Escucho una canción de The Beatles para bebés, mientras me caen las lágrimas porque me siento colapsada. Estoy en la pega.
Se me ocurrió la fantástica idea de tomar una pega extra y eso ha conllevado a que lleve 3 semanas sin descansar, pero el finde recién pasado si que fue del terror. Siento que no descansé nada y que se me fue el tiempo en puras cosas cotidianas de casa que perfectamente mi mamá podría haber hecho.
El otro tema es que mi mamá, me sigue insistiendo que baje de peso y retome en serio la vida saludable, supiera cuanto intento controlar aquello. Ella no vive en mis zapatos y sinceramente siento que es demasiado hiriente e injusta. Ayer exploté y le dije que por favor, no me hablará más de lo que le pasó a Pepita o lo que le parece mal de Juanita, que vaya a poco a poco dejando la toxicidad a un lado.
Mi mamá no es tóxica en si misma, pero pucha que le falta una entretención.
Lo del estallido social, igual me tiene un poco triste, porque siento que cada día que pasa la situación se diluye más y más, y aun no hay nada concreto para mejorar. ¿Y las muertes? ¿Y las personas que perdieron sus ojos? Da demasiada pena tanta desesperanza.
El último mes que llene mi frasquito de la felicidad fue en octubre, quizás sea hora de hacer memoria y volver a rellenarlo.
Tengo muy claro que estar triste o estar contenta es una decisión y que no hay que darle más tribuna a la angustia, pero hay días que simplemente se explota no más. Este es uno de ellos.
No se me invalide, mija! Tienes todo el derecho a reventar y sentir dolor, tómalo como una manera de indagar en los porqués y en qué tipo de soluciones uno puede invertir su energía después :) También hay que tomar en cuenta el pequeño detalle que mencionaste... el caos exterior también despierta el caos interior y afloran mil cosas que uno no sabía que guardaba dentro.
ResponderEliminarLas mamás son un caso aparte, jajajajajajaja! Suele haber un tipo de mamá que solamente ve las cosas desde su perspectiva e intenta "implantar" su postura dentro de sus hijas, sin darse cuenta que ellas son seres independientes que tienen sus propias vivencias y personalidad... para ellas, todo sería más fácil si tú dejases de tener tal o cual característica y te abocaras a imitarla hasta en la manera de eructar, pero la decisión de seguirle el amén (o no) es de uno y, la verdad, las consecuencias negativas por desobedecer son ínfimas si las comparamos a los mambos mentales que nos pegamos.
Un abrazo y dale no mais, vas a salir con algo nuevo aprendido de todo esto!!!