Ayayai, estoy tan exhausta con lo del cierre de semestre que mi mente ya está en "modo vacaciones invernales" y pienso en puras cosas entretenidas, para sobrevivir, tales como:
1- Ir al cine.
2- Ir a cachurear a mi feria favorita o al Persa Bío-bío.
3- Ir a un café nuevo.
4- Tejer, pintar, lo que sea.
5- Ir a un carrete.
Y es a este último punto que quisiera referirme hoy.
Tengo un teoría muy obvia, pero que pienso es bueno señalarlo... yo creo que uno considera bueno un carrete dependiendo de la edad o de la etapa en la que se encuentre, y rememorando, algo así sería mi lista:
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| Quiero uno de esos, ahora ya! |
A los 15:
¿Que quería uno a los 15? Personalmente, a esa edad no iba mucho a carretes, pero uno de los que no me perdía eran los que se hacían después de alguna kermesse en el colegio. Como estudiaba en un colegio de monjas, que ellas nos prestaran a las alumnas el colegio, era algo atípico, por lo que había que aprovechar. Lo más divertido de esos carretes, era lo que venía tras este, porque típico que pasaba algo... alguna bebía alguna cerveza de más, la amiga de la amiga se metía con el pololo de otra o incluso alguna se "joteaba" (coqueteaba de más) con el DJ a cargo de la fiesta (cruz pal cielo que esto pasaba, no olvidar el exceso de hormonas femeninas en constante ascenso, jajaja). Yo siempre recuerdo un carrete colegial ocurrido en octubre del 2004. Lo recuerdo especialmente por dos razones: era la primera vez que mis papás me dejaban sola en casa, porque nos habían invitado a un matrimonio de un primo y yo no quise ir, porque no lo conocía (en serio, no lo había visto NUNCA) y en verdad, verdad, yo quería ir a la fiesta del cole. Pucha que es pastel uno en la adolescencia, jajajaja.
Igual no me arrepiento de aquella decisión, porque vaya que lo pasé bien... conocí a un chico con el que después salimos unas cuantas veces (era el que les contaba en la entrada que trataba los 16 años) y bailamos tanto, pero tanto esa noche, que Aída lolein, fue completamente feliz.
A los 20:
Los carretes de los 20, podrían resumirse en una palabra como descontrol . Que manera de pasarlo bien en esos años. Y sí, aunque me cueste reconocerlo, era todo gracias al factor alcohol y las ganas de comerme al mundo, probando cosas nuevas. Estoy leyendo un libro que decía que cuando uno tiene esa edad, como que ve una carta de alcoholes y desea probar toda la variedad de tragos cocktail disponibles y vaya vaya vaya que tenía razón. Yo pasaba por etapas: vodka, ron, vodka, ron, vodka, ron y a veces piscola. Mi favorito era el vodka naranja y casi nunca amanecía con caña al otro día e incluso una vez, en un carrete universitario, puedo jactarme de haber tomado tapitas de ron super penca (dorado, jajaja) y no haber "muricido" en el intento. Jajajaja, recuerdo que esa vez, con una amiga queríamos estar en primera fila viendo a "Los tres" y cuando nos dimos cuenta que ya era muy tarde para ir a buscar el agua, pero que claramente necesitábamos hidratarnos, no lo pensamos mucho y empezamos a beber por tapitas el ron que "curiosamente" se había colado en mi bolso. Resultado: fue el mejor carrete de esos años y el mejor concierto que he escuchado de "Los tres", en un momento estaba tan "happy" que creo haberle dicho a mi amiga que encontraba "interesantemente guapo" a A. Henríquez. Aún me retumba su risa, tras mi comentario, jajaja.
A los 25:
Hace poquito que entré en esta etapa, pero el sábado ante-pasado, comencé a notar que desde hace un tiempo, ya no me agrada beber desenfrenadamente y probar y probar cosas. No se si podría llamarle "madurez"/"viejazo"/lo que sea, jajaja, pero mis carretes favoritos, hoy por hoy, son los que incluyen una copa de late harvest y una buena conversación... de hecho, mientras más densa y filosófica-existencial sea, muchisimo mejor. Recuerdo que ese sábado, conocí al hermano de la esposa de un primo del que siempre había oído hablar, pero que era casi un misterio para mi. Él, ha pasado toda su vida "adulta" (tiene 33), recorriendo América Latina y sus anécdotas me maravillaron tanto, que ni siquisera me importó el frío que hacía afuera a plena medianoche (sí, estábamos de lo más que hay conversando en el jardín, con plena lluvia de fondo, plop!). Ay, que romanticón sonó eso, pero no. La cosa es que hace ENE tiempo que no sentía que mientras me hablaban, había algo sonando en mi cabeza que me decía "Ay, que ganas que este momento se alargue más y más", lo pasé tan divino que ese carrete, me tuvo feliz toda la semana pasada.
No me arrepiento de ninguna etapa vivida y tampoco me cierro a la idea de seguir disfrutando, como la Aída adolescente, o la loca juvenil que se creía dueña del mundo, pero, pucha que es grata esta etapa en la que me encuentro ahora, me hace sentir más yo misma y eso, pienso que es lo esencial.
¿Y ustedes? ¿Tienen un carrete "memorable" para cada etapa?
Hoal Aída.
ResponderEliminarDefinitivamente me gustan más los carretes de adulta que implican poca gente, conversar sin tener que estar gritando para que te escuchen, comer y tomar algo rico en el intertanto.
La verdad nunca fui de carretes en lugares públicos y las veces que he ido a la disco a bailar ha sido sólo eso, bailar y no tomar y apenas conversar porque es imposible.
En mis 15 jamás fui a nada porque no me interesaba y recién post universidad empecé a salir un poco pero se me quitaron las ganas por las razones mencionadas arriba. Pasé por una breve etapa de ron cola y hace siglos que no tomo eso, ya no me gusta!
A veces cuando camino de noche por el barrio República y miro lugares llenos de estudiantes carreteando post clases pienso que ni siquiera tuve un lugar así cercano porque mi campus estaba en un barrio residencial, pero tampoco es que lo extrañe mucho, me hubiera ido temprano!
Sí, son más relajados, pero más intensos, jajajaja
EliminarOoooh, yo fui solo dos veces a la disco y no me gustó... :(
Jajajajaja, a mi tampoco me gusta ya, abusé de el :(
Uuuuh tantas cosas vividas en esos bares... yo no iba a República, más bien nos "alojábamos" en uno de Vergara.
Aaaah verdad!! Y ese barrio además es super tranquilo!
Cariños!!
Ayyyy, tantos recuerdos. Mis carretes empezaron a los 15 y de ahí no paré hasta ahora, pero han cambiado tanto y no tanto a la vez. Me explico, en la adolescencia ya me cargaba eso que hacían mis compañeras de ir a "agarrarse" minos como si fuera competencia. A mi me gustaba conversar y reirme, eso es lo mejor de un carrete para mi, reir.
ResponderEliminarAl principio sólo había alcohol, cantidad por sobre calidad. Después ya fue mejorando la calidad y ahora debe haber comida si o si y ya con dos cervezas mi cuota de alcohol está cumplida.
De la U mejor ni hablo, estaba en un campus/eje del mal de Macul (ni siquiera facultad) con demasiados estimulos, ir a clases era casi un triunfo, sobre todo en primavera cuando empezaba el calorcito, el sol y el olor a asado y además rodead@s de super promos de copete.
A pesar de todo me arrepiento de no haberme quedado más tardes a disfrutar de los pastos, jajaja.
Que entrete el tema, cariños.
Uuuh empezamos en la misma edad :)
EliminarAaaaay, a mi igual me cargaba eso!! Siiii, reír es lo mejor!!! Yo la mayoría de las veces lo he logrado de la mano del amigo alcohol, pero las veces que no ha sido así, han sido mucho mejores!
Es increíble como uno prefiere la cantidad y da lo mismo lo que se tome, jajaja.
Jajajaja que risa lo del triunfo!!!! Yo me imagino la cantidad de dinero que cada día debe ganar el dueño de "El tiempo en la botella" y me dan ganas de cambiarme de rumbo, jajajaja.
Jajajaja yo no tenía pasto, sniiiiiiif!!!
Cariños!
Hola Aída :D
ResponderEliminarMe encantó el post porque justamente hace un par de días comentaba con una amiga que mi panorama ya no es ir a la disco o pub... no me entretiene, prefiero un ambiente tranquilo con algo rico para comer y poder tener una conversación agradable y lo malo es que tengo amigas que aún estan en otra por lo mismo casi nunca enganchamos en los carretes jajaja tampoco fui de carretes excesivos en la U, justo cuando estaba empezando por ese camino conocí a mi actual marido y fue carrete todos los fds hasta que nos bajo más el amor y así privilegiamos el amor hogareño jajaja hasta que nos casamos y seguimos así :).
Creo que tu post da para escribir mucho y sacar tejido para copuchar jajaja.
Un abrazo!
Hola!! Que bueno que regresaste :)
EliminarAy que rico que te gustó.
A mi, incluso ese ambiente, me "cansa". Muchos estímulos, no sé, jajajaja.
Que linda la historia que me cuentas y que bueno que hayas encontrado a alguien que estaba en tu misma "sintonía" y hayan decidido crear un proyecto familia juntos. Eso casi no se ve, los felicito! :)
Jajajaja sí, para la otra sacamos los palillos :)
Abrazos!
Que bonito, me recordaste tantas etapas de mi vida, amistades, experiencias...ahhh como bien dices lo importante es no arrepentirte de ninguna etapa vivida y bueno, tambien reconocer esa sabiduria que llega con el tiempo bendito profesor!
ResponderEliminarSaludos, feliz fin de semana!
Bienvenida Patricia!!
EliminarAy que rico que mi entrada te sirvió para recordar, me alegro :D
Si, esa sabiduría es la mejor!
Feliz fin de semana para ti también.
Abrazos!!
Este post se me pasó completamente. Bueno, comento ahora igual. Mi concepto de carrete es bien nerd en realidad. Siento que soy una persona diurna por ejemplo. Si voy a algo de noche ligerito me da sueño y no le encuentro sentido a pasarse toda la noche de carrete si al otro día estaré muriendo de cansancio, porque aunque me acueste tarde, al otro día no paso más de las 11:00 durmiendo. tampoco tomo alcochol. Nunca tomé, a veces probé, pero no le cuentro sentido y encuentro más rico una bebida sin alcohol. Yo empecé a lo mejor más chica con el tema. Recuerdo que ya estando en 8° básico comenzaron mis primeras fiestas, en la media iba por lo menos a unas cuantas por año. Generalmente eran de curso para juntar plata porque se cobraba entrada y lo que nunca me gustó era el ambiente ahumado por el humo de cigarro que era un denominador común de todo carrete. Estando en la U todo se volvió estudio. las fiestas y panoramas siempre eran tan lejos de mi casa que nunca casi pude participar, excepto para la clásica fiesta de la mitad de carrera que fue con amanecida. La recuerdo como una de las más entretenidas. Luego alguna despedida de soltera por ahí de alguna valiente precoz que se casó estando en la U todavía y ya después cuando me casé y tuve a mis hijos estuve muuuuchos años fuera de las pistas jajaja. A lo más algún asado o almuerzo con gente de la pega, pero siempre de día, sin baile ni trago. Ahora para mí pasarlo bien en realidad significa salir a algún lugar bonito, ir a comer a algún lado, conversar, ir a algún concierto, al cine, pero no me gusta mucho aún salir de noche y las fiestas tampoco. En
ResponderEliminarrealidad yo no diferenciaría mucho mi manera de carretear ahora de la de hace 10 o 20 años, porque llega una edad en que uno se estabiliza en ciertas conductas. A lo mejor cuando tenga 60 ya no disfrutaré yendo a algún concierto en vivo, pero las otras cosas aún podrían ser no?
Besos!
Jajajaja, quizás te lo bloquearon por porno? Jajajaja.
EliminarYo creo que eso de los carretes diurnos/nocturnos igual va cambiando con la edad. Al menos en mi caso, en el colegio por ejemplo, una vez fui a un carrete diurno y casi me morí de aburrimiento! Pero en la U', como que me fui acostumbrando a carretear con solcito y es rico igual. Hoy comparto eso que dices del sueño.
¿La fiesta del ombligo que le llaman? Yo no tuve :'( , en mi U, eso estaba reservado para carreras de ingeniería o de salud.
Creo que nunca he ido a una despedida de soltera, jajajaja!
Noooooooooo, no te vayas de las pistas de los conciertos nuncaaaaa!!! ¿Con quién iré a ver Drexler, dime tu?
Jaajaja, bueno pero para la edad que propones queda mucho aún, así que podemos seguir viendo al charrúa juntas a seguirlo tras los conciertos, eeeeeeh :)
Cariños!!