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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

lunes, 5 de septiembre de 2016

Luchar contra la obesidad, por vía tradicional

Hoy se cumple un año desde que comencé con todo este proceso de cambio hacia hábitos más saludables. Recuerdo que era un día sábado y en Santiago de Chile, hacia mucho calor. No me sentía bien físicamente, pero había una dolencia que me impactaba mucho más hondo: el tener que enfrentar la enfermedad que me venía acompañando desde hace siete años (de manera evidente) y al que hacía, valga la redundancia, la vista "gorda". Ser obesa, en este país, es bastante cruel, porque por un lado, tienes una industria que incentiva tus gustos poco saludables y por otro, debes hacer que tu cuerpo enfrente a una sociedad que vanagloria el cuerpo esbelto, ese que tildan de "saludable". Sin embargo, mi lucha no fue contra esa sociedad que muchas veces fue hiriente, la batalla, la tuve - y la tengo que dar por siempre- conmigo misma. He aquí un punteo de todo lo que aprendido este año y que ojalá pueda servirle a alguien. 
Sí, pantallazo a una cuenta mexicana de IG que sigo desde los primeros días de este proceso. Me encanta la frase =)


1- Lo que más ha costado: acostumbrarse a horarios.
Cada proceso es distinto, pero lejos lo que más me ha costado a mi, ha sido acostumbrarme a comer cada tres horas, para acelerar el metabolismo. Yo era de esas personas que almorzaba a las 15:00 horas y de ahí tomaba once a las 22/23:00 horas (incluso más tarde). El problema que ocurría, es que entre medio, picoteaba snacks no saludables y todo se iba a las pailas. Hay un horario en que el "me obligo" a comer y es el de la colación de media mañana. Cuando uno está trabajando, cuesta super poco acostumbrarse a horarios, porque la mayoría de las pegas, establecen super bien esos ítems, pero cuando estas en casa, cuesta acomodarse, pero se puede. 

2- Lo que me hace sentir más poderosa: que he podido acostumbrarme a las porciones.
Cuando por allá por noviembre les escribí del problema en cuestión, les dije que yo pasaba por períodos de "atracones", pero eso no era un constante en mi vida. Nunca fui grosera para comer, pero sí me equivocaba haaaarto en la porción de carbohidratos, por ejemplo, el arroz me servía una taza, cuando la porción solo debe ser media. Un tip que ayuda haaarto en este ítem, es comprarse platos pequeños, porque al verlo "llenito", engañas al cerebro y el logra entender que comiste "harto". 

3- Lo que cuesta: enfrentarse a la sociedad y su frase "ahora estas más linda, en vez de decir, ahora estás más sana".
Pucha que me empelota esa frase. Y se que ese enojo, es común, entre quienes bajan radicalmente de peso. Se que la frase solo confirma ese culto que tenemos hacia lo esbelto, pero, uno puede estar en los huesos y no verse "linda". Lo que mejora es tu ánimo, y eso permite que vayas por la vida, como con un "brillo" inexplicable, porque te sientes más segura, pero no, me niego a creer que antes era el patito feo, yo a mi modo, me quería. 

4- Saber que el cuerpo paso de privado a público. 
Jajajajaja esto suena como que ando vendiendo mi cuerpo en las esquinas, pero no. Esta línea, debería ser una entrada en sí misma en el blog, pero digamos que quiero nombrarla aquí y más adelante, explayarme. Resulta que el domingo pasado, vino de visita una tía (hermana de mi mamá) que me ha apoyado desde el día 1 en este proceso. Y en eso estábamos conversando, cuando me lanzó una bomba que me hirió bastante, pero ya pasó... me contó que una sobrina de mi mamá (que tiene la misma edad que ella y que alguna vez nombre en este blog) le había dicho a la Lucy, que "era altamente probable que yo no lograra bajar por la vía tradicional y me tuviesen que operar". Eso chiquillas, se los dijo un 7 de septiembre, es decir, dos días antes de partir todo el proceso. ¿Mala onda, no? En vez de tirar las mejores energías, lanzamos lo que se nos viene en gana. 
Apenas se fueron las visitas ese día, mi mamá me contó como fue todo y me dio aún más pena, porque me enteré que esa prima, había estado hablando con una hermana de mi papá sobre lo "preocupante de mi sobrepeso". O sea, mi cuerpo paso de privado (mío de mí) a público (lo que a ellas "les preocupaba").
En mi experiencia, solo puedo decirles que la mayoría de esas personas que decían preocuparse por mi exceso de peso, son las que NUNCA me han preguntado nada y no me han dado ninguna palabra de aliento para enfrentarlo. Sus palabras son puro morbo. 

5- Los gimnasios. "Ahí va pura gente frívola".
A los 16 años, yo iba al gimnasio, incluso en mi edad temprana (tipo 6 años) estuve a punto de ser una Tomás Gonzalez, jajajajaja, nah mentira, pero practicaba gimnasia rítmica. No sé en que parte de mi historia de flojeritis aguda, dejaron de gustarme los gimnasios, porque según yo, ahí iba pura gente frívola. Y ya, si, lo que más abundan en los gimnasios de cadenas, son los cuerpos esculturales, sin rollitos, sin celulitis y un largo etc. Pero créeme que si te inscribes en un gimnasio, pronto te darás cuenta que varios también están ahí por el ítem salud y hacer ejercicio en sociedad, pucha que estimula. 

6- Cambiar el ropero: la parte más entretenida del proceso.
Yo llevo 52 kilos menos desde que me pesé por primera vez en este proceso (un 11 de septiembre de 2015) por ende, es obvio que la ropa de antes, no me queda bien. A veces se me olvida y me la pongo y se ve mal. Por suerte, con el sueldo del reemplazo que hice en mayo, pude abastecerme de varios pantalones y las partes de arriba me las he comprado en cuanta feria libre he ido. Es super entrete que lo que te guste, te quede bien. 

7- Enfrentar tus miedos y dejar de esconderse. Estamos trabajando para usted. 
Un temazo que aún no soluciono, pero como dice el título, estamos trabajando para usted. La primera vez que solté esto en sociedad, fue aquí en el blog, después empecé a escribir de a poquito de mi experiencia en twitter y hoy (sí, recién hoy) me atreví a contarlo en la red más "copuchenta" de tod@s: facebook.  Decidí hacerlo, porque de verdad, ya me estaba intimidando un poco salir a la calle y que la gente se sorprendiera. En serio, al principio es bien entrete y te sube el ego y blablablá, pero como todo en la vida, después termina siendo intimidante. 

8- ¿Te operaste? ¿Te quedó la guata suelta?
Es raro todo esto, pero la "sociedad" empezó a notar mi cambio, por ahí por abril. Entonces, cuando ha pasado que me ha visto gente que no me veía hace rato, piensan que me operé. Ello porque ven en la tele a color que nos enseña, que solo con una manga o bypass gástrico se soluciona todo. Y no po, el bypass, debería ser una opción extrema, porque pucha que cuesta y pucha que duele. Muchas personas piensan que la operación es la vía fácil, pero estoy segura que ninguno de ellos se atrevería a comer por un mes papillas. 
Y la segunda pregunta, me la hizo incluso un doctor (ese cirujano estúpido que decliné en la Clínica Dávila). ¿Que se responde ante tamaña tontera? Yo suelo decir "NO, fíjate que no tanto", cuando lo que me dan ganas de decir es "Eeeeeeeeeh, me vas a pagar la cirugía estética, tú?"

9- Cuerpo renaciente. Tengo muchas ganas de todo, sobre todo de uno.
Tengo ganas de hacer TANTAS cosas. De salir a bailar, de simplemente salir. De ver a alguien. Tengo ganas y de a poquito, esas ganas deben convertirse en algo concreto. Es como que la Aída antigua, esa que amaba acostarse a las 3 de la mañana, solo para tener más tiempo de comer, ya no está más y hay otra Aída, que quiere disfrutar de la vida de afuera. Algo así. 

10- ¿Qué quiero comer? 
Mi pauta alimenticia y ojo que un GRAN porcentaje de mi mérito, se lo debo a la SECA de mi nutricionista, nunca ha sido mega restrictiva. O sea, obvio que no puedo comer ni embutidos ni frituras, pero tampoco me han restringido nunca los carbohidratos, porque por algo, están en la pirámide alimenticia. Con todo, puedo decirles que uno puede comer de todo, pero en la porción justa (y ahí está lo complicado) y en el día adecuado (1 vez por semana, por ejemplo). 
¿Que quiero comer? Jajajajaja, por ahora, volver a comer cebolla y ajo, pero eso fue por el ítem vesícula. Pero en verdad, lo que más quiero comer, es una porción de papitas fritas, ya lo haré, en su justo momento. 

11- Cambio en el hipotálamo
El hipotálamo, es esa región cerebral que controla conductas, por ejemplo, alimentarnos. Cuando una persona es adicta a la comida, es obvio que hay algo que ahí no esta funcionando muy bien, incluso mi nutricionista me ha contado que hay personas que definitivamente tienen un daño y ellos si que son candidatos perfectos para la operación gástrica, porque no es que no tengan fuerza de voluntad, es que no PUEDEN tenerla, por conducta. 
¿Cierto que todos hacemos cosas en el día a día, con el "piloto automático prendido"? Ejemplo, todos los días cuando nos levantamos, hacemos los mismos movimientos, etc. A mi me pasaba eso sobre todo a la hora de refrescarme, pues si me daba sed, llegaba, me paraba e iba al refrigerador e inconscientemente, tomaba bebida -light, pero bebida, al fin y al cabo- y/o jugo néctar. Desde hace unas semanas, descubrí (es decir, hice racional lo que tiene que haber estado ocurriendo hace rato) que cuando me daba sed, buscaba mi botellita con agua mineral, así, igual de inconsciente. 
Esos cambios, cuesta muchísimo hacerlos, no es fácil ni para una persona operada, ni para una que baja de peso por vía tradicional (ejercicios más pauta saludable). Y no es que cueste, onda de mucho sacrificio, pero toma tiempo. 
Por el problema que presenté a la vesícula en los últimos meses, por ahí, por mayo, dejé la bebida (tenía permitida en mi pauta la sprite zero). Se siente bien no beberla, pero aún no puedo decir que es una batalla ganada, porque estoy esperando que suban las temperaturas, para ver como me va. 

12- ¿Cual es el secreto para lograrlo? 
No hay secreto. En verdad, todo, pero todo pasa, por el deseo de querer cambiar para mejor, evolucionar como dice la Ale (mi nutricionista). Yo miles de veces, hice dietas, que me dictaban  los endocrinólogos y los suspendía a las dos semanas, por qué? Porque con suerte me dejaban comer atún y lechuga (tal cual, como el cliché). No po, pastelero, a tus pasteles. En fin, en lo que hay que trabajar es en la fuerza de voluntad y ahí es donde me gustaría detenerme en otra de las fechas conmemorativas del proceso (el 21 de octubre, cuando comencé con la pauta en el CTO de la UC).

Insisto, esto solo es un reflejo del proceso que he vivido en este año. He aprendido tanto, pero tanto, tal vez incluso más que en los años que pasé por la Universidad. Ojalá que lo escrito aquí, le sirva a alguien. Mi apoyo absoluto a quienes luchan contra algún trastorno alimenticio, estamos todos en esta lucha contra sí mismos. 
¡Mis cariños!

4 comentarios:

  1. Me lo leí todo! Oye que entretenido tu blog!
    Mi inspiración!
    Yo quiero adelgazaaaar...buaaaaah
    Pero escribe escribe y yo también quiero empezar bonita. Escribe tu y yo te leo y me ayudo.

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    1. Ay Dorquita, recibir tus comentarios es como volver a ese lejano, pero feliz, 2008!
      Pero se puede por Dorca!!! Tú corrías no? Aunque claro, ahora tienes menos tiempo!
      Que gusto sería leerte nuevamente!
      Cariños!!!

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  2. Aída, felicidades por todo.
    Leyendo el detalle me doy cuenta una vez más del largo proceso que has vivido y que ni siquiera acaba, será constante.
    Qué increíble todo lo que te pregunta o dice la gente, de veras hay muchos temas que tenemos la mala costumbre de hacer públicos cuando en realidad son mega privados, imagino que pasa también con los embarazos, los matrimonios y cuanta cosa más. Pero es cierto, del peso se habla y mucho, y tampoco todo es bueno.
    Espero que pronto puedas comer ajo y cebolla, a mí me gustan y siempre he escuchado cosas buenas de ellos, acabo de enterarme en tu post que por la vesícula están restringidos.
    Y es verdad eso de la colación a las 11am en el trabajo, yo la tengo incorporada porque además aprovecho de hacer un recreo, caminar un poco, etc.
    Cariños y que estés muy bien!

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    1. Gracias por las sinceras felicitaciones Ale!
      Siiiii, largo y corto a la vez, como todos esos aprendizajes que nos deja la vida! =)
      Yo te juro que me cuesta mucho pero muuucho entender a la sociedad en ese tipo de preguntas, intromisiones. Yo se que en el embarazo es algo así, como que tu cuerpo pasa de la esfera de lo privado a lo público (incluso las tocan constantemente y qué lata si ellas no quieren) y que agotador.
      Ahí está lo malo, la mayoría de lo que rodea al ítem peso, es negativo.
      La extraño tanto Ale, sobre todo su versión caramelizada, es que la pienso! O sea, no es que sea mala, pero te puede hinchar y ahí hay que tener ojo.
      Es que además, como uno toma desayuno más temprano (antes de las 8 por lo general), a las 11 si o si te da hambre, distinto cuando uno toma a las 9am (mi caso comúnmente), a las 11/12 aún no da tanto apetito po. Excepto cuando voy al gym, ahí después si me da hambre, pero por el desgaste, obvio.
      Cariños!!!

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