Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

sábado, 21 de octubre de 2017

Drama queen

Una vez, mi papá en una conversación random que tuvimos, me dijo:

"Sabes Aída, cuál es tu gran problema? Es que te tomas muy en serio, lo que te dicen los demás".

Y fue una puñalada, porque tenía toda la razón. Ay papito mío, si supieras que aquello, aún lo recuerdo muy vívido en mi mente...

El problema es que ayer, después de mucha dosis de alcohol, otro personaje me dijo algo parecido:

"Sabes Aída, cuál es tu problema? Es que eres muy sensible, muy compleja"

Me dieron ganas de empujar a personaje en cuestión y decirle "Y es justa esa cuestión la que te atrae, cierto?" Pero odio los comentarios egolatras, así que preferí tragarme mi comentario y utilizar una herramienta pedagógica: "Desarrolla más la idea".

Personaje en cuestión, señala tras beber un sorbo de su vaso: "Eso po. Te gusta el drama, lo complejo, eres muy difícil. Me estás intentando cambiar y yo soy como soy".

Otro puñal y este fue tal vez más fuerte, porque no estaba lúcida. Segundos después, tomé aire y le dije "No te estoy intentando cambiar, solo te estoy señalando que hay algunas cosas que me dices, que me hacen daño"

Nos dijimos muchas cosas entre medio, fuimos muy sinceros, tal vez, demasiado. Pero esa debería haber sido la base desde el comienzo, sea cual sea, el rumbo que tome la unión en nuestras vidas. Sin embargo, no me dolió la sinceridad del comentario. Fue el hecho de que, una vez más, me sentí culpable, si... apareció doña culpa en todo su esplendor.

La principal culpa fue darme cuenta que siempre he tenido la absurda idea de que uno le puede decir lo que quiera a los hombres y no les dolerá. Y la estoy cagando po. ¿De donde mierda saqué esa idea?  Y si... siempre que tengo confianza con ellos, les digo cosas que tal vez, les puedan caer mal. Y se sienten po. Lo bueno, es que personaje en cuestión, tuvo el coraje y me lo dijo. Con alcohol entre medio, pero a la cara.

Después, me dio pena. Porque si... soy dramática. Y sí, hechos de mi vida me han hecho acentuar ese aspecto del que no me siento orgullosa. Pero después, mientras venía de vuelta a mi casa, me acordé incluso de anécdotas que ocurrieron cuando iba en octavo básico.

Recuerdo que con una amiga querida, inventábamos muchas cosas. Ella era super buena para el dibujo y yo, era buena para tramar cosas en mi cabeza, crear una especie de mini guiones. El resultado fue que unimos los dos talentos y... ¡creamos una mini-serie! Adivinen qué tipo de género.

D
R
A
M
A

Recuerdo que llevé al colegio un cuaderno en blanco y en los tiempos "libres" (o cuando queríamos sacar la vuelta: holi ciencias) creábamos. Yo contaba historias, ella las dibujaba. El problema es que la mini-serie tenía un nombre. Sí, se llamaba "El drama de Aída".Sé que tengo ese cuaderno en algún lugar. pero ¿será recomendable verlo?

Para no dejar inconclusa la anécdota de anoche, les cuento que activé mi coraza y le dije a personaje en cuestión: "Ya si, soy una drama queen, así que tienes dos opciones: Me quieres y te quedas, o me odias y te vas"

¿Qué decisión tomará? Solo el destino y sus misteriosas tramas, lo sabe...

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