Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

jueves, 26 de mayo de 2016

Volviendo, una vez más.

¿Por donde parto? Jajaja, ese es el dilema al que se ha enfrentado mi cabeza, en la última hora, ayer antes de dormir, hice una especie de punteo de todo lo que quería contarles en esta entrada, pero hoy aparecieron cosas nuevas que quiero escribir y ahora todo me resulta confuso, jajajaja. ¿Por qué ya no escribo como antes? No sé, me gusta este lugar, por eso de vez en cuando regreso, pero este año, me ha costado establecer un día de "escritura", como lo hice en años anteriores, pero me gusta contactarme con ustedes y por eso siempre siempre, que vivo algo digno de registrar pienso: "Ya po Aída, vamos al blog" Y aquí estamos, una vez más.
Haré una lista con los "sucesos" de los últimos dos meses:

1- Trabajo en un Preuniversitario Social: Después de haber pasado por una laaaaaaaarga lista de entrevistas inútiles, muchas de las cuales me decepcionaron y frustaron un montón, apareció en los últimos días de abril, una oferta de un "trabajo" donde se pedía a tutores y profesores para hacer algunas horas de Historia en un Preu de mi comuna (Peñalolén). Me gustó, porque era una forma de acercarme a la pedagogía, eran pocas horas (solo 3 a la semana) y te daban el material listo. Hay un solo "pero" y es la paga, pero ya tristemente me he acostumbrado a que ese, al parecer siempre será el "pero" en mi carrera docente. Ni les cuento lo bien que lo he pasado haciendo clases a estos chic@s, que vienen en su mayoría de entornos vulnerables y de colegios técnicos. Nunca olvidaré un debate que hicimos sobre la marginalidad social y lo bacan que fue que ellos mismos contaran su experiencia. Esa es la pedagogía que me gusta, esa que permite que critiquemos/reflexionemos y que no solo sea un mero contenido PSU. 

2- Reemplazo en un liceo: A comienzos de mayo, me llegó una oferta laboral que me indicó un primo que trabaja en una conocida -y muy antigua- red de colegios. Él trabaja en uno de esos colegios, yo hice la práctica en otro, entonces cuando fui a la entrevista (que duró 6 horas) me sentía super relajada, porque sinceramente no quería quedar xD. Y bueno, quedé. No me quiero explayar porque precisamente no quería quedar, pero básicamente es porque no comparto la "ideología" educativa que hay tras esa red, pero ustedes saben chiquillas que la necesidad tiene cara de hereje. En un principio el reemplazo era por dos semanas y ya se extendió por dos semanas más. ¿Que tal la experiencia? En términos generales, bastante buena. Supere la mayoría de los miedos que enfrenté en mi experiencia de Los Andes (que registré en ese tiempo en el blog) y que ahora viendo en retrospectiva, muchos de ellos, venían de la mano a problemas personales no solucionados y obvio que hoy en día, soy mucho más segura. Hay un laaaaargo listado de cosas que no me gustan, pero para que espolvorear mala onda ¿no? Ya me pegue el alcachofazo de que la pega perfecta, tal vez, no exista. 

3- Superado el trauma de "ver comer": ¿Se acuerdan cuando me enoje con mis primos en Año Nuevo por comer papas fritas delante mío? Aun tengo mis "apremios" respecto al poco apoyo que tuve de parte de ellos en esos días, pero ya superé eso de "sufrir" de ver a otros comer cosas que yo no puedo. Como ahora almuerzo con diferentes personas y no sólo con mi mamá, veo a otr@s comer constantemente porciones gigantes (como nos cambia la vida (8)) y altamente grasosas. Además, pucha que me topado con celebraciones en el Colegio, entre día del alumno, aniversario, han pasado frente a mi: pizzas, lasagna, tortas, pie de limón, kuchen, papas fritas y no, no he "caído" con nada. Y si bien, al principio andaba super criticona de lo que comían los demás (solo lo pensaba eh, nunca tan desubicada para decírselos) poco a poco, ya no es tema. 

4- Plan saludable: He seguido con mi rutina en el gimnasio y con la nutricionista. En mi último control, ya llevó un recuento de 41K menos y a veces ni yo misma me creo lo que he logrado. Ah, ¿Han visto la nueva ley de "etiquetado"? Yo era una de las primeras en aplaudir la medida (incluso cuando comía mil leseras) pero para variar esta ley esta hecha a medias y con mucho lobby. La primera vez que vi la etiqueta negra en una de mis galletas diet, casi me morí, porque pensé que ahora si que no podría comer nada. Le pregunté a mi nutricionista y ella me explicó que la mayoría de los productos quedarían en categoría no saludable, porque no miden por porción, si no por 100 gramos. Eso obvio es para que la gente diga "Que tanto comerme la bolsa de papas fritas si tiene la misma etiqueta que las galletas de agua" (no estoy exagerando, en verdad es así). Y obvio que a nivel nutricional son MUY distintas. La Alejandra (mi nutri) en tono de talla, me dijo que así como íbamos, hasta las lechugas iban a terminar poniéndole la famosa etiquetita y la idea del proyecto me imagino que no es confundir, si no informar, pero lograron todo lo contrario, para defender a los inescrupulosos empresarios. 
Para este tipo de "chistes" se presta la ley. Digo chiste, porque vi esta imagen en facebook, pero no sé si es real, jajaja.

5- Visita a Museo Interactivo Judío: Cuando el martes unos estudiantes de Primero Medio, me reclamaron porqué yo no los llevaba "de paseo" (salida pedagógica, jajaja) como si lo haría otro de los 5 primeros, quedé así "=O" cuando me dijeron el destino. "Van al Museo judío profe". Y yo solo pensé "A Alemania??????" (obvio que solo lo pensé, no se los dije, jajaja). Averigüe donde quedaba, le pregunté a la profesora que los llevaba (con quien me llevo super, porque pucha que tenemos gente conocida en común, esa frase de "el mundo es un pañuelo" entre ambas, queda chica, ese nivel) y ella super agradable ayer, me invitó. Ahí ganamos las dos: yo, porque de otra forma, tal vez, me habría dado muuuuuccha pereza ir hasta Lo Barnechea, a un Museo y ella, porque iba con responsabilidad compartida en lo que refiere a salir con "40 monitos", jajajaja. 
El tour que tomamos estaba enfocado en el holocausto, pero la guía contaba que también tenían otro que recorría toda la Historia judía y ojalá algún día poder realizarlo. El Museo, efectivamente no es muy conocido y solo data desde el 2014, está emplazado en el Círculo Israelita y su infraestructura es maravillosa. Cuando el año pasado, decidí dejar lo de la U', una de mis principales razones, era porque sentía que cada vez más, me alejaba de la Historia y si no hubiese vuelto a ella, me habría perdido experiencias tan bacanes como esta. 
Como la muestra que tomamos es interactiva, hay harto uso de audiovisuales, dilemas al que enfrentan a los niñ@s, mediante el uso de tecleras, pero lo que personalmente fue más significativo para mi, fue entrar a la sinagoga. Para ello, tuve que separarme del grupo (la ventaja de ser la profe no responsable, jajaja) le pregunte a la guía si para entrar a la sinagoga tenía que tener un permiso especial, me dijo que no y fue indescriptible lo que sentí. Cuando entré, no sabía como actuar, que debía y no debía hacer, estuve menos de 5 minutos, tomé un par de fotos, observé y me fui. Y después pensé: primera vez que estoy en otro tipo de templo que no sea uno de corte católico, pues ni siquiera al evangélico que había en el Colegio Metodista de Los Andes, entré. Quizás la edad, me ha hecho más "curiosa". Ahora más que nunca, deseo conocer una mezquita!! 
El Museo por fuera (uno de sus emplazamientos, porque son "varias partes"), esta parte decía haber sido donada por Farkas.

Quedé muda ante estos vitrales. La sinagoga estaba adentro del edificio que se ve en la foto anterior. 

Parece que ya me extendí demasiado, dejamos lo demás, para un próximo capítulo (en mis últimos días con 26 años, yajú!!!) 
Mis cariños!