Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

lunes, 28 de julio de 2014

Ser o no ser supersticiosa: he ahí el dilema.

Hoy me dieron ganas de escribir sobre esto. ¿Creen en las supersticiones? Yo a veces sí y otras las sigo de manera automática. Digamos que en simples palabras, me crío una mujer muy supersticiosa, jajajaja.  Ahora bien, ¿Que significa la palabra  "superstición"?  Según el amigo wikipedia, básicamente es "la creencia contraria a la razón que atribuye una explicación mágica a la generación de fenómenos, procesos y relaciones".  Sin embargo, por muy contraria a la explicación racional que sea, igualmente ha permanecido durante siglos, es más, Cicerón ya se refería a las personas supersticiosas como a:  "Quienes rezan  u ofrecen sacrificios todos los días para que sus hijos les sobrevivan". Hola religiones del mundo. 

Como les contaba, hay muchas de las cuales creo simplemente porque mi mamá me dijo que hacerlo o dejar de hacerlo, traía mala o buena ventura. Sin embargo hay algunas que ni para explicación i-lógica les alcanza. A continuación, una lista de las que practico, jajaja:

1- Besar el pan/miga de pan antes de botarla a la basura: Ni idea, cual es su explicación lógica, pero recuerdo a mi mamá diciéndome estando yo muy pequeña que el pan antes de botarlo, había que darle 3 besos, de esa forma, quien no tuviera para comerlo, lo obtendría durante el día. Y pucha oh, con 25 años a cuestas, aún lo hago. Es que me remueve el corazón po. Es más, una vez, sí, UNA VEZ, lo olvidé y lo recogí de la basura y lo besé, no fuera a ser que por culpa mía alguien se quedara sin comerlo. Y en verdad, la lógica que me dice que aunque lo bese, igual se que hay muuuchas personas aún que mueren de hambre. 

2- Tocar madera: Esta se usa cuando decimos algo que no queremos que por nada del mundo suceda. Y funciona así: uno dice el mal augurio y dice "no, ni Dios lo quiera" y gana la culpa/remordimiento y el miedo a que efectivamente suceda y tomas tu mano, la empuñas y das tres golpecitos a un trozo de madera. Jajajajaja, pucha, este lo hago seguido.

3- No derramar sal: Mi mami, siempre que cacha que sin querer se me cayo un poco de sal, viene corriendo hacia a mi y me dice "Nooooo, no la botes, echala por el lavaplatos". En tono de lo peor del mundo, obvio.  Y la amiga sal, tiene un bonus track:  si no quieres enojarte con una persona, NUNCA, le pases el salero en la mano, si te lo pide, déjaselo cerca, pero JAMÁS en la misma mano. Jajajajaja, la lesera. ¿Habrán pensado en esta superstición nuestros queridos honorables para prohibir la sal en los restaurantes? ¿Muchas peleas entre amiguis? 

4- No dejar la cartera en el suelo, ni barrer la calle en la noche:  ¿Y saben por qué? Porque el vil dinero se va más rápido de sus manos, jajajaja. Pucha oh, ahí está, en la U', a veces dejaba la cartera en el suelo, por eso sigo paaabre. 

5- Espejo roto, 7 años de mala suerte: Muy mal eso de mirarse la carita por las mañanas en un espejo trizado o quebrado, no no no. Porque además de no cumplir el objetivo principal (verse/ observarse correctamente), usted puede tener 7 AÑOS DE MALA SUERTE!!. Jajajaja ¿Quien se dará el tiempo de contar esos 7 años? Con esta tengo una experiencia medio personal. Resulta que cuando tuvimos el accidente, acá había un espejo roto. Uno que mi mamá no quiso botar, porque le había costado caro, jajaja, y según ella, igual cumplía la función. Hasta que lo vivió una amiga de mi mamá y le dijo por eso, había pasado lo que había pasado. Les juro que cuando la escuche, me dieron ganas de darle el primer lugar en inteligencia emocional. Piénsalo, créelo, pero no culpes por eso, a tu amiga pos. 
Según esta página, esto se debe a que: El espejo era un elemento mágico de adivinación, por lo que si se rompía, era para no mostrar una imagen aterradora del futuro. Siete años es el tiempo que, supuestamente, tardaba en renovarse un cuerpo.

6- No cruzar los cubiertos al terminar de comer: Jajajaja, este es el último del que me entere. Estaba yo en un pub, terminando de comerme una exquisita quesadilla, feliz de la vida y charaaan, tuve la excelente idea de cruzar el tenedor con el cuchillo. A lo que la Pame (otra amiga de mi mamá) me grita "Noooo, no los cruces, es de mala suerte". Snif. Me sentí mal, en el día de mi cumpleaños. Es que eso era!! Por eso aún no encuentro pega, jajajaja.

Igual conozco haaartos más, pero estos son los que me llaman la atención, jajajaja. ¿Conocen alguno de estos? ¿Alguno nuevo que me quieran advertir? ¿Es muy estúpido lo que escribí?
Detallando las archi-conocidas supersticiones. 
Cariños!!

lunes, 21 de julio de 2014

Estoy confundida. S.O.S.

Estoy confundida. Llevo muchas semanas tratando de llevar a palabras lo que realmente siento, pero así estoy: en una nebulosa. Cada vez que alguien me pregunta por mi situación laboral, sinceramente no se que cara les pongo. Trato de no parecer molesta y/o enojada, ya que la otra persona, muchas veces no tiene la culpa de preguntarme algo así de cotidiano, pero en serio, en la más buena onda, me agobia. Tengo un tía, que apenas termina de preguntarme como estoy, me lanza la maldita pregunta: ¿encontró trabajo ya? Por salud mental, he optado por no ir tan seguido a su casa.

Es difícil estar cesante. Sobre todo porque nací en una sociedad demasiado exitista. Ayer mismo, me hice una cuenta en LinkedIN, y de verdad me impresionaba saber que estoy viviendo en un país tan evolucionado, tan inserto en la sociedad globalizada y capitalista, tan pero tan OCDE. Es más, al leer los perfiles me preguntaba ¿la mayoría de estas personas son las que se empujan en el metro? ¿Really? Es que en serio, me llamaba la atención, sus cursillos y sus tremendos logros en empresas con nombres rebuscados y cosas así. Y en verdad, son personas que conozco y se que ni siquiera hilan bien una conversación. Y sorry lo mala onda de mi comentario, pero es que me aburrí de las apariencias. 

Hay cosas de las que me ha costado darme cuenta, pero bueno, ya me he pegado el alcachofazo. Hasta hace unos meses atrás, me costaba asumir que a mi lo que realmente me cuesta es salir de mi zona de confort. Y por eso, he aceptado seguir en esa ayudantía que no me contribuye en nada y es super mal remunerada, para todo el trabajo que implica. Además que al principio, me gustaba la idea de seguir ligada a la "Academia", pero si ahí no valoran mi trabajo más allá de servirles para corregir cerros y cerros de evaluaciones. ¿Que cresta saco en limpio? 

A veces siento que la profesora con la que trabajo, cada cierto tiempo me da calmantes y estira ese maldito sentimiento que dicen que nunca se pierde (esperanza) y yo, como soy ilusa, caigo en su jueguito. A principios de junio, me mando un correo diciéndome que cruzara los dedos, porque si resultaba un proyecto que había postulado en la U', iba a trabajar con ella el próximo semestre. Después de ese correo, NUNCA MÁS me hablo del tema. Hasta que yo el último día de la ayudantía de este semestre, me arme de valor y le pregunte, qué onda... y muy prisca me dice "Ah, eso... no resultó".  "Hola? no le enviaste un correo a una máquina sin sentimientos" pensaba yo. Es que no entiendo el gusto de andar lanzando falsas ilusiones sobre el mundo. ¿Eso se devolverá? Quizás en otra vida, yo hice lo mismo.... porque SIEMPRE me topo con personas así, peores que políticos. 

Igual me arrepiento de algo que hice ese día. Como cache que el famoso proyecto se estaba derrumbando ante mis narices - una vez más: Hola Fondart-  deje mi orgullo de lado y le pedí a mi profesora OTRA AYUDANTÍA (y si, lo pongo en mayúscula para reiterar lo estúpido que fue) y me dijo que ella lo veía medio imposible, pero que podía enviar un par de correos y recomendarme. Y yo pensaba entre mi... y porque chucha, no ha hecho esto antes, si tanto dice estimar mi trabajo en reiteradas ocasiones. 

Y ahí es cuando me culpo a mi misma de haber escogido una carrera, donde la gente es demasiado egoísta. En ocasiones, viene a mi un recuerdo que este último tiempo se me ha hecho muy repetitivo. Era diciembre de 2006, a días de haber dado la P.S.U. y con una amiga comentábamos todo el proceso y yo le dije "Sí quedo este año, estudiaré Licenciatura en Historia, si no, y debo hacer Preu, me decidiré por Periodismo que es más rentable". Y obvio que al otro año, me arrepentí de estudiar la segunda carrera, porque según yo, amaba la Historia por sobre todas las cosas y hasta el infinito y más allá. 

Y sí, aún me gusta muchisimo, pero siento que si bien, siempre la supuse como poco rentable, nunca le tome el peso, a lo que significaba en la vida "real", esa que no está inserta en las 4 paredes de una sala universitaria. Siento que desde que dí el examen de grado, las circunstancias me han cortado las alas. Esto va más allá de no haber podido continuar en seguida con el magíster. A todo esto, el máster es otro tema... viendo con ojo crítico - o sea, desde afuera- estoy notando que un magíster en mi área, no es una solución para poder optar a un mejor puesto de trabajo... yo recuerdo que mis profes cuando hablaban de sus proyectos de magíster, algunos los habían sacado incluso en 5 años, ahora pareciera que es lo mismo que ir a comprar pan al líder. Y, no, no me refiero a que sea mega ultra super fácil, si no que quienes están a cargo de estos, saben que no pueden tener a una generación o a muchas personas "pegadas" en una carrera, porque vienen otros millones más detrás que deben ocupar su asiento y su cupo. O sea, pura mercantilización del capital humano. Un horror, del que cada vez menos, quiero formar parte. Igual hay postgrados que me cierran un ojo constantemente, pero ya le quite la cuota de fantasía que me deslumbraba. Para complementar, hace poco salió un estudio que señalaba que lo que la llevaba ahora, no era un magíster si no, aprender un idioma rentable como el inglés o el chino mandarín. Y sí, les encuentro toda la razón.  

Y la pregunta del milllón es: ¿Serviré para algo más? A veces me pongo a soñar en qué me gustaría trabajar y siempre llego a la conclusión de lo que NO me gustaría. Y ahí gana por lejos  el sector venta. Que terrible eso de que paguen por cumplir con ciertos desafíos/metas. Y obvio que odiando eso, se reducen muchos campos de trabajo, porque es lo más rentable. 
El otro día mi mamá me decía que una compañera de trabajo, le había comentado que para laborar en un banco, solo te pedían ser profesional y me recomendó intentarlo. Aún estoy pensando esa opción, porque como dije al principio, estoy en una nebulosa. 
¿Me recomiendan algo? En serio, estoy perdida. 

Me representa. 

Mi bella Mafalda que siempre me comprende. 

Un abrazo! 

lunes, 14 de julio de 2014

Post- lectura: "Bajo la misma estrella" - John Green.

Me entusiasme con "Bajo la misma estrella" un día martes. Por esas "casualidades" (entre comillas, porque a veces me pongo paranoica y pienso que internet nos controla todo) el día jueves llegó a mi correo electrónico una oferta de Busca libre, con dicho libro a un 25 % de descuento. Lo dude, sin mentir un segundo, le pedí prestada la tarjeta a mi mamá... y voilá, realice mi primera compra por internet. El miércoles de la semana siguiente (2 de julio) ya estaba en mi casa y... el sábado 5, ya lo había terminado. Hace muuucho tiempo que no me leía una novela, tan rápido. Fue entre el viernes y el sábado. Me lo devore. Y la película, la pude ver el viernes que recién pasó, o sea, una semana después. 

Antes que nada, me gustaría confesar, que es primera vez que me leo un libro de Alta Demanda (por no llamarle de otra forma) justo en su período "popular", es decir, por el estreno de la película. Sin embargo, decidí despojarme de mis prejuicios y darle una oportunidad por tres razones: 
- Es un libro dirigido- en un principio- a adolescentes que retrata la fragilidad de la vida a causa de una enfermedad catastrófica.
- Me encantó saber que en la película actuaría como Hazel Grace Lancaster, Shailene Woodley. La semana pasada les contaba, que yo en mi vida, solo había visto una serie completa. Obvio que he visto más, pero nunca ninguna me ha atrapado, a excepción de "The secret life of the american teenager", donde Woodley era protagonista. Si me pongo a decirles que era lo que más me gustaba de esa serie, esta entrada se irá de su objetivo principal, así que para otra vez será.  No obstante y yendo al grano, mientras leía, ya me imaginaba a Hazel y Gus. Y creo que en parte lo prefiero así, para que no me volviera a pasar la tremenda decepción que me ocurrió con "Palomita blanca".  
- Leí la historia de la chica en quien supuestamente esta inspirada parte de la personalidad de Hazel Grace, en la Revista Ya. En realidad, fue esta la principal razón. Si alguien tuvo el valor, siendo adolescente de escoger su propia lápida, merece tooooda, mi admiración. 

Al leer el libro, obvio que la primera de mis percepciones, voló alto.  La historia, no es sobre la muerte en sí misma, pero sí, de las preocupaciones y divagaciones que trae consigo vivir, con un diagnóstico lapidario como es el cáncer en etapa IV. Siendo esta enfermedad, una cuasi "ruleta rusa" en nuestra contemporaneidad, pienso que el autor retrato muy bien, las características psicológicas, de una adolescente enfrentada al fin de su vida, pero con vida. O sea, eso que va más allá del cáncer. 

Para no ser reiterativa con quienes ya han leído el libro y/o visto la película,  resumiré la partes que más me agradaron y/o que me permitieron reflexionar:

  • Cuando comienza a contarnos su obsesión con el abrupto final de "Un dolor imperial" y que después comparte con Augusto Waters, me imagine que John Green haría lo mismo que hizo Peter Van Houten. Y sinceramente, tuve que resistirme para no leer la última página.  Quizás, ello explica, lo rápido que me leí el libro. 
  • Me quedo la sensación de que el libro además nos recuerda, esa frase tan cliché pero tan cierta de que "uno propone y "Dios" dispone". En mi familia, hubo un tiempo que muuuchas personas la decían, y yo me obsesione tanto con la frase, que mi primer blog, aludía a ella, pero en sentido contrario. Es que no po... era ella la que partiría antes, al menos yo, no me imaginaba que sería él, el que se enfrentaría a una tremenda recaída que terminaría con su vida. 
  • ¿Existe realmente algo como "Los genios"? Sí es así, que acto más noble. 
  • Comentar el cáncer sin tabúes. Me encantó la parte que Hazel reprocha a todo aquel que tilda de "luchador" a quien padece y muere de aquella enfermedad. Esa estupidez de "santificar actos" que muchas veces caímos los seres humanos... porque es obvio, en tal escenario, luchar no es una opción, solo es capacidad de sobre-vivencia,  por ti y por los que están en tu entorno más cercano. 
  • Sí, uno puede vivir con dolor. No todo es color de rosas (Emi, prima mía... podrías leer el libro, te lo recomendaré, jajaja). En verdad, yo tome esa frase tanto en el sentido físico como emocional. ¿Me convenía? No lo se.
  • ¡Quiero ir a un Hotel como el Filosoof! Y yo, hasta antes de escribir esta entrada, pensaba que solo era una invención, pero no, según San Google, ¡existe! Amsterdam, estas en el quinto lugar de mi lista de "lugares por visitar". Ya, en verdad, a mi lado nerd, le encantó que al menos nombraran a Kierkegaard (ojo con el simbolismo), Heidegger y a Maslow. Sí, no es casualidad que nombraran justo a el filosofo de la angustia y al pilar alemán del existencialismo. 
  • En la película, decían una frase, que no se si no me percate en el libro... pero que tanto a mi como a mi mamá, nos encantó: "Al final, los funerales no son para los muertos, si no, para los vivos". La leímos en la pantalla gigante y ambas nos dimos un codazo. Toda la razón. 
  • ¿Lloré? : Sí, sí llore, pero fue por un resabio. Pienso que en principio, el libro no esta hecho para provocar llanto, si no, para reflexionar. Ya, pero sí, si llore. Y fue de ese llanto con lágrima ácida que pucha que duele. Fue en la parte que ella le lee el discurso fúnebre a Augusto Waters, el que él tenemos la "certeza" que escuchó. 
  • La mayoría de los autores, son como Peter Van Houten. He dicho, caso cerrao'. Y no lo digo de prejuiciosa, si no porque lo he experimentado en carne propia. Sabemos que Van Houten, además de ser alcohólico cargaba con su propia historia dolorosa, pero, no nos veamos la suerte entre gitanos, basta con pisar una editorial, para que el divismo innato aparezca ipso facto.
  • No pude evitar compararlo  con "Love story" (1970). De este último, no he visto la película, pero sí, un par de trailers (Nota mental: ir al persa y buscarla, es la última esperanza que tengo de encontrarla). Por lo que al igual que con este libro, pude "imaginarme" a los protagonistas. Eso sí, en términos morbosos, Love Story es más triste. Es que eran otros tiempos, dice la abuelita que vive en mí.
  • Entre raya para la suma, yo me reí muchisimo. Muy valorable el humor negro. Estoy pensando en la escena de los huevos (por citar una). Es que en verdad, parece que yo una vez también hice eso. Ups. Tenía 15 años, jajajaja. 
¿Y a ustedes, les gustó? ¿Comparten alguna de mis opiniones/gustos/percepciones? ¿Se entusiasman a leer un libro así? 

Ah sí, antes de irme... hay una frase que me permitió recordar los orígenes de este blog que yo misma he catalogado como catársico, procedo a citar:
"No se inmortaliza a los seres perdidos escribiendo sobre ellos. El lenguaje entierra, pero no resucita".  (Página 115)
Y sí, es verdad, la muerte, ver morir, esa cuestión inevitable por la que veremos como otros pasan y por la que nosotros mismos pasaremos, no es el único fin... hay otros fines posibles. 

Aaaawww... el otro día leí, que esa banca había desaparecido misteriosamente del lugar, pero ya había vuelto.  Fanatismo, mode on... jajaja. 

Esta entrada la escribí un 14 de julio. #HolaCasualidad 
Hace mucho tiempo que no abusaba de los marcapáginas.
Mis cariños. 

lunes, 7 de julio de 2014

Vivir la infancia en los noventa.

Siempre que publicitan el programa de televisión #YoAmolos90, se inunda mi mente de nostalgia (insertar suspiro, awww). Es que fue la década de mi más tierna infancia po', imposible olvidarla. Si bien, las cosas que comentaré aquí, no son todas las que mi mente recuerda, pienso que redundar en muchos de los artículos que ya hemos visto publicados en muchos blog's y páginas web, es fome. Así que aquí incluiré algunas con su respectivo racconto (no podría llamarle "flashback", porque me alargaré, jajaja) 

COMIDA 
Galletas museo y las dolce vita.

Las primeras, aún existen en bolsitas pequeñas. Sin embargo, a principios de los noventa vendían unas en una cajita con forma de conejito (ver imagen). Aquellas, yo las había bloqueado, porque sinceramente no se si duraron mucho en el mercado... pero una vez, por allá por 2009, mientras con un compañero preparábamos una ayudantía, él se acordó de las famosas galletas y funó la preparación de la clase. Es que él, no había encontrado a nadie más que las conociera y obvio que teníamos que buscarlas en internerd (a esa altura). Desde ahí, cada vez que nos vemos, hablamos de las museo y suspiramos con nostalgia jajajaja. (Hola Tatán) 
No es muy HD, pero bueno, es lo que hay disponible en internerd, jajaja. 

Las segundas, es casi pura imaginación PORQUE MIS PAPÁS NUNCA ACCEDIERON A COMPRÁRMELAS (en tono reproche infantil). Una porque eran muy caras (según ellos) y dos porque eran mega calóricas. Sin embargo, una vez una amiga de la época se quedó en mi casa, mientras nuestros respectivos padres, salían a carretear y trajo las famosas dolce vita que comimos mientras veíamos la película de Heidi (no la de monitos, la de humanos.... punto aparte: ¿Alguien la ha visto? Muero por repetírmela). Y no las he podido olvidar. A lo más he comido las tóxicas pero apañadoras serranitas de fruna, pero se que no es lo mismo :'(. Ya po Mc'kay, regresa las dolce vita :'(. 
Hola Pavlov, estoy babeando, así que ven por mí. 


TARJETA ENTEL
En el año 1998, hubo una promoción de entel que no he podido olvidar... y lo peor: cuando me atrevo a contárselo a otra persona, a riesgo de que mi carnet se vaya rodando detrás, nadie lo recuerda. Es más, si lo gloogueo, nada. Sé que en el cuarto de cachureos que hay en el patio, debe haber alguna y cuando la encuentre, seré la más feliz. A todo esto, me he dado puras vueltas y no he dicho lo que hacía la famosa tarjetita.
Era una tarjeta donde ponías tu huella digital, donde variaban los colores dependiendo de tu estado de ánimo. Igual yo creo que era medio chanta, porque a algunos siempre les salía verde y a otr@s siempre rojo. En fin, ¿lo habré soñado señor Jebús? 

MODA
Zuecos
A mediados de los 90, estos estúpidos zapatos se pusieron de moda. Y yo no me canse de molestar a mis papis para que me los compraran. Después de mucho tiempo, accedieron. Y elegí unos BLANCOS. (SIIII, BLANCOS. HORROR). Ojalá no haya registro visual de ello, por favor. Demás esta decir, que una vez que los adquirí, a lo más me los puse un par de veces, porque los encontraba full incómodos. Y creo que una de esas veces, me doble levemente un pie. Todo mal.
Eran algo así, pero con plataforma completa. Feos feos. 

Zapatillas Donors
Fue al final de la década, cuando estas zapatillas se pusieron de moda. Y al igual que con los suecos, yo los pedí. Y aquí si que me costo más convencer a mis papás, porque eran carísimas. Y pasó lo mismo: al tener plataforma, las odié. Por lo que recuerdo, terminaron en los piececillos de mi adolescente prima (la misma de las banderas, puaj) que desde la primera vez que me las vio puestas, me dijo que si alguna vez las desechaba se las regalara. Jajajaja, obvio que ella fue la más feliz de mi decisión de no usarlas más. Y después de aquel episodio de compra compulsiva, mis papás lo pensaron un millón de veces más de acceder a mis gustos marqueros de moda. 
Así tal cual me puse cuando las vi nuevamente 


Estuche con forma de zapatilla
No sabía si incluirlo en la clasificación "moda", pero sin duda, que el estuche de zapatillas marcó mi año escolar de tercero básico (1997) junto con las esquelas (pero de estas ya se ha hablado mucho). Sin embargo, ya no es taaan nostálgico, porque hace un mes atrás, lo vi en Morph, pero no me lo compré, porque su precio era mil veces más alto que hace casi 20 años atrás. Y en verdad, no... a los 25, no lo usaría xD.
Tenías uno con estos colores, pero con forma de zapatilla. Esas solo tienen cordones po. 

PROGRAMAS DE TV.
Acá en la casa, contrataron cable en 1995. Y pucha que accedí a un nuevo mundo, a mis cortos 6 años. Primero me obsesione con The Fun Channel, pero duró menos que un candy, a pesar de que ahí vi las mejores series animadas (Babar y the little Rose). Después cambié a Cartoon Network y de ahí, a Nickelodeon. 
De este último, hay muuuchas series infantiles que me marcaron... (estoy pensando en rugrats), pero hay una que destaca: "Sabrina, la bruja adolescente". Sin exagerar, es la única serie extranjera que he visto en mi vida. Ahora de adulta me cargan y pienso que pierdo el tiempo siguiéndolas con sus temporadas eternas. En serio, admiro a las que son fans de series variadas y son tan fieles que esperan por temporadas que duran poco y esperan hasta el otro año, por lo mismo. Yo, paso. 
A lo que íbamos... es que Sabrina, me otorgo sueños: desde que al cumplir 16 a mi también me dirían que sería bruja (jajajaja, era niña ya) y podría hacer lo que quisiera con mi dedo índice, y a que en la adolescencia conocería un Harvey (Hola Harvey, te estoy esperando, yajú, aunque la adolescencia, ups, ya pasó) o que mis tías me regalarían un viaje a Roma y yo pediría un deseo en la Fontana Di Trevi. Sí, porque antes de París, mi destino soñado, era el Coliseo Romano. Muy nerd. Mientras mis compañeritas soñaban con disney, yo quería ese lugar tan fome y tan histórico a la vez.

Y nacionales, hay varios que vienen a mi mente...  (sobre todo teleseries de TVN, "Sucupira" estoy pensando en ti) pero hay uno que me marcó:
La buhardilla: Según wikipedia, esta fue una serie nacional emitida en 1996 que básicamente "narra la historia de 4 jóvenes estudiantes de música que luchan por abrirse paso en el mundo artístico y de su relación con un particular chico que padece síndrome de down". Y justamente eso recuerdo. Ah sí, y a una señora viejita que escondía comida en la cama, porque sus hijos no dejaban que comiera golosinas.
¡¡Todos muy jóvenes!!


El PC
La primera vez que tuve acceso a  algo que podríamos llamar "PC" fue en 1995. A mi papá le prestaron una especie de teclado que se conectaba a la tele y tenía un par de programas que databan de la prehistoria, jajajaja. Ahí, después de la mata de pelo, pueden apreciarme muy concentrada.
Dos cosas: destaca el sticker del "No" y  mi mano esta en la boca. 

En verdad, fue recién en 1998, cuando mi papá, pudo comprar el primer computador. Me acuerdo, que cuando fue a comprarlo, me invito al centro, entramos a ripley y me dijo: "Pachita, compraré un computador". Creo que saltaba de felicidad. Además ese día, además me invito a almorzar y después de eso me compro plastilina de 24 colores. ¿Que más podía pedir, señor Jebús? 
Y ya sí, de la llegada del PC, me imagino que muchos han hablado... pero quise incluirlo aquí, solo porque, hay dos software, con los que rayé, antes de conocer internerd: la encarta y la máquina de hacer tareas.
Ambos, me los compró mi papito lindo precioso. 
Siempre recordaré que lo primero que puse en la encarta fue "Mickey y Minnie" y me lanzo como referencia a Walt disney y ya como que no me gustó mucho todo lo que supe ese día, jajaja... y además había una opción que te permitía hacer recorridos por monumentos históricos y ciudades importantes. Pucha que era nerd, jajajaja.
Y la segunda, me encantaba, porque además de ayudarme con las odiosas tareas, al final de cada CD, habían una imágenes para colorear. Demás está decir, que hice zumbar la primera impresora con ellas, a tal punto, que después de haberme echado la primera tinta a los dos días de compra, mi papá me obligaba a pedirle permiso antes de imprimir, jajajaja. Y lo último que confesaré sobre computadores: mi viejito lindo, al principio, me PAGABA (sí, leyeron bien, ME PAGABA) cien pesos, si en mis ratos libres en vez de imprimir y molestar  me dedicaba a transcribir en word, documentos que él me pasaba. Lo hacía con la intención de que escribiera más rápido, pero sospecho que "inocentemente" igualmente le hacía tareas a él, porque en esa época se especializo en computación. Ay, Lictorio lindo ¿Cómo no voy a seguir amándote? 

Y después de este laaargo post, (gracias a quienes terminaron leyendo hasta aquí) obvio que terminare con una canción muy noventera, jajajaja. 


Que canción más mala y pegajosa, no? Jajajaja... ¿Y ustedes que recuerdan de los noventa?
Mis cariños!