Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

martes, 11 de agosto de 2015

Mi experiencia en la cocina

Si bien el título de la entrada es muy sugerente a la idea que tenemos sobre una mujer digna de la década del 50 en Estados Unidos, les cuento que en verdad, mi intención no es dar tips para complacer al marido, ¡no ni loca por Dios!, si no más bien, para contarles lo que ha significado para mi, el aprender a cocinar y preparar mis propios alimentos, desmitificando la idea absurda de que las mujeres que creemos en la igualdad, no podemos disfrutar de aquello (lo he escuchado, en serio...).

No me imaginen así, porfa, jajajaja. Yo cocino harto más chascona con un tomate bien alto. 

Mi experiencia en la cocina, fue bastante tardía... mi mamá era super sobreprotectora de mi, así que siempre se imaginaba que podía quemarme o quemar la casa, dejando alguna llave de paso de gas abierta o quizás que cosas, jajajaja. Lo primero que aprendí a preparar, fue el clásico queque de yogurt, cuando tenía alrededor de 9 años. Yo preparaba la masa y mi mamá la horneaba. Posterior a ello, ayudaba en la preparación de algunas pequeñas cosas, por ejemplo: cortar y pelar verduras, algo que a mi mamá le carga hacer. Desde allí que para mi la cocina era como un espacio donde acudía casi extrañamente, a hacer apariciones casi como personaje terciario, jajaja. Aclaro que a mi mamá le carga pelar verduras, pero no por ello no lo hace, además que cocina como los dioses y le gusta hacerlo, por lo que creo que desde allí parte su negación de "traspasarme el mando", jajaja. 

Sin embargo, a cocinar propiamente tal, aprendí como a los 20 años y la mayoría de las primeras veces, me mandaba puras embarradas, por lo que descubrí que en la cocina si que aplica  muy bien esto del ensayo-error. Jajajaja la primera vez, hice unas papas fritas y las tiré a la sartén con el aceite frío, así que quedaron horrendas y las boté. La segunda vez, me fue un poco mejor cociendo unos fideos que aunque no quedaron pegotes, me quedaron medios pasados de hervor. Recuerdo que les apliqué una gotita de aceite, porque no quería que me quedaran como en un capítulo de "Los 80", cuando Juan Herrera queda a cargo de la casa, cuando la Ana tiene que cruzar a Mendoza para comprar artículos para su matute. ¿Alguien recuerda esa escena? A mi me marcó, jajaja, así que fui feliz, cuando no me comí unos tallarines todos pegoteados. Después de aquello, seguí con el arroz y la primera vez que hice, se me quemó el ajo, porque lo lancé con el aceite muy caliente, jajajaja. 

Podría decir que le tomé el gustito a cocinar, después de ver "Ratatouille" en el verano del 2012. La estaban dando en Canal 13 y creo que me enamoré de muchas escenas, pero sobre todo, el clásico lema del film en el que "cualquiera puede cocinar". Caló tan hondo en mi mente y corazón aquella simple frase que al terminar la película, alrededor de las 00.30 am, le dije a mi mamá que me arriesgaría cocinando algo que ella siempre ha evitado: amasar. Por lo que, allí radicaba yo un sábado de enero, horneando unas chaparritas. Esa primera vez, fue bacan, ya que me compré tanto las frases de Ratatouille que no cometí ningún error grave en su preparación. Desde allí que preparar cualquier cosa que conlleve masas: pan amasado, masa de empanadas, masa de base de reposterías, sopaipillas, lo que sea, los hago yo... y es mi plus, porque a mi mamá, nunca le han resultado. Yo creo que principalmente es porque las veces que las ha preparado en su vida (2 o 3 veces como máximo) se ha predispuesto a que no le resultara y bueno, como la cocina es 50% intuición, ocurre. Además técnicamente sus manos son delgadas y no logra "calentar la masa". 

Cocinando yo he notado que mejoran muchas actitudes de una persona, entre otras:

a) Mejora la tolerancia a la frustración: Les he contado que aquello es un temazo en mi vida, pero como explicaba más arriba, el cocinar es un ensayo-error constante en el cual rendirse a la primera, no está permitido. Yo suelo anotar las recetas de lo que aprendo a cocinar (por muy simple que sea) y eso me ayuda a recordar, en que paso de la preparación me equivoqué o cual debería replicar posteriormente. 

b) Tomas sentido al tiempo: Cocinando uno percepciona de mejor manera el tiempo, porque las preparaciones así lo exigen. Esto, en el convulsionado siglo XXI, es un tremendo regalo. No hay nada más rico, al menos para mi, que preparar algunas comidas con tranquilidad, teniendo completa noción de los minutos que estoy ocupando.

c) Te conecta con tus ancestros/antepasados: ¿Han tenido la posibilidad de preparar la receta infalible de la abuelit@? Yo la experimenté el domingo antepasado y hasta me emocioné de alegría. Preparé una sopita que solía hacer mi abuelita materna y que en el verano una de sus hijas (mi tía) me enseñó la receta. Llevaba postergándola por semanas, porque temía que no quedará a su altura, pero mi mamá, me dijo que le recordó a su infancia, así que: ¡yey, lo logré! y es bacan, pensar que he logrado conectarme con la abuelita Carmen, al menos simbólicamente. 

Refiriéndome a otra película sobre esta temática... hace poco tiempo, me topé en el cable con "Julie & Julia", la comedia que nos muestra historias entrelazadas entre la destacada chef, Julia Child y Julie Powell, una admiradora que aspira a cocinar 524 recetas de Child, en el lapsus de un año. Además de quedar con un hambre voraz en plena madrugada (la pillé a las 3am y terminé pasada las 5 de verla), le tomé sentido a muchas frases expuestas en el film y analicé hasta el día de hoy, que les escribo esta entrada. Así también, me encantó que se reflexione sobre la escritura y el compromiso que requiere el "mundo blogger", por lo que me sentí identificada en varias escenas, sobre todo, cuando Julie debe enfrentar sus frustraciones y llora como niña pequeña en la cocina. Yo he protagonizado varias veces esa escena, en diferentes ámbitos de mi vida, jajaja.

No queden con la idea de que soy tremenda cocinera, más bien, soy una aprendiz bastante entusiasta, jajajaja, me encanta cocinar :) y mi meta, sería al menos una vez al mes, aprender a cocinar alguna receta nueva. Lo haré :D. Y a ustedes ¿les gusta cocinar? 

¡Cariños!

6 comentarios:

  1. Que bueno que tengas esa percepción de la cocina y cocinar...a mi me carga, jajajaja, en realidad no me entusiasma mucho. Lo hago desde pequeña porque mi mamá me enseñó para cuándo no estuviera ella (a veces trabajaba) o viviera sola y la gente no hablara mal de ella (mi mamá tiene rollos con el que dirán, ironías de la vida diría yo, en fin)
    y como a mi mamá tampoco le entusiasma mucho, la verdad es que no le tengo tanto cariño, por eso cuando algo no me resulta, chao. Por último mi cocina actual es HO RRI BLE, la compramos usada y el horno quema las masas, o sea cero opción de hornear. Po lo menos se puede cocinar bien y por ahí he hecho hasta risotto...me quedó bien rico fíjate (modestia aparte)
    Qué bueno que puedas suplir lo que tu mamá no hace, deben ser tremendo equipo, se complementan y además les gusta ¿qué mejor?
    Sopa, ñami, ñami, la mejor época para disfrutarlas.
    Cariños.

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    1. ¿En serio? Yo me imaginaba que te gustaba hacerlo! Que ideas no?
      Oh que latita eso del que dirán. Yo tengo una tía que es así y yo creo que nunca ha estado en paz consigo misma y eso es fome :(
      Oye, se me olvidó poner ese detalle importantisimo. Mi cocina tiene 40 años y está horriblemente MALA. Onda tiene dos quemadores buenos (uno de esos medio bueno, o sea total 1 y medio) y el horno no funciona, así que usamos una cocina que hay en el patio y ese tiene el horno bueno, pero los quemadores malos. Toda una odisea cocinar ahí, pero no queda de otras, jaja.
      Ooooh que rico, risotto. Mi mamá hace uno de pelos también. ¿Con qué lo haces tú? Receta, receta, receta!!
      Si, somos un buen equipo :D. Yo creo que ella me ha ido incentivando el gusto por la cocina :)
      Siiii, lejos la mejor época!!!
      Cariños!!

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    2. Es que no me gusta comer todos los días cosas fomes, entonces obligada a cocinar y como mi pareja es re fome o hace unos experimentos satánicos, tengo dos opciones: me aguanto o cocino y además me gusta probar cosas nuevas, ahí figuro bajando/copiando/inventando recetas y además le pongo cariño a la cuestión, o sea parezco, pero no soy jajajaja.
      El que dirán es un temazo en la vida de algun@s y la verdad le ponen mucho, es cosa de meterse a facebook.
      Es que parece que todas las cocinas son igual de malas, jajaja. Me da rabia ese tema porque estuve a punto de comprar una casi nueva (estaba en el depto que arrendaba y era buenísima) pero me regalaron una que no era de gas licuado y mi pareja la regaló y compró otra a 15 lucas que estaba asquerosa y es la que uso ahora y deja lleno de hollín la muralla cuando uso el horno, del terror. Pucha, entonces de verdad hay que amar cocinar para hacer esa tremenda odisea.
      Ohhh, la perdí, en realidad la busqué en internet y cociné con ella en el pc abierto, jajaja, después la hice un par de veces, pero tendría que buscarla porque al final casi nunca las sigo literalmente sino que las adapto a mis gustos y lo que tengo a mano. Una vez lo hice de champiñones y otra de pollo.
      Awww, que rico cocinar así.
      :)
      Cariños.

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    3. Jajajajajaja experimentos satánicos, eso es como típico de los hombres en la cocina xD. Pero si le pones algo de cariño, igual te gusta un pichintún po!
      Ooooh verdad, facebook!
      Ooooh esa si que es del terror!! La mía al menos no hace eso cuando hornea, creo, jajaja.
      Yo igual hago eso cuando saco algo de internet, pero por el miedo de no perderlas, prefiero anotarlas, sobre todo, cuando sé que las repetiré. Ñam ñam, la de champiñones!
      Siiii, es muy amigable :)
      Cariños!

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  2. Qué bueno que has ido mejorando en la cocina e intentado cosas nuevas. Es muy cierto eso que dices de que la cocina ayuda a calcular los tiempos y también es un momento de calma porque sí o sí te tienes que concentrar en lo que estás haciendo.
    Yo no sé hacer platos elaborados, pero creo que podría sobrevivir. Hace poco hice una sopa de pollo y me quedó bien excepto porque no le saqué el cuerito al pollo y estaba algo grasienta, pero la próxima vez lo recordaré, creo que se da mucho eso del ensayo y el error pero igual me como las cosas que no quedan perfectas como parte del aprendizaje.
    Las recetas que me dan lata son esas que implican como 3 o más horas de cocimiento porque mi tiempo promedio es una hora, o esas que te piden empezar la noche anterior y luego seguir a la mañana siguiente, no gracias.
    También soy buena para picar verduras, me quedan parejas y chiquititas, sería mejor no terminar llorando por culpa de la cebolla pero un plato sin ella no vale la pena!

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    1. Siiiii, mucha calma... lástima que no todos los días podamos darnos esos tiempos, porque cocinar apurada es una lata a la que hay que recurrir seguido :'(.
      Uuuuh ahí está mi tope: el pollo y las carnes. Me cuesta tanto manipularlos. Me da hasta nauseas, el cuerito del pollo sobre todo. Por lo general, me hago solo del mío (unos filetitos de pollo argentino) así que no lidió con ellos.
      Jajajajaja si, esas dan mucha lata. Por lo general, nosotras adelantamos de la noche anterior, las comidas que implican pino, por dos razones: 1- el pino "reposa" y queda más rico, 2- hacerlo al otro día es muuuuy demoroso para el tiempo de preparación total. Al menos, compensa en que por lo general, esa comida dura para dos días.
      Siiiii, yo también tengo paciencia dejándolas chiquititas. Mi favorito para pelar/picar es el zapallo italiano. Me relaja caleta.
      Uuuuh la cebolla, ni te cuento cuanto sufro con ella. Es un "amor doloroso" porque pucha que es rica, jajaja.
      Cariños!!

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