Esta soy yo

Mi foto
Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

miércoles, 17 de enero de 2018

El rechazo

Me parece absurda la pregunta en sí misma. Pero lo siento. Me pasa que siento que es como mendigar cariño tan solo por sentirse aceptada.
Siempre critiqué a una tía que le importaban mucho “el qué dirán”. Y no fue hasta el año pasado que no fui consciente de que a mí me había pasado a lo largo de 27 años de vida (que tenía entonces) lo mismo.

Ayer mientras estaba en la ducha ¿Alguien más analiza cuestiones existenciales en ese glorioso momento? Me empecé a preguntar: ¿Por qué siempre he temido decirle a los otros lo que siento? Y la respuesta vino inmediatamente: Por el temor absurdo de sentirme rechazada.

Que yo recuerde, nunca he vivido la experiencia de sentirme rechazada. Entonces se basa en puros miedos infundados. Y ahora estaba leyendo y a la vez recordando porqué ocurre esto y ¡eureka! Va en directa relación con la baja autoestima.

Me pasa que cuando me gusta alguien, siempre repito un patrón mental:
1- Hombre con aires de indiferencia.
2- Hombre con los mismos aires de grandeza (ego).
3- Hombre con traumas sociales.
4- Hombre con un sesgo de misoginia.

¿Por qué fijarme en ello si ideológicamente lucho por lo contrario?
Aún no tengo respuesta para ello, pero hay tres opciones:
1- Soy masoquista.
2- Soy ingenua.
3- Definitivamente soy estúpida.

Como comenté en una entrada interior, me fui creyendo la idea de que, por ser gorda, nunca nadie se fijaría en mí y me fui olvidando de destacar mis virtudes tanto físicas como emocionales. Hay veces que le gente me dice “me encanta que seas así” y yo sinceramente no me había dado cuenta, porque gracias a Dios no lo hacía de manera intencional. Quizás ese deba ser uno de mis propósitos 2018, aprender a quererme, conocerme, determinar mis gustos y desde ahí escoger al indicado. 

En el último tiempo he aprendido a encajar, a tratar de mostrarme lo más transparente posible. Pero aún le temo al rechazo, sobre todo del género masculino, pero esto es pura falta de experiencia. ¿Y si me atrevo a cruzar el charco?

¡Cariños!

No hay comentarios:

Publicar un comentario