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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

martes, 16 de diciembre de 2014

Ser reclamona por naturaleza

Tenía pensado escribir este post ayer, pero sinceramente estaba exhausta. Tuve que corregir 52 planificaciones en 4 horas, para lograr al fin, cerrar semestre. Ayer me despedí formal y simbólicamente de mi Universidad, cerré ciclos, visité cada uno de los lugares que más me gustaban y dije adiós de corazón. Sabiendo lo que me cuesta a mi despedirme, siento que hice bien con este ritual y me gusta saber que estoy soltando lazos emocionales con el lugar que sin duda, albergó muchos de mis momentos juveniles. Tengo puestas mis mejores energías de que el otro año, mi destino laboral, mejorará. Lo decreto y punto. 

La semana pasada, pensaba que una característica mía que nunca he comentado por aquí, es que me declaro una persona "reclamona". Incluso en mi época, de mayor timidez, lo fui. En mi año sabático (2007) como tenía tiempo de sobra, mi papá siempre me mandaba a realizar sus trámites y ahí comprendí que viviendo en Chile, no me quedaría otra que luchar contra la fauna de la burocracia. Una vez hablé hasta con un subsecretario del Ministerio del Interior, para que a mi papi, le reconocieran su exoneración política (lo despidieron injustamente en un trabajo a inicios de la dictadura). Fue chistoso y me sentí muy "empoderada".

Y la verdad, es que eso es lo más bacan de reclamar. Es una satisfacción tremenda la que te da saber que gracias a tu reclamo, no te hicieron lesa o no pecaste de inocente, ante una situación "X". Eso sí, reclamar tiene sus riesgos:

a) En uno de los lugares que siempre reclamo, es en el supermercado que hay cerca de mi casa. Es un Tottus y esta línea de mercados si que es reconocida por poner un precio en la góndola y marcar otro en la caja. O no respetar las ofertas/liquidaciones. Por lo general, voy los sábados al super, pero una semana de este año, tuve que ir todos los días y cada uno de ellos, tuve un problema de este tipo. Por ahí por el miércoles, la supervisora ya se sabía mi nombre y me pidió a nombre de la empresa, disculpas. Eso sí, hay una supervisora que me odia. Atiende los fines de semana y les juro que siento su mala onda energética hacia mi y eso nunca es bueno, jajaja. 

b) Hay veces que incluso reclamando, no sacas nada en limpio. Ya, esas veces... son las peores, porque además de sentirte atada de manos, sientes una frustración tremenda que no se quita, con nada. Una vez, vi un caso extremo de esto. Había una señora reclamando a una vendedora por el cobro extra en su cuenta de pago de una tienda de retail. La trató pésimo, se desesperó, se puso a gritar, a llorar... fue realmente heavy, y no se porque, sentí empatía por ella. Nadie reclama por bolitas de dulce y me imagino que para llegar a ese estado, tiene que haber estado realmente chata. 

c) No solo reclamo por mi y/o por mis familiares. hay veces que también he defendido a otros. La vez más latente que recuerdo, fue en el primer año de U'. Estábamos en la clase del profesor que me gustaba- pero en ese entonces no era así- y a él, no se le ocurrió nada mejor que cerrar la puerta con llave, para así evitar  que los estudiantes ingresaran tarde y lo desconcentraran. De partida, yo encontraba peligroso eso de que nos encerrara, onda imagínense un temblor fuerte... y dos, me dio mucha lata, porque a esa clase, asistían estudiantes de otras carreras afines que a veces llegaban un poco tarde, porque su facultad quedaba lejos de la nuestra. Y justo ese día, uno de ellos, llegó 5 minutos tarde, cuando el tope máximo de horario de atraso eran 10 minutos, o sea, tenía 5 minutos a su favor para implorar piedad. Tocó la puerta, el profe le abre, le dice que no puede entrar y le cierra la puerta en sus narices. Eso último, les juro que me emputeció... levanté la mano, me armé de coraje y dije: "Oye profe, nada que ver que no lo dejes pasar, si recién son las 14.35". Mis amigas quedaron en shock, porque no estaba desafiando a cualquier profe po, lo estaba haciendo contra el apodado"tirano". Menos mal una de ellas me apoyó y comenzó a reclamar también, a lo que el profe responde: "Les informo que la facultad de leyes, esta unas cuadras más abajo". Golpe bajo. No deje de molestarlo en toda la clase, haciendo preguntas complicadas. Y sí, de ahí me empezó a gustar. 

d) Hay gente que nos detesta. En serio. Me pasó una vez en un Jumbo. Quería yo, comprar una cortina de baño que estaba en oferta, justo hasta ese día que fui a comprarla. Me aseguré antes y le pregunte a la vendedora de ese sector si es que la oferta aún estaba vigente y me la corroboro. Llego a la caja y marca el precio real (alrededor de 3 mil pesos más). Le explico la situación a la cajera, a lo que me mira con cara de odio y llama a la supervisora. Ella, accede amablemente a ir a revisar, a lo que yo le digo, astutamente, que la acompañare. Ah, eso, un tips de reclamo de este tipo, es que siempre que vean un precio en góndola y otro en caja, acompañen a quien vaya revisarlos. Me paso una vez que retiraron el papelito de la oferta y quedo todo en nada. Mi mamá justo estaba detrás mío, haciendo sus propias compras y me contó que la señora que venía después que ella, empezó a decir "que te apuesto que ni se llevara el producto". Me respetaron el precio que vi inicialmente y deje con tremendo tapaboca a la señora reclamona de las reclamonas. 

Cabe señalar que siempre que reclamo lo hago con respeto y normas básicas de educación.  Hay gente que confunde reclamo con desborde incontrolable de ira y no po, eso no esta bien. Y ahí, yo no los defenderé, jajajaja. Nah, en serio, después de lo que me ocurrió con entel, el año pasado, reconozco que me cuesta ser 100 % cortés, como lo era antes, en este tipo de situaciones... pero cuando noto que me estoy poniendo muy pesada, el angelito bueno me dice "Aída, ella/él no tiene la culpa" y bajo las revoluciones. Y agradezco gentilmente cuando respetan mis derechos como consumidora. 

¿Reclaman ustedes o les da lo mismo? 

Mafalda, una vez más, me comprende. 

Abrazos!!!

12 comentarios:

  1. tu blog me odia, te he escrito dos veces el comentario y no se ha publicado, buuuuaaaaaa.

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    1. Pucha que lata!!! :(
      Yo siempre me aseguro cuando comento en los blogs amigos y copio antes, por cualquier cosa!

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  2. Te decía que es tan común acá en Chile eso de los precios, pareciera que siempre las empresas buscan engañar a las personas a ver si caemos, y como muchas personas se callan entonces las empresas ganan.
    Igual hay que se reclamona, pero educadamente, como ex vendedora me tocó pagar platos rotos por otr@s y es una lata, sobre todo cuando te maltratan.
    Tmabién tuve un profe que cerraba la puerta, pero discutirle era algo impensado, es una de las "eminencias" de la Historia de Chile y además un personaje machista, clasista y racista.
    Abrazos.

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    1. Es verdad, si la verdadera culpa la tienen las empresas. A mi en líder, nunca me ha ocurrido, pero Tottus siempre.
      Toda la razón, por eso mismo puse lo de la educación en el último párrafo. Que lata lo del maltrato, nadie se merece eso. La lata es que lamentablemente, son la cara visible de la marca cuestionada. A mi me da mucha lata, cuando quienes trabajan se "apropian" de la marca y la defienden a muerte, onda sin derecho a que otros cuestionemos. Me imagino que eso también se les incentiva. Es un círculo vicioso :(.
      Oye tu profe me huele a Villalobos. ¿Era él? Dime si puedes, jajaja.
      Abrazos!

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    2. Me carga el líder porque siempre me pasa, de hecho cuando tengo dudas siempre consulto el precio antes porque me da lata que siempre me aparecen diferencias de precio. Al tottus no voy casi nunca, entonces no sé que tal es, y el otro es el jumbo y también consulto los precios cuando me parecen sospechosos.
      También me da lata la gente que se cree casi que encargad@ de relaciones públicas y le cree todo a ciertas empresas, tengo un tío que es así y me da hasta un poco de risa la publicidad que le hace a "su" empresa.
      Siiii, es él, ¿te hizo clases? es que su nivel de discriminación llega a ser surrealista, del terror.
      Abrazos.

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    3. A mi nunca me ha pasado en el ´líder al que voy! Y eso que siempre reviso minuciosamente la boleta, jajajaja. Quizás vamos hasta el mismo. Pondré doble/triple ojo para la próxima.
      Jajajaja me imagino a tu tío, yo igual conozco casos así.
      Noooo!! Pero se sabe que es así xD. Cuando potrillo, yo quería estudiar en la Chile para que él me hiciera clases. Era uno de los pocos referentes de historiadores chilenos que tenía al salir del cole (en mi defensa digo esto, jaja) y después cache como era y siempre he dicho... de la que me salvé. Una vez leí, que él decía que ya no tenía paciencia para trabajar en pregrado, así que se dedicaría solo a post. Patudo. Grrr.
      Abrazos!!!

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    4. jajajaja, es que al líder voy casi siempre a fin de mes, y ahí es un caos, cuesta mucho encontrar los precios. Nostr@s vamos al del aeródromo.
      Me salvé de esa referencia porque estudié en un técnico profesional y no cachaba nada de historiadores, por lo que cuanco tuve el "gusto" de conocerlo, uf, fue una experiencia "especial". Lo que más me molestaba era el maltrato a las mujeres y la discriminación a l@s indígenas, pero cuando llegaba una gringa, faltaba poco para que les pusiera alfombra roja. Si te contara la de comentarios que hacía, jjajaajajaja.
      ¡Abrazos!

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    5. Jajajaja estamos destinadas a encontrarnos algún día. Yo también voy en esos días y al mismo líder.
      Uf, me imagino tremendo choque al conocerlo. Es tan típico de él ese tipo de comentarios. Este mismo año, se hizo "popular" su opinión sobre el pueblo mapuche, por ejemplo.
      Lo de la opinión sobre las mujeres en el gremio, es más común de lo que parece. Yo tenía un profesor ultra mega misogeno que decía que nunca una mujer iba a ganar un Premio Nacional de Historia, porque simplemente no lo merecíamos. Y era relativamente joven. Atroz.
      Abrazos!!!

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  3. Tienes razón, esa cosa de alegar y que te tomen en cuenta deja con una sensación tan buena. Lo primero es haber vencido esa idea de quedarse callada y dejarlo pasar, porque hay mucha gente en la misma situación frente al cajero que nota el error en el cobro, pero para no entrar en conflictos prefiere callar.
    Yo soy alegona cuando siento que me pasan a llevar. Bueno, ya sabes mi historia del supermercado cuando le alegué a la señora que se puso en la fila express con el carro lleno y me llegaron golpes de vuelta. Me cuido, pero igual hablo. Lo que detesto eso sí es que me respondan con cosas maqueteadas o respuestas de manual que no solucionan el problema. El otro día fui al GAM a comprar entradas para "Hansel y Gretel" (creo que te comenté que quería ir) y no había nadie atendiendo pese a que según el horario estaba funcionando. Me di vueltas mirando hasta que le pregunté al guardia y me dijo que la persona debía estar en el baño... y yo llevaba 15 minutos esperando. Le dije eso mismo y me respondió "sorry" con una sonrisa socarrona. Lo odié internamente porque esa no es respuesta a un cliente.
    En fin, trato de decir lo que pienso y no quedarme pegada, pero irme con esa rabia a la casa, no señor.

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    1. Lo peor es que de eso se aprovechan las empresas. Muchas personas, hasta por el ítem falta de tiempo, no lo hacen. lo cual es sumamente válido, pero lo fome es el aprovechamiento. Grrr.
      Había olvidado esa historia! Que heavy. Como puede haber gente tan re-salvaje!!
      Ay, esa clásica respuesta del baño, es tremendamente terrible. Esa me saca canas verdes, porque uno sabe realmente que la mayoría de las veces, lo que estan haciendo es sacar la vuelta. Imagino tu cara cuando te dijo el modismo gringo, jajajaja. Yo igual lo hubiera odiado, igual que al GAM, jojo.
      Tu tienes la gran capacidad de cambiar el switch. Yo sigo aprendiendo...
      Abrazos!!!

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  4. Yo también soy reclamona. Me he ganado fama de reclamona en mi pega y en mi casa y no quedo con una sensación de satisfacción siempre, porque aunque sé que muchas veces puedo tener razón, hay gente que te mira con cara de que eres pesada, complicada y te hacen sentir lo peor cuando yo siento que sólo estoy exigiendo mis derechos.
    Me ha pasado muchas veces al salir con mi marido a comer por ejemplo, yo trato de no pedir cosas difíciles, pero la gente a veces es inepta y se enoja si le recuerdas que le pediste agua con gas y no sin, o que le pediste el sandwich sin mayo y viene con, o que querías pan frica y no pan de molde y así infinidad de cosas, como que en una comida pedí atún porque se supone que era lo especial de ese restaurante y me trajeron salmón y tengo la mala pata que siempre se equivocan conmigo y mi marido es el leso que prefiere aguantarse que le trajeron algo que no pidió, en vez de pedir que se lo cambien.
    También soy mandada a hacer para reclamar porque le ponen los precios del producto más barato debajo del producto más caro en el súper o para hacer ver que atienden primero a alguien que llegó después que yo. Como te decía, yo no me quedo con una buena sensación, sino con un mal sabor de boca pensando que es inaudito que uno tenga que estar tan atento por la vida haciendo valer sus derechos y no está en el ADN de las personas el ser justos, honestos y no hacer las cosas al lote sin importar si eso perjudica a alguien. Porque toda esto de reclamar reponde a que hay alguien que no actuó correctamente al final. Si todos hicieran su pega en la forma correcta habría mucho menos reclamos.
    Besos!

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    1. Pero yo creo que piensen eso de ti, es problema de ellos, no tuyo. Tu tienes que quedar conforme, por lo que dices, porque exiges tu pleno derecho.
      Cuando a mi me pasa eso, yo digo: "No comere esto y/o aquello, porque yo lo pedí con/sin", y tienen que cambiarlo. Hay gente como tu marido que lo hace por evitarse problemas y de eso se aprovechan los comerciantes de cualquier rubro :/.
      Eso pasa sobre todo en los mayoristas. O poner el precio de oferta con la tarjeta de turno GIGANTE y el real sin tarjeta más chico. Hay taaaantas triquiñuelas.
      Lamentablemente vivimos en Chile, aquí la gente es pilla por naturaleza. Yo también comparto eso de que es inaudito, me enoja también, pero la satisfacción va por el lado, de que a uno, no lograron "estafarla", aunque sea por unos cuantos pesos.
      Pucha sí, tienes razón con lo último. :(
      Abrazos!!!

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