Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

viernes, 30 de diciembre de 2016

¡Te despido 2016, te espero 2017!

Último día hábil del año y yo, como vengo haciendo desde que abrí este blog, desde el 2011, procedo a hacer mi recuento anual. Desde la adolescencia que apunto todo lo que me gustó y disgustó de un año, antes de la era digital (tengo blog desde 2007, wuau, el año que viene son 10 años!!!) escribía mis resúmenes anuales en la parte de atrás de un calendario gigante de género que me regalaba una amiga de mi mamá que trabajaba en Sumar. Ahora que lo pienso, extraño esos calendarios. Y ya me fui por la tangente, así que mejor sigamos que se viene largo. 



Lo bueno:

  • Cumplí con la mayoría de las metas que me propuse al iniciar este año. Mi meta realista era bajar 17 kilos más y logré bajar 42 más, o sea en total, sumando lo del año pasado, llevo 59 kilos olvidados y enterrados. Comencé a ir a baile entretenido, pero paradojicamente me aburrió, jajajajajaja. Logré no aceptar un trabajo que pasará a llevar mis principios y sueños, aunque le pido al angelito de los trabajos, que me mandé uno más rentable el año que viene, please, please. Y conocí un lugar nuevo que les cuento más abajo. Lo único con lo que me hice un poco la loca, fue con eso de retomar el curso de francés. Pero estoy segura que volveré a retomarlo en algún momento,  ya que París, Niza y Lyon, esperan por mi. 


Lo malo:

  • Sin duda fueron esos días de incertidumbre que pasé en urgencias, previo al diagnóstico oficial de mis problemas a la vesícula. Fueron madrugadas y noches de pleno invierno que fueron bien crudas, tanto para mi, como para mi mamá. Los dolores no se los deseo a nadie, lo bueno es que esta historia tuvo un final feliz. 


Lo que me atreví:

  • Antes, a mi me nombraban la palabra "pabellón" y yo hacía oídos sordos. Nah, eso nunca me pasará a mi. Y bueno,  me pasó. Y no les niego que cuando me dieron el diagnóstico de los cálculos a la vesícula y días previos antes me hicieron una endoscopia, a lo que más le temía era a eso de que hicieran conmigo cualquier cosa (médica, se entiende) y yo no estuviera consciente. Ese deseo innato mío de pretender controlarlo todo, me dio tremenda lección este año. No po gallita, hay cosas que uno tiene que dejar que fluyan y que la ciencia médica, haga lo suyo. Temí, respiré, confié y fui valiente una vez más. 


Lo que no hice:

  • Salir a práctica en mi auto, para poder sacar la licencia de conducir. Olvidé casi la mayoría de lo que me enseñaron teóricamente, así que si de verdad quiero cumplir con esto el próximo año, deberé ser más matea con el famoso librito que me dieron en la escuela. 


Lo superado:

  • Me encantaría decir que ya no tengo traumas emocionales y ahora ando super libre y light por la vida. Já, suena lindo, pero no, seguimos trabajando en ello, con terapia incluida.
  • Lo que sí superé, es la pereza de ir al gym. Los últimos meses del año pasado, iba por obligación, por miedo, porque tenía que ser no más. Pero ahora voy porque me gusta. No soy, ni seré nunca la chica fitness que se toma fotos cada vez que pisa el gimnasio, pero pucha que amo esa hora, hora quince en la que me desconecto del mundo y compito conmigo misma. El celular queda guardado en los camarines y voilá, yo escucho radio y me distraigo. Es mi mejor terapia anti-estrés. 


Día que me gustaría olvidar:

  • Redoble de tambores por favor: ¡¡Ninguno!! Yey, que tranquilidad y alivio es poder decir esto al finalizar un año. 

Día que quedará enmarcado:

  • 06 de mayo: Porque ese día fue bien especial, rendí una entrevista laboral en la que me tenía muy poca fe y justo en la tarde, me llamaron para decirme que había quedado para iniciar el reemplazo el lunes siguiente. Fue una mini-pega, pero me ayudó a confiar en mi misma y eso siempre es bueno.
  • 01 de diciembre: Lo escribí en la entrada anterior, pero en serio, nada pero nada es comparable a la felicidad que se siente cuando te dicen que estás sana. 


Lo nerd y académico más destacado:

  • Pensé que ningún otro año podría superar la meta de lecturas que logré en el 2014 (cuando leí 58 libros), pero este año, lo superé: me leí 59 libros! Nunca me propuse realmente llegar a esa cifra, solo se fue dando. Le saqué el jugo al kindle y unos cuantos que leí en la tablet (ese Google Play Libros, ya sabe con que tentarme, 1313). Y me compré varios que me tincaban y que fui leyendo al tiro. También algunas amigas me prestaron sus joyitas literarias y volví a pedir libros en la Biblioteca. No hay excusas para no leer, no señor. ¿Mi top five? Siga leyendo:
1- Tokio Blues - Haruki Murakami No había tenido la suerte de leer a este autor antes. O sea, obvio que se me había aparecido, pero por alguna extraña razón, me lo saltaba. Pero ahí estuvo la biblioteca de la Jess que me prestó este y otro libro del autor ("Hombres sin mujeres" que también lo amé). Me cuesta resumir libros, pero para leer esta historia de "amor"/"desamor" contada en retrospectiva por Murakami, hay que tener un ánimo y una disposición especial. Su tono melancólico, me cautivo absolutamente. 

2- La insoportable levedad del ser - Milan Kundera: Mil años que tenía pendiente este libro. Otra historia de amor, pero más profunda que solo un simple romance. Son de esas historias que involucran al ser humano hasta muy adentro. Uno está leyendo y piensa: "Ooooooh este tipo estuvo leyendo mi mente". Una de las escenas finales, que tiene relación a un perrito y su deceso, me destrozó. Gracias a Kundera con esos párrafos, pude llorar esa penita. Es increíble el poder de la literatura. 

3- Número cero - Umberto Eco: Otra recomendación de Jess, justo este año, cuando murió Eco, yo me estaba leyendo el clásico "El nombre de la rosa" que lo tenía pendiente desde el 2010 en mi librero. Supe que tenía que leer otro del autor y este libro, una especie de "crónica" que nos hace cuestionarnos los límites de la verdad/realidad, es realmente cautivante. Se te extrañara Umberto, menos mal que me quedan por leer aún muchas obras tuyas. 

4- El guardián entre el centeno - J. D. Salinger: Sí, el libro que estaba leyendo el asesino de John Lennon, cuando la policía lo capturó. Un pendiente desde la adolescencia. Esta es de esas historias muy reflexivas de un adolescente, que al igual que en Kundera, me pasó eso de sentirme observada en mis pensamientos. 

5- El señor de las moscas - William Golding: Uno de mis pendientes del año pasado. Obvio que más o menos conocía la historia, inclusive por ese mítico capítulo de Los Simpsons.  Esta historia de sobrevivencia de un grupo de niños sobrevivientes de un naufragio, me la devoré en un día. Es que es imposible no tomar partido por alguno de los personajes y hacerse la pregunta: ¿Como hubiese reaccionado yo en un caso así? 


Películas destacadas:

  • Logré ver 52 películas y eso me tiene muy feliz, porque ello significa que el promedio fue de una por semana. Lo que me ha resultado harto, es que en algunas ocasiones veía la mitad un día y la segunda parte al otro. Onda como ver una serie. Y mi top five aquí, es el siguiente:
1- Nuestros años felices/ Tal como eramos: Estaba yo viendo unos de los capítulos finales de la temporada dos de Sex and the city, cuando en una charla de las chicas, nombran esta película. Me llamó tanto la atención, porque se mandan un feroz spoiler y dicen hasta el final. Que no era de esos típicos "vivieron felices por siempre". No, es una historia de amor frustrada y listo, solo eso me bastó. Hace de miles de años que no me identificaba tanto con un personaje femenino y la canción de Barbra Streissand, quién no la ha coreado alguna vez. Click aquí si quiere corear conmigo (siento que necesito volver a verla mil veces y que alguna vez, debo escribir sobre ella). 
Ay, si veo la imagen y quiero puro ponerle play de nuevo. 

2- No se aceptan devoluciones: La historia cliché del supuesto padre carretero que de un día para otro se entera que es padre de una niñita, cuando se la dejan en la puerta de su casa. Hasta ahí todo predecible. La vi en el bus, camino a mis vacaciones al sur. Y me dejó boquiabierta. No podía creerlo. Parece que hasta grité, jajajaja. 

3- La vida de los otros: Mi pendiente de hace 10 años. Ya escribí lo que me pareció en el momento que la vi, pero en serio, Aída del pasado, como estuviste tantos años sin verla. 

4- Inocencia interrumpida: Si, miles de siglos que también estaba pendiente en mi lista. Era muy curioso ver a la Angelina mina, con cara de loca y a Winona, tratando de superar sus traumas. Pucha que era bacan ver la vida, los cuestionamientos, las "locuras" de esas personas que lograr cruzar las líneas de lo que llamamos "normal". Obvio que en un futuro me la repetiré.

5- La luz entre los océanos: Historia basada en un libro del mismo nombre que recomendó la Ale en su blog y que amablemente me compartió en mi bandeja de correos. No sabía si ponerlo entre mis libros favoritos o entre las películas, pero preferí esta última, porque en serio, cuesta encontrar una buena adaptación de un libro y creo que aquí si que se logra fielmente. Mil jumbitos para la actuación de Alicia Vikander, le compré todo su amor maternal y su desgarro, al enfrentar al dilema moral que plantea la historia. 


Comidas nuevas que probé:
Me he dado cuenta que este año no he probado tantas cosas nuevas, pero sí he innovado mucho con antiguos ingredientes. Es decir, he aprendido a utilizar condimentos saludables (romero, te amo forever) e incluso aprendí a caramelizar tomatitos cherrys, pero una ensalada que me gustó mucho como quedó, fue esta de rúcula, sin duda, la verdurita gourmet que conocí este año y que me permitió innovar y reconciliarme con el sabor más amarguito que sabiendolo condimentar bien, queda perfecto. 
Rúcula, más quesito cheddar y atún en cubitos. La perfección misma. <3



Manualidades:
Al menos este año lo intenté y me entreetuve harto en este ítem. Si no quedaron perfectos, me frustró un poco, pero que vaina, no nací para esto, pero seguiré intentandolo, jajajaja. He aquí mis manualidades de Cuarto Básico. 
Le llamé "mundo polka" y aún tiene varias pifias que debo arreglar el próximo año, já. 
Hice mini pocillos de porcelana fría. Mi expectativa era muy alta, esta fue la realidad XD




Lugares nuevos que conocí:
Nunca escribí sobre mis vacaciones de verano, pero intentaré saldar la deuda con estas fotos: 
Entrelagos/ Puyehue:
Entrelagos, post- día de lluvia. 

La Aída de pelo largo en Entrelagos. 

Parque Nacional Puyehue

Mano de empanada y otra foto en el mismo lugar anterior.

Selfie en el Parque Nacional Puyehue

Lago Rupanco:
Una de las cosas malas de Puyehue y alrededores, es que a la mayoría de las partes tenías solo acceso en auto. Ejemplo de ello, era Lago Rupanco, al que nos llevó la señora de las cabañas en su auto particular (nos cobró por ello, obvio) y nos contó que hasta hace 2 o 3 años, aquel lugar era playa privada. 

Y como antes era privado, muy poca gente la conoce y eso igual es bacan, jajajaja.

Lavanda Casa de Té: 
A este precioso lugar, llegué gracias a la Ale que nos llevó amablemente. Es un salón de té que queda en Frutillar y en serio, es divino.

Adentro de Lavanda Casa de té, esta foto la tomó mi mamá y me encantó.


Espero del 2017: 

  1. Preparar un proyecto en mi área y/o áreas afines.
  2. Contar hasta 10 antes de enrabiarme por algo. Sí, soy una geminiana polvorita.
  3. Llegar a mi peso ideal: estoy en esa etapa que cada kilo cuesta más bajarlo, pero confío en que lo puedo lograr. 
  4. Inscribirme en un curso de utilidad (si el presupuesto me lo permite)
  5. Ir a una muestra cultural (exposición, obra de teatro, etc) una vez al mes. Para ello, usaré el hashtag #CitaCulturalConAída (en IG)
  6. Conocer algún lugar nuevo 
  7. Tener más confianza conmigo misma. He estado trabajando en ello el último año, pero aún me cuesta creer en mis capacidades y eso afecta también otras áreas de mi vida. Persona que me conoce, siempre me dice "A ti, solo te falta creerte el cuento". Y es la pura verdad.
Espero que el 2017, se venga con mucha buena onda y espero pasar más seguido por aquí, el año que se aproxima. 
Abrazos!

jueves, 1 de diciembre de 2016

¡Estás completamente sana!

¿Tanto tiempo ha pasado como para que inclusive el inicio de blogger haya cambiado? Ya ni recuerdo la razón por la que deje de escribir, pero no fue nada malo, como las veces anteriores, bueno, en realidad, tenía desmotivación y sentía que eso de obligarme a escribir una vez a la semana, le estaba quitando fluidez a las ideas y ya no me estaba siendo 100 % agradable. Varias veces me dije "Aída, escribe de esto" pero lo olvidaba y todo quedaba en nada. 

Además que muchas veces no tenía nada para contar en la sección de "Lo que pasó, pasó", porque mi vida no es tan maravillosa y no todas las semanas ocurren acontecimientos dignos de contar en el blog. Salgo re-poco, este año tuve una mini peguita que me volvió a encantar con la profesión docente, pero no logró solventarme económicamente. Pero volví a preparar clases con ganas, algo que no sentía desde que hice mi práctica en los albores del 2012, ya mucho tiempo de eso. Esa pega, era un preuniversitario que estaba a  cargo de una consultora, me hice bien amiga de mis jefas y me han ofrecido varios proyectos para el año que viene, pero entre amistad y amistad, aún no se hablan de signos pesos y como diría la tía Raquel "con plata, baila el monito". Así que aquí estoy nuevamente, tirando curriculums en corporaciones y todo lo que eso conlleva, puaj. 

Ay, quiero contarles algo que me tiene emocionada y solo por eso, me dieron ganas de escribir. Muchos de mis problemas de salud que presenté desde chica, tenían que ver con las odiadas queridas 
hormonas. Les conté el año pasado que la primera vez que pisé un endocrinólogo, tenía 8 años y fue una tortura. Después tuve una largo desfile entre ginecólogos y endocrinos, porque asumían que tenía Síndrome de Ovario Poliquistico y que ahí estaba la madre del cordero. Posteriormente, a ello, con una laaaaaaaaaaaarga historia de malas experiencias en médicos, pasé 8 años sin hacerme chequeos de salud (niños: no lo intenten en casa), hasta que conocí mi amado Centro de salud San Jorge (de la UC) y de ahí en adelante, me he monitoreado entera. 

Y he logrado bajar de peso, pero eso ya lo he contado, he subido el autoestima (con terapia, eso no viene por sí solo) pero seguía postergando mi ida -y regreso a la ginecóloga-. Mi nutricionista, la Ale, después de varios meses de tratar de conseguir hora con una gineco-endocrino, me recomendó a su propia ginecóloga, que vendría siendo una eminencia en un problema que yo presento y que siempre me ha molestado: el hirsutismo. Pelos malditos que me crecieron como condenados y que siempre se pensó que el origen era hormonal, pero no gallito, era ideopatico, o sea, no se sabe su origen. 

Hace 3 semanas, fui donde la ginecóloga, temió que tuviera rasgos andrógenos y que incluso anduviera por ahí dando vuelta un tumor (palabra que detesto con todo mi ser) que impidiera el trabajo de alguna glándula. Salí llorando de la consulta, no por miedo al diagnóstico, porque ella me aseguro que lo que fuera, siempre habría un tratamiento, pero fue tanta la presión de tener que enfrentarme nuevamente a esa especialidad en medicina que me ha perseguido por siglos, que exploté y lloré. Me pidió muchos exámenes, me midieron todas las hormonas inimaginables, le tomaron fotos a todas las "zonas interiores" y charaaaaaaaaaaaan.

TRIPLE CHARAN Y REDOBLE DE TAMBORES, POR FAVOR.

Para descubrir que no tengo nada patológico, ni clínico. Y lo mejor, fue la frase que pronunció la doctora y que vale más que mil monedas de oro: "Esta chica está completamente SANA". Años, pero aaaaaaños, tratando de escuchar esa frase, y al fin, hoy la escuché. 

Siempre fui la pobrecita que tenía problemas hormonales, la que engordaba, la ansiosa, la peluita'. Y con esa misma intensidad, me fui poniendo una coraza que me fue protegiendo con kilos y kilos de grasa. Esa zona de confort que me tuvo muy cómoda mucho tiempo, hasta que abrí los ojos y asumí que debía hacerme cargo. Era justo y necesario. 

Y debo confesarlo también aquí. Así como me fui poniendo una coraza contra la sociedad que me criticaba por el peso, también lo hice con la maternidad. Una vez, escuché que un médico estúpido le dijo a mi mamá que con el SOP, a mi me iba a costar mucho más tener hijos. Eso se lo dijo, cuando yo estaba iniciando mi adolescencia y fue un golpe duro. Me sentía como la "falladita". Y ahí, justo ahí, comencé a decir que a mi no me interesaba tener hijos. Eso, para que el mundo, no sintiera lástima por mi y por mi falla y que sonara como una mujer super pro y liberada (que se entienda, no era la vida la que me impediría ser madre, era yo la que había decidido no serlo).Pero la verdad, verdad, es que siempre he querido tener hijos. 

Y fue mi mamá quien hizo la consulta del terror hoy, yo no me atreví (es de esos miedos que uno esconde, no se los hice a nadie más que a la terapeuta, si tú, que estas leyendo, también tienes uno). Me pidió disculpas de antemano por la intromisión y le dice "doctora y el tema de la fertilidad". Y Catalina, vuelve a repetir "Señora, le repito, su hija está completamente sana, ella podría ser madre ahora mismo si quisiera". Y ahí, fue en ese mismo instante que me sentí en la gloria, liberaron el peso que hicieron cargar a la "pobre" Aída de 13 años. 

Si tendré hijos biológicos en un futuro, solo el destino lo decidirá, pero ya no serán mis ovarios los que me impedirán serlo. Y eso chiquillas, vale oro para mi. Es más, me iré a cantar la canción de Elsa, ahora mismito. ¿Y que ocurre con el ítem pelos? Como el origen no es clínico (wiiiiiiiiii), debo tratarme por la vía estética, más cara tal vez, pero mucho más efectiva para mi problemilla (groupones de depilación láser, vengan a mi, wiiiiii). Ah, y con harta fe, de pasadita superé el SOP, gracias a Diosito lindo también, obvio. 
Esta canción la canté con tantas ganas el primer día que fui a la nutri. Ese secreto también quería contarlo hoy. Eso, cambio y fuera. 

Volveré cada cierto tiempo por aquí, pero no me impondré metas que me fuerzan. Cada día trabajo por soltar mis estructuras y estoy tratando de aceptar que todo fluya. 
Besos. 
Aída. 

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Recuerdo, reflexiono, existo #24

1- Lo que pasó, pasó:

  • He seguido retomando mi vida tras el paso por quirófano, he integrado ya casi completamente mi pauta de alimentación saludable y afortunadamente lo he resistido bien. No soy muy fan del queso (y solo me dejan comer el cheddar light), pero no comerlo desde abril, me hacía extrañarlo de vez en cuando, ayer volví a comerlo a la once y oh my god! (ajo y cebolla están bien incorporados ya, wiiiiiiii).
  • Retomé el gimnasio el lunes y sí, lo extrañaba un montón. Aún no puedo hacer una rutina muy intensa y las pesas quedan suspendidas por 3 meses (las que afectan zona abdominal), pero igual he trabajado con bici y caminadora. 
  • He seguido saliendo harto y es rico que con la pronta llegada de la primavera los panoramas aumenten harto más, yey!!!


2- Mis dólares volaron con:
Con una de las compras de la semana quedé en bancarrota, pero me lo merecía y punto. 
Taza de un porte tan adecuado (para mi) y tan lady. Me costó 2 lucas en la feria, pero es de tienda. 

Blusa/polera Banana Republic que me costó 3 lucas donde mi casera que trae ropa usada de marca. La foto no le hace justicia.

Hace como dos semanas descubrí que mi espuma de baño había vencido hace ene tiempo. Iba yo caminando por la feria amada y esta botellita me obnubiló (les juro que si hubiese traído nada, igual la habría comprado) y le pregunto al señor que la vendía que era y me dice "espuma de baño caserita". Estábamos destinadas, huele a menta y es muy rica. 

Mi mochila del gym nunca me gustó mucho porque me quedaba muy grande (ahora más) de espalda y su color café no me atraía para nada. Entonces dije "Aída, mereces otra". Y justo el día que fui totto estaba con descuento. Esta de 24 mil, me quedó en 16. Y sí, quedé en bancarrota, pero "feliz". Su color en vivo no es tan chillón, os juro (sí, también tiene corazones, como la que compré en la misma tienda, una vez anterior). 


3- Vi:
Batí mi récord esta semana viendo documentales y películas!

Documental: "Sobredosis de azúcar"
Documental de origen francés que se basa en una investigación sobre el lobby en la industria del azúcar.
Años que había querido ver este documental, porque sabía de la existencia de ese experimento que hicieron con ratas, donde les daban a elegir entre cocaína y azúcar y ellas se volvían más adicta a esta última. Cuatico no? Más encima, la investigación real, trata de como la industria del azúcar, ha ido interviniendo en las diferentes cámaras legislativas de la Unión Europea, para influir en la decisión que tomen los senadores y diputados en torno al tema de salud de la industria alimenticia. ¿Suena conocido no? Yo chiquillas, sigo sin creer que mis galletas de limón endulzadas con splenda tengan etiqueta de "alto en calorías" (la porción tiene 70 calorías) y el manjarate que tiene 285 calorías por porción no tenga NI UNA. Ello, obvio porque la industria presionó tanto para que el etiquetado fuera por 100 gramos y no por porción que la gente sigue pensando que el manjarate es inofensivo. Vale la pena ver el documental si te interesa el tema de la adicción al azúcar y está completito en youtube. Salen hartas marcas involucradas, entre ellas las conocidas Nestlé y Danone. Ah, sí... un dato que me impacto, fue que el azúcar comenzó a incorporarse masivamente en la industria alimentaria, tras la Segunda Guerra Mundial, para reactivar la economía. Antes la gente consumía azúcar en exceso SOLO para los cumpleaños, en el pastel de turno. Que triste hacer TANTO daño, por el usufructo de unos pocos :/.
Sip, el "personaje" lobby, viste como encapuchado. 

Colonia
"En Colonia una joven pareja se ve envuelta en el golpe de Estado de Chile en 1973. Él es secuestrado por la  policía secreta de Pinochet, y ella le seguirá la pista hasta una zona del sur del país llamada Colonia Dignidad, que aparenta ser una misión de caridad regida por un sacerdote"
Hace haaarto rato que tenía pendiente ver este film (en realidad, desde que corrió el rumor de una supuesta censura en los cines chilenos que al final parece que era falsa). Además, siento harta curiosidad por lo que ocurrió en "Colonia Dignidad" y sinceramente, se poco de lo que realmente ocurrió allí (además de la figura de Paul Schaffer, claro). Así que me tincaba harto y con mi mamá decidimos verla en la víspera del 11 de septiembre. Me gustó, yo pensaba que su género era drama-histórico, pero vine a darme cuenta que era suspenso puro. Hasta el último minuto me tuvo super involucrada con los personajes y eso me encantó. Que miedo lo que una persona con delirio mesiánico (y tantas otras locuras) puede hacer. Y el daño que por generaciones causó. Hay una frase expuesta en la película que me quedó marcada que dice así: "Hay formas más poderosas de causarle daño a alguien sin mostrar lesiones físicas". Lo dice Schaffer a uno de los militares, qué locura. 
Es cuatico cuando nombran "Santiago de Chile" muy agringado, ja. 

Batalon: 
"Rusia, 1917, la Primera Guerra Mundial. Esta es la historia de el primer Batallón ruso de Mujeres de la Muerte,  formado como parte de un estratagema  de propaganda mal concebido por el Gobierno provisional ruso a finales de mayo de 1917"
No me gusta el género acción y la única película que he visto de este tipo, fueron los primeros 20 minutos de "Rescatando al soldado Ryan", cuando el profesor de Historia, la mostró cuando iba en octavo básico. Sufrí tanto por lo acontecido y me dio tanto "asquito" ver tanto órgano desparramado que desde ahí me dije a mi misma "No más". Pero cuando leí la descripción de este film, me cautivó. Porque a las mujeres no nos han enseñado a "pelear" y mucho menos nadie nunca nos preparó para ir a la guerra (menos mal) y aquí se muestra como le costó a María Bochkareva, formar su propio batallon de mujeres. Como tuvieron que desprenderse de sus símbolos de femineidad (corte de pelo inmediato, entre otros) y como enfrentó una de las más rudas el ataque de llanto cuando mató a su primer enemigo. Hay escenas bien crudas, pero me gustó harto el enfoque. 
¡Si hasta la vestimenta es distinta!


4- Visité:
Fui junto a mi mami, a la "Semana de la chilenidad" que se celebra en el Parque Alberto Hurtado (ex-Intercomunal). Lo pasamos bien, me comí un sandwich de mechada chacarero que estaba de miedo (sin la mayonesa, así que estaba super sanita), pero no sé si volvería. La entrada es cara y la comida ídem. Más encima, te cobran 500 pesos, por ocupar un baño químico y la entrada vale 5 lucas. ¿No será mucho el abuso? 
Más allá de eso, hay hartos show, varios escenarios (noté eso sí que están como divididos por clase, pero esa demás que fue una fijación mía)  y varios stands. Apenas entramos había harta ramada y yo sinceramente pensé que no podría comer nada, hasta que aparecieron los food truck y ahí me compré mi delicioso almuerzo. Habían hasta sandwich vegetarianos, así que sí, esa variedad se agradece. Ah si, siempre había querido ir a esta "fiesta", pero fue como "meh". 
Bailes nortinos, hartos colores.

Grupo de cueca que había en el escenario principal. 

Lo que me sorprendió gratamente es que aquí la mayoría de la gente salía a bailar cuecas (no había otro ritmo imperante). Sí, incluso hasta los carabineros de turno, jajajaja.

5- Comida saludable favorita de la semana:
¡¡Bruselas!! Por allá por 2005, una tarde me empaché comiendo repollitos de Bruselas. Recuerdo que mi mamá echo a cocer varias, yo le plante mayonesa y las fui comiendo una por una. Estaba haciendo un trabajo para Historia, sobre la película "Gladiador" y perdí la cuenta de cuantas comí. El resultado fue que por muuuuuuuuucho tiempo no pude volver a comerlas. Eso hasta el sábado. Mi mami compró pollito asado y para no comerlo con arroz, yo me acordé que en la semana habíamos comprado una mallita. Las cocimos, la aliñe con aceite de oliva y un poquito de sal y voilá, fui tan feliz nuevamente al sentir su sabor, que hoy cuando fui a la feria, compré más. 
A 700 pesos el medio kilo en la feria (en el jumbo la malla que trae un poco menos, vale 2690)

¡¡¡Mis cariños!!!

jueves, 8 de septiembre de 2016

Recuerdo, reflexiono, existo #23

1- Lo que pasó, pasó:

  • Nuevamente por aquí un jueves y no un miércoles y fue por la misma excusa de la vez anterior, llegué tan tarde ayer de la casa de una prima, que no me dio para escribir. Menos excusa, al grano dijo la gallina.
  • Tuve dos controles después de la operación con el cirujano que era un amooooooor. Era muy paciente, muy tierno, muy prolijo. Un siete para él. Hoy fue el segundo control y me dio de alta, me dijo que podía retomar mis ejercicios el lunes y que no podía hacer pesas por 3 meses. Extraño tanto ir al gym chiquillas. 
  • El lunes les escribí que aún extrañaba comer ajo y cebolla. Con el ajo aún no me atrevo, pero ayer en la casa de mi prima, ella me tenía carne con cebollita y zanahoria y no saben lo feliz que fue mi paladar. Yo antes que muriera mi papá, comía cero cebolla, onda con suerte en alguna sopa y tenía que estar super cocida para no sentirle el sabor. En esa locura mía por aprehenderlo, pareciera que también adopte sus gustos, porque fue muuuuuuuy difícil estar sin disfrutarla, por dos meses. 
  • Esta fue una semana entretenida, porque tal como le dije a la psicóloga el viernes pasado, al fin, pude retomar mi vida y hacer planes. Las crisis no me estaban permitiendo casi ningún panorama. 


2- Mis dólares volaron con:
Puras cosas necesarias, os juro.
Años queriendo leer este libro y al fin me lo pude comprar.

Ya, ni tan primera necesidad es este. Es el premio del mes, es un tono damasco muy lindo. Se llama "I'll have the salmon". Es muy primaveral.

En el laider tenían estos pinchecitos, los dos, por luca. Como saben, amo el polka dot, así que se fueron al carrito, ipso facto.

El jueves pasado, andaba con ganas de comprarme unos aritos "de tienda". Justo Bauru tenía todos sus accesorios con 50 % de descuento. Destino le llaman, jajaja.

3- Vi:
"La vida de los otros"
"República Democrática Alemana, año 1984. El capitán Gerd Wiesler (Ulrich Mühe), un hombre solitario, es un competente oficial del servicio de inteligencia y espionaje de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la RDA. Sin embargo, cuando le encomiendan que espíe a la pareja formada por un prestigioso escritor  (Sebastian Koch) y una popular actriz (Martina Gedenk), no puede ni siquiera imaginar hasta qué punto esa misión va a influir en su concepción de la vida y del mundo"

Sí, si se... un pendiente de siglos. Siempre que hablaba de la URSS o de las dos Alemanias, alguien me recomendaba este film y ahí estaba yo sin verla. Y qué pecado, porque es tremendo film. La vi en dos tandas, pues comencé a verla el viernes en la noche - y cuando caché que era buenisima para verla con sueño, me dije, sigue mañana. Incluso en el transcurso de la noche llegue a soñar lo que ocurría con el literato (harto guapo eh) y su pareja. No había llegado a la parte que emociona de la película y es esa solidaridad humana que menos mal existió en algunos casos de las tragedias que se produjeron en los diversos regímenes totalitarios. Ah si, mención muy honrosa para la música, la ponían en el momento adecuado y de verdad que paraba los pelos. Me encantó y obvio que me la repetiré en la posteridad.

Ay ya, si son todos guapos. 

4- Visité:
Gracias a la recomendación de mi primo de 14a, fui a una feria medieval en la comunidad ecológica de Peñalolén y me sorprendio gratamente. Había haaaaaaarta artesanía en torno al tema y creo que si hubiese ido onda el 2009, les habría comprado todo. ¡Si hasta muñequitas vestidas del medioevo había! 
El afiche.

La saque con zoom, porque no sabía si el dueño de las muñequitas se pudiera molestar y si me decía que no, me partiría el corazón, porque yo quería una foto (obvio que quería una para mi, pero fin de mes).

Ese mismo día, pero en la tarde, fui al Movistar Arena, al show de Ana Torroja. Yo no soy muy fan de Ana como solista, pero sí de su etapa en Mecano. Entonces, una vez la escuché decir en la radio que cantaría hartos de sus clásicos, dije "Debo ir". Además, con su actuación en el festival de Viña, yo pensé que Ana estaba casi sin voz y que tal vez esta sería como una de mis últimas oportunidades de verla en vivo sin decepcionarme, pero no, tiene una voz muy potente y no desafina para nada, excepto cuando le entra el frío a la garganta. De hecho le ocurrió en este concierto, mientras hacía un dúo con Gepe y tuvo que pedir un pañuelo para su cuello y fin del problema, no hubo más gallitos y todos felices. 
A esta distancia la vi. Me pareció bacan. 

5- Comida saludable favorita de la semana: 
Desde abril que no comía yogurt cotidianamente, pues a veces lo hacía, después me venía una crisis por casualidad y tenía que cambiar la dieta. Yo antes de mi pauta saludable, no comía yogurt, porque me daban acidez, pero claramente no era el yogurt el problema. ¿Se acuerdan cuando les recomendé el yogurt danone de cheesecake de frambuesa? Hace tanto que no  pasaba por las góndolas refrigeradas de los super (más allá para sacar jaleas, jajaja) que descubrí que tienen un nuevo sabor ¡pie de limón! Cruz pal cielo que pasa por uno de pastelería. Muy muy rico!
Olvidé tomarle una foto al mío antes de comerlo y ahora no encuentro ninguna foto en la red. Lo habré soñado? Jajajaja
¡¡¡Mis cariños!!!

lunes, 5 de septiembre de 2016

Luchar contra la obesidad, por vía tradicional

Hoy se cumple un año desde que comencé con todo este proceso de cambio hacia hábitos más saludables. Recuerdo que era un día sábado y en Santiago de Chile, hacia mucho calor. No me sentía bien físicamente, pero había una dolencia que me impactaba mucho más hondo: el tener que enfrentar la enfermedad que me venía acompañando desde hace siete años (de manera evidente) y al que hacía, valga la redundancia, la vista "gorda". Ser obesa, en este país, es bastante cruel, porque por un lado, tienes una industria que incentiva tus gustos poco saludables y por otro, debes hacer que tu cuerpo enfrente a una sociedad que vanagloria el cuerpo esbelto, ese que tildan de "saludable". Sin embargo, mi lucha no fue contra esa sociedad que muchas veces fue hiriente, la batalla, la tuve - y la tengo que dar por siempre- conmigo misma. He aquí un punteo de todo lo que aprendido este año y que ojalá pueda servirle a alguien. 
Sí, pantallazo a una cuenta mexicana de IG que sigo desde los primeros días de este proceso. Me encanta la frase =)


1- Lo que más ha costado: acostumbrarse a horarios.
Cada proceso es distinto, pero lejos lo que más me ha costado a mi, ha sido acostumbrarme a comer cada tres horas, para acelerar el metabolismo. Yo era de esas personas que almorzaba a las 15:00 horas y de ahí tomaba once a las 22/23:00 horas (incluso más tarde). El problema que ocurría, es que entre medio, picoteaba snacks no saludables y todo se iba a las pailas. Hay un horario en que el "me obligo" a comer y es el de la colación de media mañana. Cuando uno está trabajando, cuesta super poco acostumbrarse a horarios, porque la mayoría de las pegas, establecen super bien esos ítems, pero cuando estas en casa, cuesta acomodarse, pero se puede. 

2- Lo que me hace sentir más poderosa: que he podido acostumbrarme a las porciones.
Cuando por allá por noviembre les escribí del problema en cuestión, les dije que yo pasaba por períodos de "atracones", pero eso no era un constante en mi vida. Nunca fui grosera para comer, pero sí me equivocaba haaaarto en la porción de carbohidratos, por ejemplo, el arroz me servía una taza, cuando la porción solo debe ser media. Un tip que ayuda haaarto en este ítem, es comprarse platos pequeños, porque al verlo "llenito", engañas al cerebro y el logra entender que comiste "harto". 

3- Lo que cuesta: enfrentarse a la sociedad y su frase "ahora estas más linda, en vez de decir, ahora estás más sana".
Pucha que me empelota esa frase. Y se que ese enojo, es común, entre quienes bajan radicalmente de peso. Se que la frase solo confirma ese culto que tenemos hacia lo esbelto, pero, uno puede estar en los huesos y no verse "linda". Lo que mejora es tu ánimo, y eso permite que vayas por la vida, como con un "brillo" inexplicable, porque te sientes más segura, pero no, me niego a creer que antes era el patito feo, yo a mi modo, me quería. 

4- Saber que el cuerpo paso de privado a público. 
Jajajajaja esto suena como que ando vendiendo mi cuerpo en las esquinas, pero no. Esta línea, debería ser una entrada en sí misma en el blog, pero digamos que quiero nombrarla aquí y más adelante, explayarme. Resulta que el domingo pasado, vino de visita una tía (hermana de mi mamá) que me ha apoyado desde el día 1 en este proceso. Y en eso estábamos conversando, cuando me lanzó una bomba que me hirió bastante, pero ya pasó... me contó que una sobrina de mi mamá (que tiene la misma edad que ella y que alguna vez nombre en este blog) le había dicho a la Lucy, que "era altamente probable que yo no lograra bajar por la vía tradicional y me tuviesen que operar". Eso chiquillas, se los dijo un 7 de septiembre, es decir, dos días antes de partir todo el proceso. ¿Mala onda, no? En vez de tirar las mejores energías, lanzamos lo que se nos viene en gana. 
Apenas se fueron las visitas ese día, mi mamá me contó como fue todo y me dio aún más pena, porque me enteré que esa prima, había estado hablando con una hermana de mi papá sobre lo "preocupante de mi sobrepeso". O sea, mi cuerpo paso de privado (mío de mí) a público (lo que a ellas "les preocupaba").
En mi experiencia, solo puedo decirles que la mayoría de esas personas que decían preocuparse por mi exceso de peso, son las que NUNCA me han preguntado nada y no me han dado ninguna palabra de aliento para enfrentarlo. Sus palabras son puro morbo. 

5- Los gimnasios. "Ahí va pura gente frívola".
A los 16 años, yo iba al gimnasio, incluso en mi edad temprana (tipo 6 años) estuve a punto de ser una Tomás Gonzalez, jajajajaja, nah mentira, pero practicaba gimnasia rítmica. No sé en que parte de mi historia de flojeritis aguda, dejaron de gustarme los gimnasios, porque según yo, ahí iba pura gente frívola. Y ya, si, lo que más abundan en los gimnasios de cadenas, son los cuerpos esculturales, sin rollitos, sin celulitis y un largo etc. Pero créeme que si te inscribes en un gimnasio, pronto te darás cuenta que varios también están ahí por el ítem salud y hacer ejercicio en sociedad, pucha que estimula. 

6- Cambiar el ropero: la parte más entretenida del proceso.
Yo llevo 52 kilos menos desde que me pesé por primera vez en este proceso (un 11 de septiembre de 2015) por ende, es obvio que la ropa de antes, no me queda bien. A veces se me olvida y me la pongo y se ve mal. Por suerte, con el sueldo del reemplazo que hice en mayo, pude abastecerme de varios pantalones y las partes de arriba me las he comprado en cuanta feria libre he ido. Es super entrete que lo que te guste, te quede bien. 

7- Enfrentar tus miedos y dejar de esconderse. Estamos trabajando para usted. 
Un temazo que aún no soluciono, pero como dice el título, estamos trabajando para usted. La primera vez que solté esto en sociedad, fue aquí en el blog, después empecé a escribir de a poquito de mi experiencia en twitter y hoy (sí, recién hoy) me atreví a contarlo en la red más "copuchenta" de tod@s: facebook.  Decidí hacerlo, porque de verdad, ya me estaba intimidando un poco salir a la calle y que la gente se sorprendiera. En serio, al principio es bien entrete y te sube el ego y blablablá, pero como todo en la vida, después termina siendo intimidante. 

8- ¿Te operaste? ¿Te quedó la guata suelta?
Es raro todo esto, pero la "sociedad" empezó a notar mi cambio, por ahí por abril. Entonces, cuando ha pasado que me ha visto gente que no me veía hace rato, piensan que me operé. Ello porque ven en la tele a color que nos enseña, que solo con una manga o bypass gástrico se soluciona todo. Y no po, el bypass, debería ser una opción extrema, porque pucha que cuesta y pucha que duele. Muchas personas piensan que la operación es la vía fácil, pero estoy segura que ninguno de ellos se atrevería a comer por un mes papillas. 
Y la segunda pregunta, me la hizo incluso un doctor (ese cirujano estúpido que decliné en la Clínica Dávila). ¿Que se responde ante tamaña tontera? Yo suelo decir "NO, fíjate que no tanto", cuando lo que me dan ganas de decir es "Eeeeeeeeeh, me vas a pagar la cirugía estética, tú?"

9- Cuerpo renaciente. Tengo muchas ganas de todo, sobre todo de uno.
Tengo ganas de hacer TANTAS cosas. De salir a bailar, de simplemente salir. De ver a alguien. Tengo ganas y de a poquito, esas ganas deben convertirse en algo concreto. Es como que la Aída antigua, esa que amaba acostarse a las 3 de la mañana, solo para tener más tiempo de comer, ya no está más y hay otra Aída, que quiere disfrutar de la vida de afuera. Algo así. 

10- ¿Qué quiero comer? 
Mi pauta alimenticia y ojo que un GRAN porcentaje de mi mérito, se lo debo a la SECA de mi nutricionista, nunca ha sido mega restrictiva. O sea, obvio que no puedo comer ni embutidos ni frituras, pero tampoco me han restringido nunca los carbohidratos, porque por algo, están en la pirámide alimenticia. Con todo, puedo decirles que uno puede comer de todo, pero en la porción justa (y ahí está lo complicado) y en el día adecuado (1 vez por semana, por ejemplo). 
¿Que quiero comer? Jajajajaja, por ahora, volver a comer cebolla y ajo, pero eso fue por el ítem vesícula. Pero en verdad, lo que más quiero comer, es una porción de papitas fritas, ya lo haré, en su justo momento. 

11- Cambio en el hipotálamo
El hipotálamo, es esa región cerebral que controla conductas, por ejemplo, alimentarnos. Cuando una persona es adicta a la comida, es obvio que hay algo que ahí no esta funcionando muy bien, incluso mi nutricionista me ha contado que hay personas que definitivamente tienen un daño y ellos si que son candidatos perfectos para la operación gástrica, porque no es que no tengan fuerza de voluntad, es que no PUEDEN tenerla, por conducta. 
¿Cierto que todos hacemos cosas en el día a día, con el "piloto automático prendido"? Ejemplo, todos los días cuando nos levantamos, hacemos los mismos movimientos, etc. A mi me pasaba eso sobre todo a la hora de refrescarme, pues si me daba sed, llegaba, me paraba e iba al refrigerador e inconscientemente, tomaba bebida -light, pero bebida, al fin y al cabo- y/o jugo néctar. Desde hace unas semanas, descubrí (es decir, hice racional lo que tiene que haber estado ocurriendo hace rato) que cuando me daba sed, buscaba mi botellita con agua mineral, así, igual de inconsciente. 
Esos cambios, cuesta muchísimo hacerlos, no es fácil ni para una persona operada, ni para una que baja de peso por vía tradicional (ejercicios más pauta saludable). Y no es que cueste, onda de mucho sacrificio, pero toma tiempo. 
Por el problema que presenté a la vesícula en los últimos meses, por ahí, por mayo, dejé la bebida (tenía permitida en mi pauta la sprite zero). Se siente bien no beberla, pero aún no puedo decir que es una batalla ganada, porque estoy esperando que suban las temperaturas, para ver como me va. 

12- ¿Cual es el secreto para lograrlo? 
No hay secreto. En verdad, todo, pero todo pasa, por el deseo de querer cambiar para mejor, evolucionar como dice la Ale (mi nutricionista). Yo miles de veces, hice dietas, que me dictaban  los endocrinólogos y los suspendía a las dos semanas, por qué? Porque con suerte me dejaban comer atún y lechuga (tal cual, como el cliché). No po, pastelero, a tus pasteles. En fin, en lo que hay que trabajar es en la fuerza de voluntad y ahí es donde me gustaría detenerme en otra de las fechas conmemorativas del proceso (el 21 de octubre, cuando comencé con la pauta en el CTO de la UC).

Insisto, esto solo es un reflejo del proceso que he vivido en este año. He aprendido tanto, pero tanto, tal vez incluso más que en los años que pasé por la Universidad. Ojalá que lo escrito aquí, le sirva a alguien. Mi apoyo absoluto a quienes luchan contra algún trastorno alimenticio, estamos todos en esta lucha contra sí mismos. 
¡Mis cariños!

miércoles, 31 de agosto de 2016

Recuerdo, reflexiono, existo #22

1- Lo que pasó, pasó:

  • Sobreviví, jajaja. La última entrada la escribí corriendo antes de irme al Hospital. Cuando fui a dejar mi bono-PAD, la chica que me atendió, me dijo que me iban a llamar el jueves en un horario definido, para informarme a qué hora comenzaba el ayuno y a la hora a la que me debía presentar el viernes, el día que operan por dicho sistema. Resulta que me llaman a las 15:00 hrs del jueves y la recepcionista me dice "Usted tiene operación a primera hora de la mañana, por tanto, debe presentarse hoy a más tardar a las 21:00 hrs". Ni se imaginan como corrí, todo lo que había planeado para sobrevivir a la ansiedad de esa tarde, tuve que hacerlo en menos horas y algunas hacerlas allá mismo (terminar un libro). 
  • Cuando llegamos, a las 20:30 hrs, la técnico era muy simpática y me dijo que en media hora más me llevarían la cena y que mi ayuno comenzaría recién a las 23:00 hrs. Jajajaja, miré el reloj hasta el último segundo de las 22:59, para tomarme mi sorbito de agua. La cosa es que pasó algo muy cruel-chistoso con la cena de ese día: era un plato GIGANTE de arroz con carne mechada. Yo soy cero carnívora, pero la forma de preparación de carne roja que amo, es la mechada. Y considerando que ya llevaba un mes y medio sin probar tal bocado, tuve que medir al máximo mi fuerza de voluntad xD. Llamé por el timbre a la enfermera de turno y le conté la situación, que al día siguiente me operaban de vesícula y que hace un mes y tanto que estaba con una dieta libre de grasas y ella muy prisca me dijo "Ah, bueno, entonces llamaré a cocina para que le traigan algo más liviano". No quedaba otra cena que no tuviera carne, así que me llevaron un pan de miga con jamón de pavo y mantequilla y un postre de manzana cocida. Ni les cuento lo feliz que fui comiendo pan con mantequilla. Corría riesgos, sip, porque al final igual era grasas, pero me lo merecía. ¿Cierto? 
    El plato que NO me comí. La Alejandra me haría sacar como 4 porciones de ahí, jajajaja.
  • Mi pieza era compartida. La señora que estaba en el otro módulo era una paciente que estaba operada de rodilla y era super buena onda. Me cuidaba harto. 
  • No pude pegar pestaña esa noche y fue por dos cosas. 1- La ansiedad de que pasarán las horas rápido. 2- Quería terminar el libro que llevaba en el kindle antes de operarme. El resultado fue que a las 4 de la mañana, recién pude dormir. 
  • Al día siguiente me levantaron a las 6:20am, para ducharme e iniciar el protocolo de "pre-operación". A las 7, ya estaba listita, incluso con mis panties super sexys. Ah, tuve que echarme un jabón en la zona de operación (abdomen) que mejoraba la cicatrización y prevenía infecciones, tenía un olor muy raro, pero no malito. 
    El outfit de pabellón xD. Notese mi bolsito de Plaza Sésamo, ad-hoc a los 27 que tengo.

    Panties anti-trombo que se usan por precaución. 
  • A las 8:20 pasaron a retirarme a la sala del cuarto piso para llevarme a pabellón que estaba en el segundo. El señor que me llevó era muuuuuy simpático y es de esas personas que te ayudan a sentirte segura y pucha que hacen falta personas así en el mundo de la salud. 
  • A las 8:45, pasó la enfermera de cirugía y me dijo que pronto me llevarían a pabellón mismo (el señor me dejó en una sala pre-anestésica). Conocí a la anestesista, me preguntó porque tenía el ojo derecho más dormido y yo casi que me puse a llorar y me dijo "Ah, jajajaja, tranquila, lo debes tener así". Plop. 
  • Me llevaron a pabellón que tenía mi nombre inscrito afuera (así como una lápida, jajajajaja). Y por DIOS QUE FRÍO HACÍA. Tiritaba tanto que me tuvieron que poner una cosa caliente en los pies y una de las chicas que estaba, me dijo que para entrar en calor la zona de arriba del cuerpo, el camillero que era un cabro re-joven, se tiraría encima mío. Mucha talla y buena onda. 
  • Pasaron como 5 minutos, la anestesista se dio cuenta que la enfermera cirujana no me había puesto la intravenosa y se enojó y dijo "Quién está a cargo de este pabellón? Que te apuesto que la Carolina". Y como estaba medio enojada, me hizo un piquetito demás en la mano. Era buena onda la anestesista, si la que actúo mal ahí, fue la enfermera que desde que me saludó caché que era de esas minas que se creen las muy muy. En todos lados se cuecen habas chiquillas.
  • Después de eso, la anestesista me dijo que respirara normal, porque me iban a poner oxígeno. Me preguntó cuanto pesaba y le dijo a la técnico que prepara 2 gramos de una solución rara y a los dos minutos me dijo "Aída, te vamos a dormir, tú tranquila". Y yo antes de eso le hice un gesto con la mano y le dije "Ah, es que antes de dormir, quería decirle que tiene unos ojos muy bonitos". Es que en serio chiquillas, tenía un color muy lindo, pero la mirada aún más linda. Y se sorprendió tanto con lo que le dije que me hizo cariño en el pelo. Me llama ene la atención de que entre mujeres, nunca nos decimos las cosas que nos gustan de la otra, no se si será por temor o por esa envidia paria que nos han inculcado a tenerle a nuestros pares congéneres. Eso fue lo último que medité antes de dormir.
  • Lo que vino después, fue una sensación muy angustiosa. Que incluso me cuesta escribirla y deberé hablarla con mi psicóloga, porque solo recuerdo que la voz de la anestesista me dice "Aída, estamos despertando, terminó la operación, salió todo perfecto". Después de eso, recuerdo un dolor muy intenso (como el que sentía cuando venían las crisis) y señoras que pasaban preguntándome en que número iba la intensidad de mi dolor de 1 a 10, yo partí diciendo 8, escuché que me pondrían morfina. Tipo 15:00 horas, pasó una señora midiendo la vejiga y me dijeron que tenía que orinar en una chata y no pude. Me tuvieron que sondear. Yo sé que son enfermeras y todo, pero pucha que me dio pudor todo eso. Me acuerdo y me tapó la cara, fue muy incómodo.
  • Lo bacán es que después de eso, autorizaron mi pase para sala y ahí volví a ver a mi mami mami que estaba esperándome. En el transcurso de pabellón a sala, el chico que me atendió me dijo "Oye tenías cálculos hasta para hacerte un collar y una pulseras juntas". Me lo pasaron "de recuerdo" y yo puro quiero botarlos y mi mamá dale con que no. Sí chiquillas, el doctor que subió a hablar con mi mamá, post-operación, le dijo que había casi que batido el récord con los cálculos y por eso me venían crisis tan seguidas. 
  • En la sala, recuerdo pocas cosas, porque me prohibieron hablar (por el tema de la hinchazón). Y con un poquito rato que hablaba, me venía un sueño tremendo. Incluso recuerdo que varias veces, tomaba el celular para responder mensajes, abría un ojo y me quedaba ZzzzZ. 
  • Mi mamá decidió venirse a casa tipo 18:00 hrs y yo me sentí tan bien de poder dormir tranquila y sin culpas. Pero a los 5 minutos pasó el doctor y me dijo que las técnico en enfermería, deberían ayudarme a levantarme. Yo puro quería dormir. 
  • Me tuvieron sentada como 15 minutos antes de pararme y yo entremedio me quedaba dormida sentada. De ahí me llevaron al baño y también me quede dormida ahí mismito. Era tan incómoda la sensación de no controlar el tuto que le pregunté a la técnico si eso era normal y me dijo "Si pues mi niña, producto de la anestesia y además a usted le pusieron doble calmante, uno de ellos morfina".
  • Tipo 21:00 horas, desperté y respondí mensajes y seguí durmiendo. 
  • El doctor pasó a darme el alta a las 7:20 horas del día sábado y recién ahí me autorizó a comer un suculento desayuno (una tacita de té más una mini jalea). Fue la gloria, porque recién ahí pude decir que comencé a despertar. Me pegué otro tuto y a las 10am, estaba tiqui-taca. A las 12, salí del hospital con silla de ruedas por protocolo, cual Kenita. 
  • Si siguieron leyendo hasta aquí, wuau, gracias! Es que no quería olvidar nada en la posteridad. Recuerdo que ese día, mientras me estaba bañando antes de ir a pabellón, todo me parecía medio fantástico y ahí recordé que por más tonto que suene, yo siempre había querido estar en una clínica para saber que pasaba. Ojalá no fuese por algo grave eso si po, que se entienda. Y ahí, uní los cabos sueltos y todo fue gracias al segundo libro que leí en mi vida: "Papelucho en la clínica". Jajajaja fue tanto, que en la tarde de ayer lo volví a leer y volví a recordar toda la experiencia y los 20 años que me separan de la lectura. 
  • A partir del sábado mismo, he tenido visitas. Me han regaloneado harto y yo a ell@s. He caminado ene por prescripción médica y me he enterado de algunas cosas que pasaron hace un año y me dolió un poquito saberlas, pero de eso pienso escribir el lunes que viene, si Dios quiere.


2- Mis dólares volaron con:
Todas cosas muy random que he encontrado en mis idas a los super que tengo cerca y que he podido ir caminando cual peregrina, jajajaja.
Plumones líquidos de tiza, cosa más rara y colores obnubilantes. 

A inicios de mes, traté de saltar la cuerda con una cuerda de mi prima Jo y no pude, así que me dieron ganas de comprarme una para adulto y encontré esta en el tottus a super buen precio. Por razones obvias, aún no puedo usarla, pero estoy esperando que llegué primavera para ir a la plaza y saltar, yeeeeeey.

Ayer fui a un Montserrat y estaban liquidando muchas cosas a mil pesos. Cosas que no venden cotidianamente, no sé si me explico. La cosa es que los tupper nunca están demás y menos si trae un corta marisopas al medio.

La verdad es que no se si es un corta marisopas o un separador. Ya lo sabré cuando pueda comer pan de miga nuevamente y lo pruebe. 

3- Vi:
"Maraviglioso Boccaccio"
"Ambientada en la Florencia azotada por la peste del siglo XIV. La enfermedad empuja a diez jóvenes a buscar refugio  en el campo, donde pasan el tiempo contándose breves historias unos a otros. Ya sean trágicos o ingeniosos, eróticos  o grotescos, todos los relatos tienen un único gran protagonista, el amor en sus múltiples formas.  Y el amor acabará siendo, para todos estos jóvenes, el mejor antídoto contra el sufrimiento y las incertidumbres de una época"
Con esta película, me pasó a la inversa de lo que me ocurrió la semana anterior. Yo pensaba que al estar ambientada en plena época de la peste negra seria más dramática y no no no, al finalizar me dejó con el corazón llenito. Pero eso debe ser, porque parte de mi, sigue amando la Edad Media. Ah si, esta es una co-producción italiano-francesa y es una inspiración libre del "Decameron" de Boccaccio, libro que no he tenido la suerte de leer, pero que pronto lo haré. 
Quiero TANTO disfrazarme de mujer medieval. 

4- Visité:
El Hospital y los supermercados, jajajaja. Cri-cri.

5- Comida saludable favorita de la semana:
No hay comida saludable y favorita de la semana, considerando que: 1- un día estuve a "régimen cero" (o sea, cero agua, cero comida) y 2- al día siguiente solo podía comer jalea, té y agua de manzanilla. Lo bueno, es que me autorizaron a comer carne (cocida al agua) y fui feliz, porque mi cuerpo lo toleró. Todo ha ido siguiendo su curso normal y eso me tiene tranquila. Ah si, la dieta blanda es por un mes, eso incluye al parecer el tiqui-tiqui-tí. 

¡¡¡Mis cariños!!!