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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

martes, 12 de mayo de 2015

El largo camino de superar la onicofagia

Esta entrada la tengo pendiente hace mil siglos. Ya, en verdad no tanto, pero quiero escribirla desde que cumplí 6 meses sin morder mis uñas, pero después se me ocurrió que sería más idóneo escribirla cuando cumpliera un año y ya tuviera más conocimiento de causa lo que significa dejar atrás la onicofagia que fue tan característica, durante 18 años de mi vida. 

Primero les cuento como partió todo: Típico que cuando uno es cabra chica, adopta muchas malas costumbres de sus pares, sobre todo si eres una niña tímida y por tanto, insegura. Cuando iba en segundo básico, me juntaba con una compañerita que se mordía todo el santo día las uñas y yo veía tanto placer en su cara cuando lo hacía que pensé "Oh, debe ser bacan, ¿Qué tal si lo hago yo también?". Mis padres obviamente se preocuparon por mi nueva conducta y recuerdo que en cada reunión familiar, alguien le recomendaba alguna estupidez para frenarme la cuestioncita, ejemplo: colocarme ajo o ají en las uñas mientras dormía. Nunca lo hicieron, menos mal, jajajaja. Y bueno, estas fueron mis impresentables uñas desde los 7 años. 
Sí, me las pintaba. Tomé esta foto en noviembre del 2011, porque las encontraba "bellas", jajajaja. 

Mi papá, siempre me impulsaba a dejar de morderlas. Onda, mi mamá me retaba por hacerlo, pero él me invitaba dejar de hacerlo, mediante "premios". Jajajaja, muy conductista en mi crianza, como pueden ver. La primera vez que recuerdo que intente de dejar de morderlas "en serio", fue en agosto del 2004 y en esa ocasión, mi papá me ofreció regalarme todas las monedas de 100 que tenía en su alcancía que en total eran como 20 lucas. La cosa, es que como nunca explicito cuanto tiempo tenía que dejar de hacerlo, yo al mes, me aproveche y le dije "Ya papi, lo logré dame mi premio". Y como era mega regalona de él, accedió y me las pasó. Adivinen: obvio que después de comprarme un secador de pelo con el dinero "ganado" (Ni idea porque elegí eso a mis 15 años) retorné en menos que canta un gallo, a mi manía. 

Después de aquella ocasión, todos los años intentaba dejar de morderlas, pero nunca superaba los dos meses, onda las veía largas y más ganas me daban de quebrarlas, porque la sensación era aún más "placentera". Ni decirles que nunca me resulto lo de pintarlas para que se vieran bonitas y así dejar de hacerlo. Menos efecto tuvo en mi, el clásico esmalte de mal sabor de avon. NADA me resultaba. 

Recuerdo que en 2011, venía casi todas las semanas a acompañarnos una querida amiga de mi mamá y siempre traía sus uñas esmaltadas y a mi me encantaba mirarlas. Un día le dije lo bonitas que se veían, a lo que ella me respondió: "Oye Paz, y por qué no te las pintas tú?" a lo que yo respondo "Pero Pame, coooomo, si las tengo horribles" y ella fue capaz de darme la confianza que nunca nadie me había dado y me dice "Ayyyy, mi hermana las tienes más cortas que tu e igual se las pinta". A mi nunca me ha importado mucho el que dirán, así que pase varios meses pintándome los "cachos" de uñas. Un día noté que realmente estaba dando jugo y la foto que vieron anteriormente, fue una de las últimas que capture. Mentira, en la Navidad del 2012, me hice hasta diseños en las uñas y todos se reían de mi "hazaña", jajaja. 

El 2013, como según yo, ya no pasaría por períodos de estrés por pruebas universitarias (pensando que desde ahí provenía mi "mal") , decidí nuevamente dejar de morderlas y partí un 01 de abril. No pase más allá de mediados de mayo. Les nombro este año, porque recuerdo que en esas semanas, en Zancada, subieron esta imagen en una entrada, yo la guardé y le puse de nombre al archivo "asi quiero mis uñas".
Sigo encontrando muy lindas las uñas de esta imagen.

Meses después me compré un computador nuevo y ahí quedo la imagen. Este año, como el computador nuevo se echo a perder (aún no he podido arreglarlo) volví al antiguo y ahí estaba la imagen... ni siquiera puedo expresar lo orgullosa que me sentí al descubrir que ahora, las tenía más largas de lo que me propuse en el 2013. Pequeños logros para cualquier persona, un gran salto para Aída. 

Y la pregunta del millón ¿Cómo lo logré? No lo se, jajajaja. Fue un cúmulo de situaciones que procedo a contarles:

1- De a poco, fui notando que cada vez que alguien me decía lo cortas que tenía mis uñas, a mi me daban ganas de esconder mis manos. Onda, ya me estaba afectando socialmente... algo que nunca, les juro que jamás, me había pasado antes. 

2- El 01 de mayo, fuimos al cumpleaños de una prima y una de sus cuñadas, estaba vendiendo esmaltes esika y hubo un color que me enamoró. Prometía hasta endurecer las uñas y yo me dije "Por qué no intentarlo una vez más, para lucir este bello tono? Aproveche de que mi mamá lo compró y estuve todo el mes de mayo usándolo. Como era clarito tipo nude, ayudaba mucho y pasaba más o menos "piola".
Se llama "rosado carnaval". Ya no lo tengo. 

3- Lo que si me ayudo bastante, fue no pensar al menos durante el primer mes que esto no lo haría NUNCA MÁS. Recordé que las veces anteriores, siempre caía en la tentación, porque el "Nunca más" me parecía inabordable, hasta iluso. En cambio el 2014, cada vez que le contaba a alguien de mi desafío, le bajaba el perfil y decía "Ah sí, lo estoy intentado, pero quizás no dure más de 2 meses". 

4- Cuando cumplí 3 meses y medio, me tome esta foto y supe que ya no había vuelta atrás, al menos  de manera consciente. Me estaba comenzando a gustar esto de lucirlas así:

AMO esta foto.
5-  Por razones obvias, después que tomé esa foto, muchas uñas se me fueron quebrando,  ya que hay que recordar que durante 18 años, nunca habían estado tan largas. Antes, cuando alguna se me quebraba, yo me enojaba y las mordía todas (Sí, 0 tolerancia a la frustración). Incluso, siendo sincera, en una semana colapsante de pega, que tuve a inicios de septiembre, me mordí "sin querer" una y dije "sería todo". Y no,  afortunadamente, lo superé. 

6- A mi me sirven MUCHO los premios, por lo que, mes a mes, me he ido comprando esmaltes "caros" (al menos para mi presupuesto). El primero que me compré fue uno que anhelaba hace mucho tiempo: el clásico "Ruby pumps" de China Glaze. Desde el 01 de junio del año pasado, que he ido acumulando una mini colección de esmaltes OPI o China Glaze, jajajaja... igual tengo de otras marcas, pero los premios para que sean "significativos" los reservo a esas dos, porque siento que les hago un "cariñito"a las otroras maltraídas uñas. Leseras mías. 

7- Como soy matea, desde el día 1 que decidí emprender este desafío, me he informado mucho del ítem "uñas". Hasta podría escribir "La historia de las uñas" (jajaja) o un libro de autoayuda, pero como no me gusta la psicología barata, decidí que era mejor escribir esta entrada y ojalá, humildemente, a alguien en el futuro le sirva.  A mi me gustaba mucho leer las historias de otr@s en los foros que leía en los primeros meses y bueno, acá está la mía.

¡Gracias por leer hasta aquí! ¿Conocen a alguien que haya superado la onicofagia? ¿Me recomiendan algún esmalte lindo? Jajajaja. 
¡Abrazos!

6 comentarios:

  1. Felicidades de nuevo Aída!!!!
    Yo también fui onicofaga y por hartos años, tenemos una historia parecida. Recuerdo que mi mamá me retaba y me decía que no lo hiciera más, también usé el esmalte asqueroso pero no sirvió de nada. Una vez hasta me pusieron ajo y tampoco funcionó.
    No tengo tan claro el proceso de dejar de comerlas porque fue hace hartos años, pero supongo que debe haber sido por los esmaltes también, las ganas de usarlos y mirar a diario esos colores tan bonitos. Tengo hartos frascos, no los he contado porque en la gama de rojos y fucsias debe haber como 15 solamente y creo que eso es harto. Me encanta pintarme las uñas de un color distinto todas las semanas y uso de todo exceptuando amarillo y negro, todo lo demás es muy bienvenido.
    Mis uñas jamás se me ha roto y parece que tengo buenos genes porque me las comí por años y no se nota nada, nunca las he sentido débiles. Estoy mega atenta esperando que Pre Unic baje los precios de Essie para ir yo y avisarte a ti, pero hasta el momento nada de nada. Ahora cuando uso el Merino cool me acuerdo de ti.
    Cariños y que estés bien!

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    1. Gracias :D!!!
      Jajajajaja imagino que cuando te pusieron ajo, fuiste muy feliz. Yo hoy le haría re-chupete, jajaja.
      ¿Solo entre esos dos colores tienes 15 o en total? Yo en total debo tener como 30, no se en verdad xD. Yo cuando tenía las uñas cortisimas (como la primera foto), me las pinte amarillas y fue del TERROR. Aún eso sí, ando en la búsqueda del mostaza perfecto.
      Creo que más que genes, tiene relación con el calcio. Yo ahora con los meses las tengo más firmes.
      Yaaa, gracias por tenerme en cuenta para ir a arrasar con Pre-unic cuando regrese la promo, jajaja.
      Es tan lindo ese "morado/café/plomo", jajajaja <3. Aún no lo compro.
      Cariños para ti también!

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  2. Me alegro mucho que después de tantos años lo hayas logrado. Y el incentivo que tienes me parece super adecuado, porque así logras que se vean aún más bellas.
    No sé si lo mío califica para onicofagia, porque siempre fui (antes más que ahora) vanidosa y trataba de no morderme las uñas, igual lo hacía, pero en muy pocas oportunidades las dejaba tan cortas como las tuyas. Más bien las "emparejaba" y de ahí que siguieran creciendo.
    Esa cosa de avon guácala, también la usé. Y todaaaaas mis compañeras, por lo que creo que casi todo el mundo en mayor o menor medida ha sufrido de esto alguna vez.
    Ahora las uso cortas porque las tengo muy débiles y me duelen o se doblan si las dejo muy largas, además me incomodan. Y cómo soy dueña de casa, ya no las pinto porque se pican rápido (igual es de pura flojera) jajajaaj.
    Un abrazo

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    1. Sí, 10 años me demore!
      Eso mismo digo yo, jajajaja.
      Aaaah, era como por períodos... lo mio era muy constante.
      Jajajaja yo no la encontraba tan mala, más bien tenía un sabor como a remedio amargo... pero no producía ningún efecto en mi.
      No tenía idea de que fuera algo recurrente! Yo tuve amigas en el colegio que también las mordían, pero lo superaron antes.
      Sí, sobre todo cuando uno tiene que picar verduritas, incomodan un poco.
      A mi algunos esmaltes me duran con suerte dos dias sin saltarse. Lavar la loza y ropa, es el terror para las uñas perfectamente esmaltadas, jajajaja. Te entiendo.
      Cariños!!

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  3. Te felicito por la perseverancia! ojalá no recaigas o que si lo haces, sea algo puntual que no eche por tierra todo el esfuerzo. Me imagino que debe ser un hábito tan difícil de erradicar como otras adicciones, así que entiendo que no es fácil.
    Mi hijo se muerde las uñas y creo que en el caso de un hombre es más complicado dejarlo porque no tienen el estímulo que puede ayudar, que es el de querer lucir esmaltes bonitos y dejarlas crecer. Aunque al menos él nunca ha llegado a dejarlas tan chicas como lo hace la mayoria de la gente que tiene el problema o como las de tu primera foto, igual lucen bien cortitas, sin ninguna línea blanca en el borde y me fijo que cuando está distraído se lleva los dedos a la boca sin pensarlo y se muerde los cueritos también. Voy a fijarme cómo están sus uñas la próxima vez que lo vea.
    Felicitaciones de nuevo!

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    1. Muchas gracias!!!
      Fue muy dificil, porque tal como le ocurre a tu hijo, lo hacía casi de manera inconsciente! Entonces tuve que identificar los momentos en que me aburría y tratar de hacer otras cosas.
      Oh, eso es verdad. Yo me impacte cuando cache que un primo que tiene 38, las tenía casi tan cortas como yo y antes que empezara con todo esto, yo ni lo había notado!!
      Quizás en algún momento lo notara y querrá dejar de hacerlo :)
      Graciaaaaas!
      Abrazos!!

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