Esta soy yo

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Metropolitana, Chile
Licenciada en Historia y profesora de la misma disciplina. Vivo soñando, amando y recordando. Tengo dos metas en la vida: Viajar y encontrar la plenitud. Comencé este blog en 2011, como una "catarsis", hoy, es mucho más que eso. Enjoy!

jueves, 5 de diciembre de 2013

Evitar despedidas

Ay este tema, ayayai. Se me ocurrió escribir de las despedidas, por dos razones. La primera es porque me encariñe demasiado con la otra Examinadora de P.S.U que me asignaron en mi sala y con la que trabajo mi mamá, pucha que eran lindas personas. Y la segunda razón, es debido a que he tenido tiempo suficiente para pensar, meditar y volver a darle una vuelta a este temazo no resuelto en mi vida. Y usted se preguntará, ¿Por qué tiene más tiempo, si la semana pasada se estaba quejando porque NO tenía? Ah sí, es que el celular se volvió a echar a perder (lunes a las 6am) y solo ayer pude ir a dejarlo al servicio técnico. Por lo que sin, Whatsapp, Twitter, Instagram ni Facebook, he podido hacer varias cosas del ítem pendientes y me he aburrido como ostra en la Bibliovega. 

¡Adiós! 
Yo evito las despedidas. Así, simple y directo. Me duelen, me parten el alma. Y lo más probable es que las evito como "mecanismo de defensa", porque se que si lo hago, ipso facto lloraré. Y obvio, como la mayoría de las cosas no resueltas en la vida, esto tiene un origen y hoy antes de llegar a la Biblio, lo recordé. Estaba yo en primero básico y era una de las primeras veces que mi prima Claudia, venía a quedarse con nosotros en las vacaciones de invierno. Fue bacan. Yo les he contado que con mi prima teníamos una importante diferencia de edad, pero nos llevábamos demasiado bien, por lo que cuando se fue de vuelta a Rengo con su familia, yo lloré sin mentir 3 días. Recuerdo que mi mamá no sabía como consolarme. Creo que me dijo que para las Fiestas Patrias la vería de nuevo, pero ¿Cómo hacer comprender a un niño de 6 años que esperes 2 meses para volver a ver a esa prima y amiga del alma? Yo me acordaba y lloraba. Cuando fue la vida quien me quito a mi prima favorita, tenía 19 años y lamentablemente ya no podía hacer ese tipo de "berrinches". Tuve que enfocarme 100% en mis estudios y por esas casualidades de la vida,  fui la mejor alumna de mi generación ese año, cosa un tanto opuesta al año anterior, jajaja. 

Por eso, voy más allá y pienso que tampoco me he podido despedir de las dos personas que han partido de mi vida. Ambos, al ser muertes inesperadas, no me dejaron tiempo para decirles "Adiós, siempre te amaré" Sin embargo ¿Habría servido de algo? ¿Se puede despedir realmente a esa prima querida, a tu papá mejor amigo? Yo creo tajantemente que no. Pienso que uno debe aferrar a las personas que amas a la vida. Por eso cada vez que pienso en esas personas que están luchando con su familiar/amigo con enfermedades terminales, se me erizan los pelos y me tapo la cara. La muerte es terrible, simplemente terrible. Ah sí, 20 días antes que mi papá muriera yo me leí un libro de mi autora favorita, donde trataba este temazo, por medio de la muerte de la mamá, quien padeció una larga agonía de cáncer, pero que igualmente murió de forma solitaria en una fría cama de Hospital. Cuando a Simone le avisaron, ella solo pensó como consuelo "¿Por qué dar tanta importancia a un instante, si ya no habrá memoria?"  (Una muerte muy dulce - Simone de Beauvoir) Ese libro tiene unas frases reflexivas demasiado bacanes que tratan la muerte, ojala algún día pueda compartirlas. 

Y en el aspecto amoroso, el despedirse también es una tortura. ¿Cómo olvidar el quiebre de una relación amorosa? ¿El último día que hablaron? Me imagino que es más terrible aún si una de las dos partes, todavía sigue muy enamorada. Insisto, atroz es despedirse. Y si lo llevo a mi escenario más cercarno, de los últimos 5 años, les puedo decir que despedirse tras un momento tan bonito como el que en un momento determinado estoy (si, estoy no estamos) viviendo es angustioso, por decirlo menos. Recuerdo una vez en 2009, una de las primeras veces que hablábamos ene rato, yo en lo único que pensaba era "Aída aprovecha, este momento se acabará" y veía la hora, y pasaban y pasaban los minutos y felizmente no llegaba el momento. Creo que fue tanta mi desesperación que yo misma lo termine. Y obvio, el disfrute fue solo a medias. Mejor ni recuerdo la última vez. 

¿Y las despedidas laborales? Es prácticamente imposible que en tu trabajo no establezcas ningún tipo de relación interpersonal (si lo haz logrado, cuéntame el dato) y es tan triste cuando debes partir, ya sea porque tu misma tomaste la decisión o porque tomaron la decisión por ti y te echaron (o en mi caso, se acabó la práctica). En la profesión docente, es super díficil no encariñarse con ciertos alumnos/as. Yo hice la practica
en dos colegios. En el primero, la profesora me dio la posibilidad de despedirme, onda me dijo "Aída, ¿Quieres decir algo antes que terminemos la clase?" y yo me aterré ene y le dije: "No, nada", cuando lo que más quería en la vida era decirles: "Gracias por la oportunidad que me dieron, siempre recordaré que mi primera clase de Historia, la dicté ante ustedes", pero habría llorado, sé que sí. Y hace justo un año, se acabó mi práctica en el segundo colegio. En esa oportunidad, la profesora ni siquiera me dio la posibilidad de hacerlo, pero si pienso que ahí si que me encariñe con varios alumnos/as, mejor ni pensar lo que habría sucedido. Una de ellas, en una de las últimas clases lloro en mis hombros, porque había tenido un atado con alguien, ayyy chiquitita. Y en la última experiencia en aula que tuve, en Los Andes, yo estaba decidida a despedirme y explicarles a los niños el motivo de mi renuncia, pero la directora me prohibió hacerlo, para evitar malos entendidos antes de las vacaciones de invierno. Ay, pero hay dos niños (Oscar y Javiera) que siempre llevaré en mi corazón, pompom.

Y el viernes de la semana pasada, tomé una decisión que venía meditando hace algún tiempo. A fines de enero, dejaré de trabajar en la Bibliovega. Decidí avisar desde ya, para que el equipo tenga tiempo suficiente de encontrar mi reemplazante y porque yo misma, tengo que cerrar un ciclo aquí. Por ahora, no les contaré las verdaderas razones que me hacen renunciar, solo puedo contarles que estoy tratando de aprovechar al máximo lo bonito de esta experiencia. 

Y puede que por esa misma razón, la experiencia de la P.S.U. este año haya sido distinta. Cuando uno es examinadora, trabaja con un par. Yo siempre pedía que ese par, no fuera una mujer. Y por esas casualidades los dos años anteriores, solo había trabajado con hombres y sentía que había sido una buena experiencia. Onda, solo trabajo y su palabrita de vez en cuando. Pero este año, fue distinto. Me toco trabajar con una profesora del Colegio. La Juanita era profesora de lenguaje y era un amor. En serio, un amor. Si bien, durante el desarrollo de la prueba, por razones obvias uno no puede conversar, si lo haces antes del ingreso de los alumnos/as a la sala (mientras preparas material), o bien, el día del  reconocimiento de salas. Me contó sus penas, sus alegrías... yo por mi parte hice lo mismo y el martes antes de la prueba de matemática, sus ojos se pusieron vidriosos y los míos también y comenzó a decirme:  "Aída, nunca me había tocado una co-examinadora con la que empatizara tanto... además eres tan jovencita, pero tan llena de sabiduría. Puede que sea por tu historia de vida, pero me encanta que a pesar de todo lo que te ha tocado sufrir, puedas ser capaz aún de sonreír. En la tarde te pediré tu teléfono, para que no perdamos el contacto" Ay, si lo escribo y lloro (siempre me emociono cuando alguien me dice algo así) Yo por mi parte le dije que también admiraba que ella después de tantos episodios de violencia psicológica, tuviera aún la capacidad de amar y ser resiliente.., y no tomarse con amargura la vida. Terminé de decir eso, ambas con los ojos llorosos y sonó la campana. Teníamos que llamar a los alumnos y comenzaba una nueva jornada laboral.  
Y si se preguntan... no me despedí de la Juanita, ni tampoco se llevó mi número de teléfono, ni correo. Quizás fue para mejor,  así ambas siempre nos recordaremos por esas lindas horas que vivimos juntas. El hecho de que nos haya tocado en la misma sala, no es casualidad. Porque nada es casual en esta vida. Quizás tampoco es casualidad que justo la Juanita haya tenido que salir a comprar unos materiales para sus hijos cuando comenzaron a entregar los cheques y por ende, después de eso, no la vi más. Ay, Juanita, me enseñaste tanto en estos días. 
También hice buenas migas, con la co-examinadora de mi mamá. Ella tenía 21 años y estudiaba arquitectura. Trabajo como examinadora, porque está juntando dinero para su intercambio estudiantil en Alemania. Compartimos muchas risas, tallas y almuerzos. Aunque con ella, puedo seguir en contacto, porque nos agregamos a facebook. Bacan que me busco y me agrego. Si no en este momento, también la extrañaría a ella. :(

¿Esta imagen es de una película no? ¿Cuál? (Me siento super ignorante por no ubicarla, por eso mejor pregunto jajaja)

Ando super sensible, chiquillas. Ni idea porqué.  Quizás es porque se acerca fin de año... nadie lo sabe. 
¿A ustedes les cuesta despedirse?

Cariños! 

8 comentarios:

  1. No es de una peli, es una foto famosa del fotógrafo Robert Doisneau. No es casual como parece eso si, se supone que el contrató a esos dos actores para la foto. Al menos eso he escuchado. Es bonita la foto eso si.

    Tampoco me gusta despedirme. Yo tengo una teoría diferente respecto al trabajo eso si, me acuerdo cuando me fui de uno de los primeros trabajos que tuve, algo na que ver con lo que hago ahora, no tenía amigos ni nada ahí pero igual me sentí terrible cuando me fui, y creo que es por cerrar algo, por tener un poco de incertidumbre sobre lo que se viene, porque uno se acostumbra y salir de ese estado lo remece a uno, al menos yo sentí unas ganas tremendas de llorar, y no es que quisiera seguir ahí. No me ha tocado irme de trabajos nuevamente, los proyectos como que nunca terminan terminan, así que no me ha tocado eso.

    Cuando me fui de la casa también me sentí mal, mi mamá me fue a dejar y me dieron ganas de llorar pero me aguanté, y creo que por eso anduve mal varios días hasta que estallé. No hay que aguantarse el llanto creo yo.

    Seguro es el fin de año el que te tiene en ese estado, yo también me siento un poco sensible. Creo que en esta época todos tenemos muchas cosas en la cabeza, cosas que faltan por hacer y cosas que deberíamos haber hecho y no hicimos, tengo algunas de esas también.

    Cariños Aída.

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    1. Gracias Maca por responder a mi duda existencial, jajajaja. Yo juraba que solo era el cuadro gigante de la casa de unos amigos. Cada vez que iba, quedaba impresionada y este año la vi en internet y cache que no era simplemente un cuadro, si no que otra cosa distinta también... pero no sabía como preguntarlo, hasta que se dio la oportunidad con el tema de esta semana! :D
      Uh... quizas era por eso... yo en el trabajo de Los Andes, no me quería despedir de los profes. De hecho no lo iba a hacer pero justo llego la directora a la sala de profes cuando yo iba saliendo con mis cosas :/ y tuve que hacerlo... fue super incomodo, porque precisamente mi futuro era muy incierto y una de ellas me preguntó ¿Pero tienes otros planes? y yo mentí y le dije "Mmmm. si, algo así"
      No.. es super malo no llorar si se tienen ganas, es más, puedes dañar la tiroides, la glándula de la pena. Que bueno que pudiste desahogarte cuando llegaste a tu nuevo hogar, fue super humana tu reacción.
      Ayy si.. me carga diciembre por las festividades, a pesar que amo la Navidad, pero de una u otra forma es triste pensar que aquí en la casa estaremos solitas, solo con la Milita... y los balances de fin de año también me angustian.
      Será, abra que vivirlas...
      Cariños!!

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  2. Yo no había pensado en eso... en general cuando me he despedido de alguien que quiero siempre pienso que lo voy a volver a ver y los lugares que me han gustado mucho igual. De las pegas ha sido diferente. Siempre que me he ido ha sido para evolucionar. Bueno, una vez fue más traumático, pero no lo tomé como una despedida sino como un comienzo de otra etapa. la espedida que más me costó hasta ahora fue la del colegio. No quería irme. Y de las de seres queridos he vivido una, pero fue paulatina casi, como que me dio tiempo para irlo aceptando.
    Si tuviste una conexión especial con esa profe deberías buscar sus datos y no perder el contacto. Uno no siempre encuentra gente con la que empatice así. Bueno, yo lo haría, pero tu decisión puede ser diferente.
    Esa foto que pusiste es una foto. Se llama El beso y fue tomada en Paris, pero no es natural, hace unos años se supo que había sido posada, pero se mantuvo el secreto por décadas hasta que el fotógrafo reveló la verdad.
    Besos!

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    1. Que lindo pensar que lo volverás a ver... es como una ilusión que personalmente yo he ido perdiendo. Cosa muy mala, lo sé.
      Que afortunada con respecto a lo de las pegas, a pesar de la traumatica, que me imagino que te sirvió para crecer.
      Yo del colegio tampoco quería irme y a veces pienso que de la licenciatura tampoco, jajajaja. pero peor habría sido si nos hubieramos "quedado pegadas" ¿no?
      Eso del tiempo y la aceptación, me imagino que es algo muy fuerte y doloroso.
      Es un proceso ;)
      Lo hice! pero no encontré nada, más que el día que atiende apoderados... pero pienso ir a fines de diciembre y ahí pedirle los datos.
      Eeeeh ahora se hasta el nombre de la foto!! Gracias por contarme, la "verdadera historia".
      Cariños!

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  3. Ay qué pena me dio :( pucha me cargan las despedidas y he tenido que pasar por muchas con mi pololo y cada vez es peor, siempre llorando a moco corrido en el aeropuerto.. aunque lejos lo peor fue no poder haberme despedido de mi tía cuando falleció... no sé si hubiese cambiado las cosas pero no haberme despedido es algo que me persigue constantemente cuando pienso en ella, especialmente los dos primeros años, me castigué mucho por eso y por mucho que mi terapeuta me decía que estaba fuera de mis manos igual aun no lo supero del todo, creo que nunca lo superaré pero bueno ya está, no puedo hacer nada para cambiarlo eso lo tengo claro.

    Yo creo que le podrías haber pedido el email a esa profe búscala en el face ajaja, es difícil hacer "click" con gente x, según yo, o al menos muy pocas veces me ha pasado.
    Y yo también ando bien sensible, me da pena pasar navidad sin mi pololo, y siempre me acuerdo de mi tía en esta época porque siempre la pasé con ella :( pero por otro lado como me trae buenos recuerdos trato de pasarla bien, yo creo que hay que hacer eso.. no sacamos nada con deprimirnos. Un abrazo!


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    1. Ayyy, leo tu primera frase y se me erizan los pelos. Yo en tu lugar, también quedaría destrozada... que fuerte igual ambos para sobrevivir a esas despedidas :'(
      A mi me pasaba eso con la muerte de mi prima, pensaba porque no le había enviado el correo el día antes y comencé a escribirle 10 minutos antes que su madre nos llamará y nos dijera que había muerto, ayyy recuerdo la situación y parece una película de terror. Es super dificil aceptar y desprenderse de la "culpa", porque además de eso está la impotencia de no poder cambiar nada :(
      La busqué, pero no al encontré, pero intentaré ir a verla al Colegio... si igual está al lado de un metro, como tan floja jajaja.
      Pucha como te entiendo con respecto a la fecha, nosotros siempre pasabamos los 3 juntitos navidad y teníamos rituales super lindos, y año nuevo siempre era en la playita y ahí se nos sumaba mi prima. Es terrible pensar que eso nunca más será así.
      Yo el año pasado volví a sacar las cositas de navidad, pensé que era el mejor homenaje que le podía hacer a mi papi.
      Un abrazo para ti también
      (Y avísame cuando tienes tiempo!!)

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  4. Yo también opino que te contactes de nuevo con la profesora, no siempre ocurre eso de empatizar tan bien con desconocidos, creo que sería valioso tenerla de amiga.
    Sobre las despedidas, son tristes cuando una de las dos contrapartes en realidad no quiere separarse, creo que en esos casos es lo peor. A veces duelen, pero si uno sabe que son para mejor y el contacto permanece, no es taaaaan terrible.
    Eso sí, yo pienso que la persona que se queda lo pasa algo más mal que la que se va, porque la última cambia de rutina, se distrae, conoce nueva gente. En cambio la otra persona se queda con lo mismo de siempre, pero sin la persona que extraña. Hay casos y casos, claro.
    Saludos Aída.

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    1. Mi mamá también es otra que me dice lo mismo... pero ya lo decidí, iré antes de Navidad a dejarle un "engañito" y a despedirme de ella como corresponde, hay personas que no pueden quedar inconclusas en la vida.
      Si es verdad, depende del contacto... si permanece o no.
      Tienes razón, lo peor es extrañar... más que la despedida en sí.
      Cariños!!

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