pendiente Pangui, porque yo conozco harto de esa región, ya que mis tíos viven ahí. Sin embargo, no me gustó Pangui, era bien meh y prefiero Coñaripe, que pertenece a la comuna, pero está como lejano dentro de todo. 

c) Rancagua: ya, mención honrosa, porque Rancagua lo conocía, pero este año aprendí a perdonarlo un poco. A sanar viejas heridas. Hace 20 años que no iba, y las vueltas de la vida me dejaron allí. 

Espero del 2024: 

Este año decidí que me plantearé metas específicas y super concretas, a ver como me va: 

1) Leerme - al menos un libro - de Pedro Lemebel. 

2) Leer 100 años de soledad. Un clásico latinoamericano que no he leído aún. Imperdonable, jaja. 

3) Hacer un árbol genealogico. 

4) Ir a la consteladora familiar. Tengo el dato de una muy buena. 

5) Conocer Lima e invitar a la mamá. 

6) Conocer el MIM. Ya si sé, bastante infantil, pero es que siempre he querido ir y después lo olvido po. 

7) Trabajar en mi sueño que el tarot me dijo que le diera no más (este prefiero no mencionarlo explícitamente, porque una es así po). 

8) Hacer mi propio oráculo. Y sí, dejarlo por ahí, a la comunidad. 

9) Ver "Sabrina la bruja adolescente" completa. 

10) Ir de paseo a mi universidad. A los barrios, a recordar, a sanar eso también. 

Y eso más o menos serían mis propósitos del año que viene. Acciones concretas que sé que puedo cumplirlas. 

Un abrazo gigante. 

viernes, 30 de diciembre de 2022

¡Te despido 2022, te recibo 2023!

Otro año que se va, otro recuento por escribir... y como cada fin de año, doy comienzo a mi exhaustivo análisis por tópicos. 

Lo bueno:

Este año, comenzamos a retomar poquito a poco, la vida como la conocíamos antes del 2020 (bueno, no al 100%, pero igual si) y con ello, volvieron los conciertos en vivo, yo tuve la suerte de ir a: 

  • C Tangana en marzo (tremendo show en el otoño fauna). 
  • Jose Luis Perales en abril, en su despedida.
  • Jorge Drexler en mayo.
  • Daddy Yankee en septiembre.
  • Nathy Peluso en noviembre. 
¿Quién me faltó ver en vivo? La Rosalía y a Karol G. La primera viene a Lolla en marzo, pero no creo que vaya, porque qué onda el precio? y la segunda viene al festival de Viña en 2023, así que al menos la veré por la tele, jejeje. 

También este año retomé la piscina, comencé a ir a hidrogimnasia en noviembre, y siento que volví un poco a la vida que me gusta. Amo ir cada martes y jueves, tengo una profe bacan y un grupo muy buena onda. 

Lo malo: 

Es cuatico esto, porque si hubiese tenido que escribir este recuento en junio, hubiese escrito que fue un año terrible, y realmente no fue tan así. En marzo, post-vacaciones, estuve realmente destruída, y fue porque cambiaron muchas cosas en mi trabajo (nos cambiaron de jefatura, de oficina, de horarios), tiempo después supe que eso tenía un nombre y se llamaba "duelo profesional" y bueno, este año viví eso. Entre abril y junio, viví menoscabo y acoso laboral, situaciones de las que me costó salir entre junio y septiembre. Estuve yendo a muchos psiquiatras (en un momento llegué a tener 3 psiquiatras en simultáneo, porque pensé que el problema era yo), pero no fui tan constante con la psicóloga. De hecho, hace unos 3 meses que no sé de ella. Más allá de todo lo malo que ocurrió, y de los cuales fueron meses de real oscuridad, me quedo con el aprendizaje de este año: aprender a ponerme a mi primero. Nada es más importante que la salud, y sobre todo, cuando la salud mental, comienza afectar a otros sistemas. En fin, que he crecido. 

Lo que me atreví: 

  • Pedir ayuda e irme parcialmente de mi trabajo tóxico. Fue días después de mi cumpleaños, cuando decidí no volver a mi trabajo. Pedí licencia, estaba realmente mal. 
  • Regresar donde el doctor Rodrigo, de quien hablé varias veces aquí entre 2015-2016. Según yo, nos habíamos visto por última vez en julio de 2016, pero no... había sido en marzo de 2017. Este año, lo volví a ver el 12 de julio, un día donde en Santiago llovía a cantaros, tomé la decisión de comenzar e intentarlo nuevamente. Desde ahí que estoy en un proceso de preparación para otra etapa, la que aún no quiero nombrar, pero se entiende creo. Desde ese día, también soy más libre, de algún modo. 

Lo que hice y no hice:

Este año cambié un poco el título respecto a años anteriores, pues si bien, quizás como todos los años, dejé de hacer cosas, igualmente me esforcé en cumplir varias. Vamos por este análisis punto a punto. 

  • Conocer y sanar mi linaje. Sé que hay terapias para ello. Voy a averiguar y hacerlo. Bueno, no lo hice y tampoco averigüé, upsi. 
  • Saber con certeza mi ADN genético. Sé que esto me ayudará a encontrar identidad. De esto si averigüé, peeerooo, no estuvo acorde a mi presupuesto, 
  • Tomar un plan similar al que tomé a fines de 2015. ¡Lo hice! Regresé a mi nutriologo por ahí por julio, y comencé un plan nutricional en agosto, y retomé piscina en noviembre. Y ahí vamos, pasito a pasito, suave suavecito. Además, respecto a este tema "se vienen cositas". 
  • Terminar el curso de tarot, arcanos menores, voy por ustedes. ¡Lo hice! Los miércoles entre octubre y noviembre, tomé un curso sincrónico de arcanos menores. Aun me falta adquirir confianza con ellos para lanzarme con todo, pero ahí vamos 2023.
  • Conocer un lugar nuevo con mucha naturaleza. Fui a Coyhaique en febrero, y sí... me conecté con muchos lugares paradisiacos llenos de naturaleza prístina. 
  • Volver al lugar donde fui feliz y amé la vida. Sí, Baires. Por favor, pandemia dame una chance. No pude ir, y esta vez también fue por temas de presupuesto. Hola inflación, hola licencia?
  • Leer al menos 10 de los libros pendientes que llevo del 2021 (y antes, jajaja) al 2022. No lo hice. Este año leí muuuuuucho menos que años anteriores, y la verdad, dejé el papel muy de lado. Con suerte leí uno de esos pendientes. 
  • Sacarle el jugo a la fast-pot que compré a fines del 2020 y aún ni prendo. ¡La ocupé! No sé si le saque el jugo precisamente, pero si he preparado 3 veces solomillo a la cacerola y queda de pelos. Incluso fue el menú escogido para mi cumpleaños. 
  • Escribir una carta a mi yo del futuro, el 11 de marzo. No lo hice. Esos días fueron super complicados para mi (inclusive escribí aquí sobre ello), pero sí tengo este propósito para cuando comience la etapa donde "se vienen cositas". 
  • Aprender a usar excel. Me hace falta, jajajaja. Lo hice parcial, porque por ahí por abril, me tocó revisar un curso de excel básico-intermedio, pero nunca es igual. Además lo encuentro tan pero tan fome (es útil, lo sé) que mi mente humanista suele olvidar todo lo que después no practica. 

Lo superado: 

  •  No sé si superé algo, pero sí me hice consciente de que las cosas que me hacían daño, podía dejarlas ir. Y en esto, me estoy refiriendo a lo laboral. Es cuatico acostumbrarse a sufrir en los entornos laborales, y no pos mi ciela, eso no debe ser así jamás. 
  • Ir nuevamente al nutriologo y hacerme chequeos completos, para comenzar una etapa a la que siempre temí. 

Día que me gustaría olvidar: 

  • El 25 de enero, cuando mi jefa bacan, hoy amiga, me dice que se irá de la pega. Yo sabía que con su salida quedaría a la deriva y comenzaría una etapa bien penca. No tuve pruebas, tampoco dudas. 
  • El 9 de junio. Tres días antes de mi cumpleaños, me informaron que me contratarían una jefa, y yo tenía el cargo de jefatura. Eso tiene un nombre en la legislación laboral y se llama menoscabo. Ese día comencé a despedirme del lugar. 

Día que quedará enmarcado: 

  • El 29 de septiembre: ese día ocurrió un milagro, horas antes del último concierto de Daddy Yankee, y cuando todo hacía presagiar que no iríamos, conseguimos las 2 anheladas entradas. Fue mágico y siento que todo mejoró un poco desde ahí. 

Lo nerd y académico más destacado: 

Este año no hice nada muy nerd ni mucho menos académico (estoy cada vez más alejada de esos lugares, y con lo de la polémica de las tesis de la Universidad de Chile, siento que no me equivoqué al escoger mi camino), pero si puedo decir que si bien, fue un año donde no leí todo lo que me hubiese gustado, si me quedo con algunos favoritos.

Dicho esto, de los 20 libros leídos, tanto en papel como en digital, mis favoritos de menos a más, son los siguientes: 

5. Puta madre - Dalia F. Walker 

4. La revolución de la glucosa - Jessie Inchauspé 

3. Propuesta de Constitución Política de la República de Chile 

2.  Hombres, los odio - Pauline Harmange 

1. I <3 The Office - Hermes Antonio


Películas y series destacadas: 

Este año vi 20 películas y 16 series. Mis favoritas de menos a más, son las siguientes: 

Películas: 

5. Hable con ella 

4.  About time 

3. El prodigio 

2. Argentina, 1985

1. Aftersun 


Series: 

5. Santa Evita 

4. Guía astrológica para corazones rotos (Temporada 1 y 2) 

3. The Office 

2. Shrill (Temporada 1, 2 y 3) 

1. The Crown (Temporada 1 al 5) 


Manualidades: 

Como buena Géminis, este año intenté ser: 

  • Bordadora: le compré un pack a una conocida bordadora chilena. No lo ocupé. 
  • Pintora de yesos: compré varias figuritas de yeso para pintar con acrílicos, y bueno, siguen blancos por ahí. 
  • Pintora de libros de la Tere Gott: me compré el libro "Baby" de la Tere Gott, y no lo he pintado, jojojo. 

Lugares nuevos que conocí: 

Este año fui de vacaciones a la región de Aysén, y por tanto, conocí: 

  • Coyhaique 
  • Aysén 
  • Puerto Cisnes 
  • Puerto Tranquilo (Catedrales y Capilla de Mármol) 
  • Lago General Carrera 
También, si bien, es un lugar que conocía de antes (de hecho, trabajé en la comuna, o bueno, cerca) este año también viví dos experiencias a nivel turístico que me encantaron: 
  • Termas del corazón en octubre: la estadía completa fue un regalo para mi mami (por su cumpleaños). 
  • Tren del recuerdo: a veces me acuerdo que me gusta la historia, y bueno, fue bacan volver a viajar en tren, más cuando es un tren que fue restaurado de forma similar a como se usaba el siglo pasado. 

Espero de 2023: 

Mis metas para el 2023, son: 

1. Volver a dejarme crecer las uñas. Sí, comencé sutilmente a morderme las uñas por allá por el 2020, pero este año, si que se descontroló. Tengo que volver a intentarlo. 

2. Conocer las termas geométricas. Tengo un tío que vive relativamente cerca y no ando por la zona hace 6 años, así que saldaré este pendiente, dios mediante el 2023.

3. Completar el ahorro para el "se vienen cositas". Me faltan 800 mil pesos para el "se vienen cositas". Esta no es solo una meta, es una exigencia, jeje. 

4. Leer un libro de la lista de pendientes por mes. Se han ido acumulando demasiados, necesito retomar la lectura en papel. 

5. Tomar un taller, sugiero cerámica. Puede ser otra cosa, pero me tinca ene cerámica. 

6. Escribirme una carta a mi yo del futuro, el día antes del "se vienen cositas". 

7.  Estudiar un arcano por día, por 78 días seguidos. Sigo en mi plan de hacer lecturas, y a su vez,  adentrarme en el tarot de manera profesional (poco a poco). 

8. Iniciar un proyecto por la ciudad, que se llame algo así como "un oráculo en tu día". La idea es ir dejando mensajes o cartas repartidas por distintos lugares, y que se vaya compartiendo por alguna red social. 

9. Dar vida a un proyecto creativo. Sugiero un "letras de música para compartir". Unir alguna manualidad con mi amor por las letras. 

10. Retomar el ejercicio en bicicleta estática al menos una vez por semana. Mantener hidrogimnasia y comenzar yoga presencial, cuando me sienta preparada. 


Gracias y un abrazo, para quien termino leyendo esto, jejeje. 

martes, 4 de octubre de 2022

Antes que me vaya dame un beso (...)

Se que soñaré con tu regreso (...) 

Sí, es una canción de Daddy Yankee, cantante reggeatonero - el Big Boss- quien musicalizó gran parte de nuestros carretes adolescentes y/o universitarios. No se me ocurrió mejor canción para ilustrar esta entrada, pues el jueves pasado ocurrió un milagro y logré conseguir entradas para "la despedida" (sí, un guiño al nombre de la canción que cité más arriba) de este ídolo millenial. 

Este año me ha tocado ir a dos despedidas de cantantes: acompañé en abril a mi mamá a la despedida de su artista favorito: Jose Luis Perales, y esta vez me tocó a mi con Daddy. Tienen 30 años de diferencia, pero ambos antes de terminar su última canción dijeron que necesitaban tiempo para hacer otras cosas; Jose Luis dijo que quería dedicarse a escribir y Daddy, dijo que esperaba volver a nuestro país, pero esta vez como un hombre común, que viene de paseo con su familia. 

Siempre lo he dicho, es cuatico despedirse. Me imagino que para estos 2 cantantes, con todos sus éxitos, su fama, no debe ser fácil tomar una decisión así. También es cierto que las giras mundiales tienen su impacto, y hay algo sabio dentro de esta decisión, pues la salud, siempre debe estar primero. 

¿Como logré ir a Daddy? Con un milagro amigues. Eran las 14.00 horas y con mi amiga Camila, solo teníamos muchas ganas de ir al concierto, pero no lográbamos conseguir entradas. Ese día, para canalizar mi ansiedad, me puse hacer aseo full y tipo 13.30 me conecté a Instagram. Ahí veo que una influencer, dice que su hermana está vendiendo 2 entradas para el concierto, porque había tenido una urgencia y no podría ir. Ella abrió una cajita, y uno tenía que escribir cuanto estaba dispuesta a pagar por las 2 entradas. Era para el sector Andes (ideal, porque una vieja de alma como yo, no soporta cancha, mucho menos con lo que había pasado 2 días antes, en el primer concierto), por lo que puse 12 mil pesos más por entrada. Y ocurrió el milagro: a la hora 10 minutos, me escribe: "Las tengo aún" y todo ahí fue muy rápido. Entre que le digo a mi amiga que dividamos el monto y le transfiriéramos por parte, y que me llegara el correo con las entradas, pasaron 6 minutos. Dato freak: logramos este milagro con pleno mercurio retrogrado, pues inclusive las 2 entradas se demoraron en entrar a mi casilla de correo, lo que sumo un poco más de ansiedad al asunto. 

Posterior a ello, corrí, volé, todo en cúmulo de adrenalina que soñaba por aquel día en la mañana, mientras le sacaba las manchas al piso XD. Y bueno, después de hacer una fila gigante, y habiendo pasado 1 de los 3 cordones de seguridad, le llega un mensaje a mi amiga Camila; su hermana le avisaba que Daddy estaba en la clínica, esperando la autorización de un otorrino para hacer el show ese día. ¿Quéeeee es esoooo? (sí, lease como el trend de moda de Bob esponja). La Cami no me contó hasta que terminó el concierto (de hecho estábamos comentando que Daddy mismo había dicho que estaba super pichicateado, para darlo todo en el show de ese día), pero nunca olvidaré su cara cuando leyó el mensaje. Ahí entendí todo. 

Y bueno, fue espectacular. De hecho, como leí por ahí, fue el show culmine de nuestra adolescencia, la guinda de la torta, etc. Yo siempre quise ver a Daddy en vivo (de hecho, desde ese mítico show del festival de Viña del año 2006), pero como siempre postergo todo, me vi casi no viéndolo nunca. Usted no lo haga. 

Cantó casi todos sus éxitos (para mi, solo faltó "Salgo pa' la calle"), y lo más importante, es que cantó mi himno del 2009: llamado de emergencia. No miento cuando digo que esa canción me mantuvo con vida ese año, cuando murió mi Claudia. Hay dos partes que amo de esa canción: "No existe medicina, doctores ni aspirina, para el dolor que siente mi corazón" y "Sin ti mi camino, se desaparece, sin ti las espinas son las que florecen, sin ti yo no vivo, sin ti no se escribe la HISTORIA DEL AMOR"

Y sí, supuestamente él no cantaría esta canción en la gira, pero cuando el miércoles en la noche, viendo videos de las personas que habían ido ese día al concierto me doy cuenta que sí la cantaba, hice todo el barullo brujistico y de fe que se necesitaba para un milagro como ese. 

La magia está en creer dicen por ahí, yo doy prueba de ello <3. 

viernes, 23 de septiembre de 2022

Diez notas para recordar


1. Lo pasé bien para el 18. Una prima, con la que hemos hecho buenas migas el último año y medio nos invitó a pasar fiestas patrias con ella y su familia. La idea era ir solo el 18, pero parece que nos portamos tan bien (y pusimos la cuota de conversación, jajaja) que nos invitaron también el 19 y el 20 a tomar once. 
2. Estoy intentando una vez más, reconciliarme con la comida, y bueno, la primera certeza que tengo es que amo cocinar para otros. Estos días he cocinado: ensaladas, queques, panqueques y pan. Todo para otros/as. 
3. Desde mediados de julio que volví a mi querida UC, buscando ayuda. Hace un mes y medio que estoy siguiendo una pauta similar (igual, jaja) a la que seguí entre 2015-2017, solo que esta vez el trayecto, tiene una ruta distinta. 
4. Hace 3 meses que estoy tratando de encontrarme, después que me destruyeron en un lugar al que no quiero volver nunca más. 
5. Me sigo levantando temprano para asistir a yoga, es EL espacio donde conecto mi alma con mi cuerpo de forma amable y respetuosa. 
6. He visto muchas series hermosas este año, también he saldado pendientes de siglos (The Crown, cof cof). 
7. No he leído tanto como hubiese querido, pero es porque el ítem 4 de esta lista, me ha consumido harta energía. 
8. Quiero ir al concierto de Naty Peluso (tenía entrada para verla en mayo, y no pude ir, porque me dio rotavirus) y repetirme el plato con C Tangana. Las lucas son un tema importante, pero se pasa tan bien en esos espacios que pienso vale la pena. 
9. El mes que viene, terminaré por fin, el ciclo pendiente que tengo de Tarot. Esto me pone muy feliz. 
10. Me perdí el concierto de la Rosalía, y es altamente probable que tampoco pueda ir a ver a Daddy Yankee. Aprovechen de ir a los conciertos que puedan comprar entradas, pues post-pandemia, comprar un ticket parece una verdadera lucha cósmica... 

Eso pues. Bai. 

viernes, 1 de julio de 2022

"Hola, (yo también) soy gorda" - Reflexiones varias tras ver "Shrill"

Primera vez que escribo en el MacBook y eso que lo tengo hace casi un año y medio. Soy una anciana que le cuesta entender estos cambios, ah. Jajajaja como sea, establezco esta advertencia si es que se me pasa algún signo raro u otras cosas. 

Lo que me convoca por estos lados (al que no acudía desde mi mental breakdown de marzo) es que vi una serie maravillosa. Les voy a confesar algo: casi siempre tomo notas de las series que veo. De hecho pronto tendré que limpiar la app "notas" del celular, porque todo lo anoto, pero pocas veces me dan ganas de realmente publicar mis desvaríos. Pero el tema que trata esta serie es importante en mi vida, y en lo que ha sido mi catarsis - por años- de escritura, es decir, la gordofobia.    

Shrill: una comedia política contra la gordofobia | Streaming: la  comediante Amy Bryant patea estereotipos en la serie Shrill | Página12Annie, siempre muy guapa y bien vestida. 

La serie se llama "Shrill" (algo así como "chillona" o "estridente") y es de HBO. No es casual que una serie que retrate tan realistamente la gordofobia se llame así, pues a las gordas nos piden ser "piolas", que ojalá no metamos tanto ruido, que muchos menos nos vistamos con colores fuertes (que nos hacen ver más "gordas"), que seamos invisibles en nuestros cuerpos voluptuosos. La serie me la recomendó Leslie, mi ex-jefa (hoy amiga) y trata sobre la historia de Annie Easton, una chica de unos 30 años que vive en Portland, es periodista y tiene que "enfrentar" diversos aspectos de su vida: laboral, sexual, personal, siendo gorda. Se emitió entre 2019 y 2021 y lamentablemente, no fue renovada para una cuarta temporada. 

Les comparto los 20 puntos que fui escribiendo a medida que iba viendo la serie, y las reflexiones que este espacio me da para explayarme en diversos sub-temas que se van desprendiendo capítulo a capítulo. 

1. La relación con la madre y la obsesión que tiene por comer saludable. Que Annie se ponga en contra. Que el padre intente mediar entre esa hija adulta y esa madre (sobre)protectora. La mamá de Annie, es mi mamá. Sí, la misma generación, las mismas ganas de protegerme ante un mundo terrible para las gordas (para los gordos también, pero la verdad es que en este tema, también influye harto la cuestión de género ah). Las mismas ganas de que coma saludable -como ella- y yo las mismas ganas de comer a escondidas de ellas. Es notable cuando en el último capítulo Anne muestra la lámpara donde ella escondía los papeles de dulces que le prohibía su mamá desde la adolescencia. Todas las gordas que vivimos con nuestros padres, tenemos esos escondites. Son nuestro lugar seguro. 

2. La mina que le ofrecía hacer ejercicios y después le decía guatona culia. Si, también lo viví y es una de las principales razones por las que no volví a pisar un gimnasio. En el último gym que fui (de una cadena) siempre me miraban con lástima cuando me subía a la caminadora, o me preguntaban si estaba bien, jajaja, siendo que en ese tiempo yo no había declarado ninguna enfermedad, porque no tenía. Gordofobia de tomo y lomo. 

3. La relación con el padre. Misma relación que yo tenía con el mío. La relación de comer rico, a escondidas de la mamá, de ser medio infantil pero a la vez un sustento emocional de esta hija, es la relación que yo tenía con mi papá. Era quien me celebraba mis locuras, pero que también me decía las cosas directamente. Además, era quien tenía que mediar con la relación familiar. Ay papito, te extraño tanto, y te dedico este párrafo en el día que habrías cumplido 71 añitos.  

4. Lo del aborto y ese deseo de no saber si tendrás la oportunidad de ser madre de nuevo. Si, lo  confieso lo he pensado. Si, algunas veces dudamos si es que existirá otra posibilidad de procrear (tema para otro post: ¿queremos realmente procrear?), porque ustedes saben que las gordas para la sociedad nos tenemos que conformar con el premio de consuelo. Todo es un eterno "y si no es ahora, cuando?" por eso la decisión de Annie, es una decisión poderosa que inicia su viaje de conocimiento y empoderamiento personal, en un mundo que la invita odiarse constantemente. 

5. La amiga apañadora. La que la cobija y acepta tal cual es. Todos necesitamos una Fran en nuestra vida. Debo decir que después de Annie, ella es mi segundo personaje favorito. Desde el año pasado, vengo pensando una teoría: hay una cierta edad, en la que empezamos a maternarnos con nuestras amigas. Ese rol tiene Annie con Fran y Fran con Annie. 

6. Ella enfrentando a su troll. La serie está basada en la vida de una de sus productoras y esto (enfrentar al troll) ella lo vivió en carne propia, una vez que publicó su columna "hola, soy gorda". La escena es tan poderosa, que una se cuestiona todas las veces que quiso tomar un macetero y tirarlo al auto lujoso de quien te ha hecho tanto daño, solo porque esa persona no es capaz de aceptarse a sí misma. 

7. Ella renunciando y enfrentando el mobbing (acoso laboral). La frase del jefe (caricaturesco) geneX y gay, quien le dice muy fríamente "yo no elegí ser gay, en cambio tú sí eliges ser gorda". No quiero exagerar, pero esta escena me dio la fortaleza que necesitaba para comenzar a despedirme del lugar de trabajo en el que he estado los últimos 3 años. Mientras les escribo, vivo un período de licencia tras acoso laboral. No me quiero -aún- explayar sobre esto. 

8. La charla para mujeres empresarias y la monetización del feminismo, fomentando las inseguridades. Cuantas veces hemos experimentado que en nombre del feminismo, te han intentado vender algo? Esto se llama "feminismo de mercado", y es muy usual en las redes sociales como Instagram/Tik-tok. Que no lucren con tus inseguridades mi bella, mira que esto es lo que mantiene sus bolsillos llenos. 

9. La piel paspada. Al fin un nombre para el enrojecimiento (rozadura) de la entrepierna. En estos detalles sí que la serie es hermosa. Si, reitero. En Annie entrando al baño, con su piel roja y una mujer dandole un parche para que se ponga en la entrepierna, porque "ella también lo ha vivido". Yo la verdad es que esto lo enfrento con crema, pero fue bacán saber que existen estos parchecitos, para la piel "paspada" (me gustó mucho la palabra). 

10. La necesidad de pertenecer. Cuando el jefe la invita a su casa a la celebración y ella conoce a la gran jefa del diario. Todo un poco arruinado por su pololo. Ella declarándole que quiere pertenecer ahí. Sì, yo he estado ahí. Queriendo pertenecer, queriendo ser la mejor. La mayoría de los gordos/as que conozco, se destacan por algo intelectual. Incluso recuerdo que una vez leí que una destacada dibujante chilena, escribía en una muy polémica entrevista que ella era "la divertida" de su grupo. A mi me hizo mucho sentido, pero no dejé de sentir dolor, pues tenemos que destacarnos por algo, porque según el estándar de belleza actual, los gordos/as, no encajamos ahí. 

11. Lo cuatico de salir y emparejarse con el “peor es nadie”. “Me era más fácil salir contigo”. Igual a mi me dio pena cuando dejó a Ryan, pero también era cierto que Annie le dio demasiadas oportunidades, partiendo por el hecho de seguir intentando tener "algo serio", cuando era el mismo que la hacía salir por el patio, para que sus compañeros de piso (entre ellos, su propio hermano) no se enteraran que estaba saliendo con una gorda. Esto me lleva a reflexionar: cuantas Annie, estarán con otros Ryan, solo para no estar "solteras"? Amigui, date cuenta. Sal de ahí. 

12. La escena del ilustrador cortándole la hilacha con los dientes. No sabía que algo así podía ser tan sexy. Ya, maldito ilustrador (ver más abajo, punto 16) pero que onda lo sexy boom de esta escena? Por favor, que alguien me corte la hilacha de mis pantalones con los dientes! (con mi previo consentimiento eso si po). 

13. La cita con la ginecóloga y ella recomendándole un bypass gástrico.  Llevo semanas con mi psicóloga hablando de porque me da tanto miedo volver al gine por esto. Esta escena me confirma que los ginecólogos son los peores médicos, jajajajajaja. Ya bueno, quizás no, pero les juro que en 20 años no he encontrado ninguno que no me diga cosas así de terribles e invasivas. 

14. Que piensen que te tienen que gustar las personas exclusivamente gordas. La cita a ciegas con Will (recomendación de Amadi). Que conste que esto lo escribí antes de saber que Amadi, no había tenido esta intención y más bien era la gordofobia de la propia Anne, la que salía a relucir.  Y si amigues, las gordas también muchas veces somos gordofóbicas. Y esto es lo más cruel de todo, porque siempre se nos ha inculcado tanto a odiar nuestro cuerpo (y de paso todos los cuerpos gordos) que quererse y querer a otros/as gordas, es una batalla y una lucha diaria en sí misma. Por eso hay que tener referentes gordos. Si tu eres gorda/o y estas leyendo esta entrada: a cuantos gordos/as sigues en tus redes sociales? encuentras sexy a un/a gordo/a? ¿te encuentras sexy tú siendo gorda/o? 

15. La visita a los rancheros (granjeros?) separatistas. Ya, esto fue espeluznante. Fue como conocer la previa de lo que está ambientado en el cuento de la criada. Annie quería escribir de otras cosas que no fueran solo "el cuerpo", y bueno, terminó escribiendo sobre un grupo de patriotas (jajajaja, bueno, en Chile les llamaríamos así) que vociferan sobre su supremacía blanca, todo en un marco megaconservador. Ya sí, la embarró, pero también fue capaz de enfrentar a la tipa una vez que le dijo que ella era una "suelta". Fuera de la ficción, igual me da miedo que estos grupos estén agarrando cada vez mas vuelo, porque además justo ví este capítulo cuando salió la noticia de que Estados Unidos a nivel federal, había retrocedido en el tema del aborto. Para los que hemos seguido fielmente "The Handmaid´s Tales", esto es verdaderamente escalofriante. 

16. El rechazo de Nick. Esta en su derecho a poder decir que no, pero que no niegue que no calentó la sopa. Vaya vaya, como dolió el “quizás le diste mucha importancia a ciertas situaciones”. Por dios como me dolió este capítulo, porque me abrió la herida a todo lo que viví entre 2017-2019. Saben lo que pasa una vez que se calienta la sopa de esta manera? Una de las dos personas saldrá herida si se engancha. Y creanme que para la alicaída autoestima gorda, esto no es ningún beneficio. Annie llorando en la cama con sus amigas, fue todo lo que necesite en ese momento y lamentablemente, no tuve. 

17. Ricachet es chileno. Hay un personaje terciario que es vegano y no binario y es el dueño de la peluquería donde va a trabajar Fran, y bueno, es chileno. Llegué a gritar de la emoción, jajajajaja. No tiene mayor explicación. Lo siento chiquis, soy tercermundista. 

18. Hay lugares donde por muy vulnerables que seamos, somos supremacías y privilegiados. Annie después de publicar la entrevista al grupo separatista, es cancelada (funada, jajaja). Y bueno, eso me llevo a pensar la vez que publiqué por acá (hace muuuuuchos años) que todos/as en mayor o menor medida, hemos sido discriminados, pero también discriminadores. Todos somos el cuico de alguien y el flaite de otros, por ejemplo. 

19. El capítulo de la virginidad. La amiga estupida (Laureen) diciéndole a todo el mundo que vivía en "Virginia". La relación con el sexo y la capacidad de esperar a Will. Es lindo este capítulo, aunque quiero confesar que a mi nunca me gustó "el pollo triste y mojado" que era Will. Era respetuoso, pero siempre sentí que escondía algo, y claro po, le costaba asimilar que su relación marital había terminado. Más allá de eso, la sexualidad de los gordos/as y la manera de comenzar a experimentar con el sexo penetrativo es un te-ma-zo. Demás está decir que yo tuve una amiga como Laureen que no dejaba de recordarme por aquella época que yo era inferior por seguir siendo "virgen". Amiga, como te explico que la virginidad no existe. Bai. 

20. “Lo arreglaremos todo”. Porque finalmente eso es la amistad. Amé la ansiedad que sentían ambas por proteger eso tan especial que tenían. En el capítulo final, Annie y Fran, al mismo tiempo catapultan (quizás no, quien sabe) sus relaciones amorosas, porque la necesidad de seguir estando y conviviendo juntas, era más grande. ¿Qué hay de malo en eso digo yo? Debo reconocer cuando Emily (la polole no binarie de Fran, demasiado sexy, hay que decirlo) le dijo a Fran que le hará bien madurar, al separarse de Annie, me dolió. Hay algo malo en esto de creerse adultos. O sea, convengamos que ambas eran lo bastante adultas para hacer sus labores, contenerse y cuidarse, por qué tenía que ser acorde a un orden establecido? quien estableció esas normas? 

Y asi termina esta serie maravillosa amigues. Tiene de todo un poco. No solo sobre ser gordos. Si no más bien siento que el objetivo es representar a esa parte de la población que se siente excluida, en una generación que se le exige conquistar lo que nuestros antecesores no pudieron. Espero de corazón que así como un día el amor, solo sea amor, ser gordo/a, solo sea una característica física más, una era post-gordura. 

Un abrazo (gordo). 

jueves, 31 de marzo de 2022

Cosas lindas de marzo

Sí, sé que mi último post fue negativo.

Sí, este mes fue laaaaaaargo y a ratos complejo, pero inclusive esos meses, tienen cosas lindas que rescatar, y aquí van como registro para la posteridad.

a) Volver a ir a un concierto, después de 2 largos (y algo) sin ir a uno. Emocionarse por gritar/cantar en vivo una vez más. Gracias C. Tangana por favor concedido.

b) Ir con mi amiga Vivi a comer rico y conversar en la panera rosa. Conocía la sucursal original de Palermo, pero debo confesar que de la de Isidora' me gustó más.

c) Reconocer y archi-comprobar que practicar yoga en mi vida, es una necesidad.

d) Comprarme un travel mug lila holográfico de adagio, para dejar de gastar tanto dinero en cafés (chocolates calientes, já) y bebidas por las tardes. Y saben? me ha dado resultado.

e) Volver a ver a mi hoy amiga L. aunque haya sido en un grupo grande y por poco tiempo. 

f) Invitar a almorzar al Vicho, por su entrada a la Universidad. Comimos rico, descansamos y después seguimos comiendo en la casa. ¿Algo mejor que eso?

g) Comenzar a usar mi reloj huawei. Me ha servido para el ítem cumplir ciertas metas de expectativas de pasos y controlar mis niveles de estrés. 

h) El viernes pasado, cuando nos informaron (bueno, me entere por el correo de las brujas que es harto más efectivo la verdad) que volveríamos a tener 2 días de teletrabajo. <3

Un abrazo!

lunes, 7 de marzo de 2022

No quiero volver a vivir algo así de nuevo.

Mi jefa se fue, justo antes de que cumpliera dos años y medio trabajando acá. Otra jefa que se va, en poco tiempo. 

El lugar donde estoy trabajando, desde el 30 de septiembre de 2021, comenzó un proceso de cierre programado, pues firmó "un convenio" con la institución en la que yo trabajé antes. Las vueltas e ironías de la vida. Yo sabía que antes de irme de ese lugar, tendría que haber sahumado todo lo que pillaba por delante. 

Acá no me enamoré (milagro, maduré), así que digamos que sentí a tiempo completo que venía a hacer la pega y sería. Bueno, eso fue así todo el primer año, porque cuando llegó mi segunda jefa en el segundo año (valga la redundancia) comencé a creer que un lugar ameno para trabajar y con posibilidades de crecer, era posible. Y lo fue, fue bacan trabajar con ella, congeniar en muuuchos gustos y en una forma parecida de ver la vida. Todo un lujo pensando que la mayoría del mundo odia a sus jefes, pero no poh, la L. era mi lideresa. 

Pero se fue. Y con ella quedó un vacío tan grande, y sensación de "ya viví esto, no lo volveré a permitir otra vez". Y empezaron a pasar cosas raras. Quedarme hasta la hora del ajo trabajando (lo dejé pasar, porque me quedaba solo una semana antes de salir de vacaciones), no tener una priorización de actividades y exigencia de cumplimiento de cosas que están muy lejos de mi contrato. 

Sin embargo, lo peor fue el miércoles pasado, cuando en una exigencia de un puesto de trabajo cómodo para nuestras funciones (necesitamos silencio para trabajar gente), una de las directoras, me dice a grito pelado como si estuviéramos en la feria, "No te puedo pasar una sala a ti, que haces UN SOLO PROCESO". Somos 2 compañeros en la misma, pero ella solo me lo dijo a mi. Ah si, pedí una sala porque se les ocurrió la fantástica idea que a contar de hoy nos meterían a todos en una oficina "tipo cowork", pues el edificio donde estabamos antes, dejaría de arrendarse. 

Una vez que pedí un puesto de lugar de trabajo fijo, me empezaron a sacar de procesos, me quisieron excluir mandándome a un rincón (literal) y hoy en la "bienvenida" a la nueva oficina, me dijeron "Ahhh, tú eres Aída, se ha hablado mucho de ti por acá". Por acá, se refieren al Olimpo. Así que asumo que estoy en una especie de "lista negra". 

Y la verdad es que yo había trabajado en lugares tóxicos, pero nada que se le compare a esto. Gracias a esto lo estoy pasando mal, estoy somatizando con la piel, el cabello, y lo peor: con mi paz mental. No duermo tranquila, tengo pesadillas e ideaciones de que todo mejoraría si ya no estoy más aquí. Y esto es solo una pega, al fin y al cabo. 

Solo necesito descansar. Solo quiero paz. Solo quiero volver a mi yoga amado. 

No pido nada más.