No tengo muchas ganas de escribir otra cosa que no sea de la muerte, así que perdón si el tema no es muy alegre y como sociedad nos hayan enseñado a evitarla, pero sucede que cada vez que muere un ser querido cercano, mi mente no deja de reflexionar y necesito dejarla fluir por algún lado y la escritura es mi compañia hoy, así que aquí vamos!
Es difícil ver morir, siempre que me preguntan que se siente, yo digo, las horas después que ocurre el hecho, sientes como que te toman del cuello, te suben a un ascensor de 20 pisos y te dejan subir y bajar, mientras "otro" lo controla por ti, uno se llena en una nebulosa de dudas, de recuerdos, de culpas, de tristeza y la línea de la realidad y la ficción se torna muy estrecha, y uno siente, de verdad que sí, que te toman el corazón y te lo estrujan y te lo vuelven a poner, una y otra vez. Eso sumado a qué tienes que tomar decisiones demasiado importantes y qué nadie nunca en la vida te dice: ¿Qué funeraria escoger? (sabiendo lo zánganos que son en su mayoría) ¿Qué ropa escoger para vestir a tu ser querido? y otros más morbosos que pienso que no es necesario explicitar.
Yo soy de la idea de que uno nunca está preparado para que alguien que quieres parta, o sea, si ves que alguien que quieres mucho está sufriendo, me imagino que uno lo "va soltando" y si eres creyente "lo entregas a la voluntad de Dios", pero de lo que sí estoy segura, es que uno nunca se prepara para despedir a alguien, porque siempre está Doña Esperanza, haciendo de las suyas.
¿Por qué escribo esto hoy? Resulta que el viernes, había pasado una tarde MUY tranquila y entretenida, junto a mi amiga Camila. Nos juntamos a las 18.00 horas, para ir al Costanera, porque ella me había hablado tan bien de las hamburguesas del Johnny Rockets, que le dije que en agosto fuéramos y ese día saldamos el pendiente (A todo esto, que maravillosas eran, me zampé una que se llamaba "Route 66" y creo que aluciné con todo, desde la atención, hasta los sabores). Llegué muy contenta a casa y alrededor de las 21.30 hrs, llama mi primo y mi mamá que había llegado hace 10 minutos contesta y escuchó desde mi pieza "Oh no, pero no me digas eso, pero cómo, no". Y yo solo pensé "Se murió la tía Rosa".
Mi papá me decía que cuando moría alguien siempre se caía algo, porque parte de sus energías físicas, lograban traspasar el umbral de la metafísica y yo, le creo, porque él era muy científico, pero sabía firmemente que había algo más. Nunca le puso un nombre eso sí. Cuando murió mi prima Claudia, antes que nos llamara su madre se cayó una foto, donde yo salgo con ella y les juro que no fue simple casualidad, porque esa foto por años, estaba en el esquinero sin marco y ni cuando yo limpiaba se caía!!! Recuerdo que esa noche, mi papi se paró y dijo "Oh que raro, se cayó la foto" y a los 10 minutos llama mi tía, diciendo que mi prima estaba muy grave, cuando en la realidad, ya estaba muerta hace 4 horas (ella no se atrevió a decirnos, vino mi tío diacono y ese momento, uno de los primeros dolorosos en mi vida, no se lo deseo a nadie, físicamente recuerdo que mis piernas se hicieran hilo y me fui cayendo lentamente). La cosa es que el viernes, llegué con un labial y una sombra nueva y fui a buscar mi computador, para leer distintos reviews (jajaja, debería hacerlo antes de adquirirlo, pero casi siempre lo hago después xD). Y cuando me siento en mi cama, con el computador prendido, siento que algo se cayó y sonó muy feo. revisé mi repisa y no extrañé nada, así que lo deje pasar. A los 10 minutos, llamó mi primo y cuando estoy cambiándome de ropa, noté que las tizas, que no tenían como caerse, les juro, eran las que se habían caído. Esto si que puede haber sido casualidad, no les niego, pero demasiada casualidad tal vez. Me gusta creer lo que decía mi padre, que las energías de una persona que parte, recorre ciertos lugares donde estuvo para "despedirse".
Mi tío y mi primo, eran una familia pequeña de tres, como lo fuimos en su momento nosotros, así que mi mamá me dijo "Aída, debemos ir a acompañarlos, es lo que habría hecho Víctor por su hermana". Yo muda, me subí al auto y empecé a difariar en mi mente con las mismas preguntas qué me hago cada vez que muere alguien y debo acompañar. "¿Qué debo decirle al tío?", "La tía ¿hubiese querido alguna canción en su funeral?" "¿Habrá comido algo el tío?" y como vivimos relativamente cerca, llegamos a su departamento y nos pareció raro, no ver ninguna patrulla de carabineros, así que parte de nosotras, no creía lo que había sucedido. Subimos al cuarto piso y estaba afuera el tío MUY tranquilo, diciendo frases de auto-conformidad. Ah eso, a mi la vida me ha enseñado que cuando una persona está así, generalmente está en estado de shock y aunque duela, hay que tratar de aterrizarlo, diciendo frases super "concretas", onda no yéndose por las ramas, porque eso puede confundirlo más (hay que recordar que las emociones están dentro de una "juguera" mental).
Es fuerte ver a una persona fallecida en su cama. Es segunda vez que me toca presenciar algo así y curiosamente, los dos, fueron hermanos de mi papá. Yo sé que eso tiene incluso un nombre filosóficamente, pero en este momento, no me puedo acordar :/. Me da pena recordar que el tío, tenía la estufa prendida, puesta en dirección a la pieza de mi tía - escenas así, nos demuestran que él no estaba muy consciente de lo que ocurría realmente, ergo, ella ya no sentía frío-. Al rato después, mi mamá salió con mi primo a hacer trámites (un doctor debía dar el certificado de defunción) y yo acompañé a mi tío.
Sinceramente, a esa altura de la noche, yo era un mar de dudas. ¿Le digo o no le digo? ¿Le digo o no le digo? ¿Le digo o no le digo? retumbaba en mi cerebro. Afortunadamente, siempre me he llevado muy bien con él y siempre que íbamos a su casa, yo hablaba más con él que con mi tía, así que al menos confianza había (ojo que con la mayoría de mis tíos no es así). La cosa es que puse mi tono más empático y empecé a decirle "Pucha tío, odio tener que decirle esto, pero hay que buscar ropa, le harán esto y esto al cuerpo de la tía y un largo etc", para que se fuera preparando a lo que venía en las próximas horas. Cuando terminamos de escoger, no sin dolor, después nos sentamos y empecé a preguntarle cosas del pasado, para que al menos esa emoción, saliera a flote. A él le encanta hablar, así que se nos paso rápido la hora. Yo no sabía que más hacer y más encima me preocupaba que mi mamá, anduviera en mitad de la noche, recorriendo el consultorio, porque estaba recién operada de su ojito (gracias a Diosito, ella está muy bien de ello :) ) .
Mi tía desde siempre, pidió que cuando muriera, la incineraran. Me imagino que ese proceso debe ser duro para la familia cercana y realmente es muy distinto al proceso de sepultar a alguien. Sin duda, este fin de semana, fue uno de esos llenos de aprendizajes y como un torbellino de emociones, porque por el lado de la familia de mi mamá, celebramos un bautizo y tuvimos que dividirnos. Fue agotador emocionalmente, pero me conforma haberlos podido acompañar, parte de esa durísima noche.. Yo respecto a la partida de mi tía, estoy bien, siempre queda algo en el corazón de lo que hubiésemos podido hacer, ella no estaba enferma de algo que supiéramos que iba a morir, si no más bien tenía enfermedades crónicas que se complicaron, después de un amago de incendio que vivieron junto a mi tío, una semana antes de todo esto. Eso es lo que me da más pena de mi tío, onda enfrentarse a dos traumas, en un corto lapso de tiempo, es durísimo. Y esto si que lo digo por experiencia propia. Hay que seguir adelante y quedarse con lo que quienes parten, nos enseñan. Por mi parte, me quedo con su perspectiva positiva de ver la vida, y realmente admiraba que en su momento se haya codeado incluso con intelectuales poderosos y que le gustaban mucho las cosas originales de librería como a mi, es más, recuerdo cuando yo tenía 7 años, ella me invitó a su oficina que tenía en bienes nacionales y ahí conocí los post-it de color fucsia. De ahí me enamoré de todo eso y no hubo-ni habrá-vuelta atrás xD. Y me duele, no volver a ver su mirada, porque desde que mi papá murió, era la mirada más parecida a la suya. Es hora de soltar eso al menos.
Quiero dejar una canción que amo de Drexler y que según yo, explica tan bien todo esto.
Y esta que es de la que extraje una frase para titular esta entrada =)
Gracias por leer una vez más hasta aquí.
Cariños!