Mi primera experiencia laboral

Esta ha sido por lejos la entrada que más he postergado y a la vez que más he pensado en escribir. Todas las semanas me decía "ya, hoy escribiré" y comenzaba a escribir y cerraba la ventana o me inventaba mil excusas para no hacerlo. Ha pasado un mes desde que escribí la última entrada, uno de los más lentos y largos de mi vida.

Fue una experiencia bonita y enriquecedora. Si, leyeron bien, dije "fue", porque renuncié. No crean que fue una decisión inmadura, de hecho tuve que pasar por dos crisis de pánico para comprender que este trabajo no cumplía ni con mis habilidades ni con mis expectativas laborales. Comencé el día 12 de junio y el día 19 avisé que no podría continuar el segundo semestre. 

Yo creo que lo mejor que puedo hacer en esta etapa de balance es considerar los aspectos positivos y negativos de la experiencia, así en un tiempo más puedo hacer un "refresh" y recordar gran parte de lo vivido.

Positivo:
- Tengo mejor dominio de aula

- Comprendí realmente el rol de un profesor, porque la práctica es muy distinta.

- No me complicaba tanto pasar 4 contenidos distintos de la Historia en un día, yo pensaba que aquí radicaría una de mis mayores debilidades, pero no, salí airosa.

- Aprendí a valorar el trabajo de los profesores de básica y pucha que se sacan la cresta. Prometo no juzgarlos más.

- Salí por primera vez del cobijo del hogar.

- Conocí experiencias de vida nuevas, sobre todo en la casa de la pastora (sostenedora del colegio). 

Negativo:
- Definitivamente no puedo trabajar con niños pequeños (Quinto y sexto básico). Una porque no poseo las habilidades profesionales para trabajar con estos cursos (mi título es de media) y porque la paciencia no me acompaña para ver a un niño gateando por la sala.
- Quedaba muy lejos. Al aceptar el trabajo, obviamente ya había pensando en esto, pero una cosa es planificarlo y otra muy distinta es experimentarlo. Los miércoles tenía que levantarme a las 4.50 de la mañana e igualmente llegaba a atrasada 10 minutos al colegio. Y yo, ODIO llegar atrasada a los lugares, incluso si el retraso no depende de mi.

- Emocionalmente aún no puedo dejar sola por una noche a mi madre. Ella aún toma medicamentos psiquiátricos y obviamente aún necesita mi apoyo (y supervisión).  Cada miércoles salía de aquí con el corazón apretado.

Como dije antes al tomar la decisión pase por momentos super difíciles. Pensé que iba a defraudar a muchas personas, pero yo sabía que no podía continuar así, ya que lo más probable es que terminaría con estrés laboral y/o habría renunciado a mitad del otro semestre. No fue un calvario, no fue una mala experiencia, solo fueron razones internas y externas a mi, las que me hicieron por fin tomar una decisión con altura de miras y madura. De hecho mientras escribo esto, me acuerdo de ciertos alumnos/as con lo que me encariñe y de los cuales no me pude despedir (tenía prohibido comunicarles a ellos mi decisión).

Sobre mi experiencia con los niños me acuerdo de dos situaciones. La última semana una niña de quinto básico que era como la más madura de su curso me entrego un papelito que decía "Tía la quiero mucho, no quiero que se quede sin voz, este curso es muy desordenado", y otra de séptimo que al volver de vacaciones prometió llevarme una flor de lana hecha por ella, con mi color favorito.

Mañana voy por última vez al colegio, a cerrar los promedios y dejarle todo listo al próximo profes@r, y sí,  ahora que lo pienso, hoy era el mejor momento para escribir esta entrada.

Y fotos para el recuerdo:

Patio del colegio, era pequeñito pero muy acogedor.

Sala de séptimo. Aquí logré mis mejores resultados. 

Dibujo de un niño de Quinto Básico para mi. He ahí un "gladiador romano".

Aquí me quedaba la noche de los miércoles. La casa tenía un estilo colonial por fuera e inglés por dentro. Muy linda.

Saludos a todas, muchas gracias por sus saludos y buenos deseos.