Veo la luz al final del camino I

El título genera expectativas. Pero no, no he encontrado trabajo aún. Quise colocarle así al título de la entrada, ya que desde el día que la escribí, al menos no volví a caer en ese estado de angustia, que les juro parecía crisis de pánico. Les respondí en los comentarios, pero sinceramente valoro los minutitos que ocuparon en escribirme consejos y subirme el ánimo. Eso es una de las cosas que más valoro de tener una instancia como el blog para desahogarme (además de conocer a un montón de personas, que escriben sobre su vida y otros). Sin duda, leerlos, contribuyó a que viera la luz al final del camino. Ah, y también como esta semana eligieron al Papa y esa frase es medio católica, es acorde a los tiempos. (Jajaja, broma esto último.)

Yo hoy veo esto, espero que siga viendo lo mismo. Porfis.

Ya bueno, no me daré tantas vueltas. Si igual tengo algo que contar:

Me casó! Finalmente encontré el príncipe azul, que me salvará de mis penurias y pobreza, y me llevará a vivir a París. Jajajaja. Pucha, ojala estas líneas fueran verdad. No, mentira.

Resulta que hoy, me levanté y ayude a mi mamá en cosas de su trabajo. Ella es supervisora de prácticas docentes y tiene tanta suerte, que la llamaron para ofrecerle más cátedras y de pasadita le avisaron que le pagaran un magíster. Ah, y nunca ha presentado un curriculum en ninguna parte. Todo lo opuesto a mi. Jajajaja. La cosa es que ella siempre contesta el teléfono  Creo que eso nunca lo he puesto aquí, yo ODIO hablar por teléfono  O sea, tuve esa típica edad en la que llegué a hablar más de 3 horas con una amiga, pero fue hace mil ochocientos años y me saturó. Eso sí, no soy una antisocial ni mucho menos, si necesitan comunicarse conmigo, igual contesto, pero prefiero otras vías de comunicación. La cosa es que derrepente cacho que mi mamá le dice "Sí, Aída Paz siempre se acuerda de usted. Se la paso. Adiós." y me dice "Es Ruth"

La conversación fue más o menos así:

R: Oye, para que tienes celular si no lo contestas? (En tono super maternal)

A: Aaaah, es que ayer lo cargué y no lo prendí al levantarme. Disculpe, pero dígame. (Yo ansiosa, esperaba que me dijera algo positivo).

R: Te aviso que mande tu curriculum a recursos humanos de la Universidad, tienes la ayudantía.

A: ¿La de evaluación? (Yo no quería la de evaluación, no me sentía 100 % preparada)

R: No, es más bien de conocimientos disciplinarios históricos. Es para pedagogía básica.

Desde ahí, mejoró mi día. Una ayudantía nunca es bien remunerada. Sin embargo, abre un sin fin de puertas, y lo mejor para esta nostálgica mujer: me sigue conectando con la Universidad. Les juro que sentía un vacío el tan solo pensar que ya nada más me unía con aquel lugar que me acogió en tantos momentos de mi vida. De hecho el martes, fue la primera vez que volvía, esta vez como titulada. Y fue tanta la sensación de alegría y cobijo, que prometí que al menos una vez a la semana, volvería, ya sea a tomarme un café a la Biblioteca, lo que fuera, pero iría. Y si me pagan, por ir y ayudar en algo que me gusta, como es el conocimiento disciplinar mismo, muchísimo mejor. Así que feliz, iré nuevamente el próximo martes a las 8.15 am, como acordé con Ruth y con la cara llena de alegría.

Ah, sí. Estoy a la espera de una respuesta de una pega en un pre-universitario. Estoy anudando todo lo que tengo y proyectando las mejores energías para obtenerlo, pero esta vez con tranquilidad. Si se da, se da.

Saludos!