En marzo, les contaba que yo antes era poco consumista, incluso me reía un poco de ese conocido libro de Tomás Moulian que se titula "El consumo me consume". Ahora, siempre he sido medio obsesiva con las cosas y eso es parte de mi personalidad, jajaja, sobre todo en lo que refiere a los colores. Un tiempo me dio con el morado y todo era morado, un tiempo con el celeste y todo era celeste, hoy por hoy, mi devoción es el rosado, sobre todo el pálido, ese bien lady, y sí, la mayoría de mis últimas compras han sido de esa tonalidad. Los accesorios también tuvieron, tienen y tendrán un rincón importante en mi corazón, pero de eso les hablaré en otra entrada, jajaja.
Hoy tengo ganas de escribir, solo eso. Como que siempre medito demasiado lo que escribiré, esta vez será la excepción, pero tengo ganas de "opinar" sobre lo fabuloso que es la independencia económica.
Yo, hasta febrero de 2013, sobrevivía al mes con $20.000, jajajaja. Derrepente contaba con más presupuesto, porque ahorraba del mes anterior o bien, en diciembre cuando trabajaba como examinadora de la P.S.U. recibía un monto que destinaba para regalos navideños y obvio, para las salidas de verano. Ahora bien, en ese tiempo pagaba el transporte con pase escolar (¡como te extraño!) y mi mamá me costeaba la ropa y zapatos. Super mantenida, ya sí, lo reconozco.
Desde que en abril recibí mi primer "sueldo" de la ayudantía, me he sentido más útil y por cierto más independiente, y lejos lejos, lo que más me ha gustado es comprarme algo sin pensar en que si gasto eso, me quedaré sin dinero y que no tengo que estarle preguntando a nadie más si ese artículo/objeto puede ser mío, y lo otro emocionante es comprar regalitos "porque sí" a quienes más quiero. Aaaah que es bacan, eso. Aída del futuro recuerda este párrafo cuando en unos años más tengas más responsabilidades: agua, luz, cuentas, colegio de los niños, etc. jajaja.
Y obvio que con lo que gané como profesora, me hice millonaria. Jajajaja, y no, no estoy siendo sarcástica. Para mi realidad de $20.000 al mes, obviamente lo que obtuve como remuneración ahí, fue muy considerable para mi otrora escuálido presupuesto. Y ya me lo gaste, jajajaja. Lo que pasa es que mi sabia madre me dijo: "Aída, debes invertir bien ese dinero, si no se te ira como agua entre los dedos" y decidí comprarme un notebook.
Mi notebook anterior, me lo habían regalado mis papis para mi cumple número 18, o sea, tenía 6 añitos y 4 formateos, jajaja. Y ya estaban fallando varias cosas, incluso el mouse touch había muerto en mayo, obligándome a instalar uno convencional. Era lo que más me hacía falta y no se equivocan es rosado, igualito al que nos muestra la "amiga" más abajo :).
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Amo que incluso las teclas sean del color y no solo la "carcasa". |
Y otra cosa que quiero contar aquí es que encontré otra pega, no relacionado con la docencia ( =D ) , pero sí con algo que me gusta muchísimo, en la próxima entrada les cuento más.
Por mientras fotos de instagram:
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La Milita linda hermosa mirando por la ventana y esperando a que llegara mi mamá. |
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Me encanta regalonear a mis tías queridas, llevándoles de obsequio para la once mi humilde repostería. Este queque de yoghurt es mi infalible desde que tenía 8 años. |
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La lectura de este mes: obvio de mi Simone |
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También me gusta regalar tejidos. Cuando tomé esta foto iba en la mitad, recién el viernes pasado se lo lleve a mi profe de la U'- |